O47 | WHERE WERE YOU? II

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Frank Adler

La cafetería estaba repleta de personas

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La cafetería estaba repleta de personas. Las risas de los niños, la voces superpuestas de los adultos ahí. Frank y Mary desayunaban tranquilamente, por primera vez en mucho tiempo. Frank la había pasado muy mal los últimos dieciséis meses, su vida se basaba en trabajar y cuidar de Mary. Sentía que la oscuridad que Liz había disipado volvía a su vida ante la ausencia de su amada.

Había intentado contactar con ella, por supuesto que si, pero parecía que la tierra se la había tragado. Se arrepentía cada día por lo que había hecho y sabia que si tuviera otra oportunidad la tomaría sin dudarlo, demostrándole que había cambiado y que la amaba con cada fibra de su cuerpo. Le dolía, le dolía como nunca antes le habia dolido algo, la había perdido y ya no sabia que hacer para recuperarla.

Respecto a Mary, ellas se habían visto durante las primeras semanas después de la separación. Mary solía salir antes de la escuela para verse en el parque con Liz, claro que luego recibió un gran regaño y no volvió a verla. La necesitaba, necesitaba aquella figura materna cercana, sentía que con Roberta no era suficiente.

-Mary come las galletas también- dijo Frank, bebiendo de su taza de café.

-no quiero- negó ella. El humor de Mary nunca había sido totalmente bueno, su carácter era de difícil y aún más ahora. Mary apenas tenía nueve años pero comenzaba a comportarse como una adolescente y eso era producto de la ausencia de una figura materna.

-Mary, no pagué por estas galletas para que no te las comas- Frank comenzaba a molestarse, y es que su paciencia había reducido demasiado en el último año.

-pues entonces comelas tú..- la voz de la niña se cortó al observar en dirección a la puerta de la cafetería. La campanilla sonó, anunciando que alguien nuevo habia ingresado al lugar. Frank miró confundido a su sobrina, su radical comportamiento lo había dejado intrigado.

Pero cuando giró a ver en dirección a la puerta se arrepintió al instante. Liz, su Liz, ingresaba a la cafetería con una gran sonrisa adornando su rostro. Nunca la había visto con tanto brillo en sus bellos ojos Canela y se le veía feliz y realizada. Sonrió sin poder evitarlo al verla.

Vestía elegante, ella siempre había deseado vestirse de esa manera pero su presupuesto nunca fue suficiente. Ella era todo lo contrario a lo que alguna vez fue y eso no le disgustó para nada a Frank, él la adoraba en todas sus facetas.

Pero su sonrisa se borró, su corazón dió un vuelco de dolor, al verla tomada del brazo de un elegante hombre de cabellos negros y ojos celestes. Notó la manera en la que ella lo miraba, con ese cariño que alguna vez le había dirigido a él. Se sonreían como alguna vez ellos se habían sonreído.

-Liz!- Mary corrió a abrazar a la castaña que se había sorprendido al oír aquel grito. La niña se abrazó con fuerza al abdomen de la muchacha, alguna vez ella no había alcanzado a abrazarla a más de las piernas, ahora su cabeza estaba recostada sobre su estómago, evidenciando que había crecido bastante.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  CHRIS EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora