¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🔞 SMUT 🔞
Sebastian contaba su anécdota muy emocionado. Toda la mesa, conformada por compañeros de set de Chris, lo escuchaba con atención, riendo con ligereza ante el tono chistoso que el rumano estaba usando.
Lamentablemente mi atención estaba en otro lado, precisamente en alguien. Chris, esa noche más que nunca, se veía como un trozo de carne delicioso que moría por probar. Había vuelto hace unas pocas horas de su viaje, y aún no me habia dado el gusto de disfrutar de su cuerpo.
Mordí mi labio inferior y apreté mis piernas con fuerza, creando una agradable fricción contra la tela de mis bragas. Nadie parecía saber tener idea de los lujuriosos pensamientos que cruzaban por mi sucia mente, y estoy segura que, de conocerlos, se sorprenderían bastante al descubrir que no era tan inocente como pretendía.
Chris notó mi mirada en él y giró su cabeza, me sonrió con dulzura y tomó mi mano, dejando un suave beso el dorso de ésta. Suspiré embobada. Él sonrió burlón ante mí respuesta, miró a los lados, asegurándose que nadie estuviese prestandonos atención, y cuando lo comprobó volvió su mirada que mi.
Una sonrisa socarrona surcó de entre sus labios, mientras una de sus manos acariciaba con suavidad mi pierna, pero con el pasar de los segundos, su mano comenzó a subir por ella, acercándose a mi feminidad. Me sobresalte al sentir uno de sus dedos rozar con mi intimidad.
-que estas haciendo? Estamos en un bar!- susurré en su oído. Él solo soltó un pequeña risa y le dió paso a sus dedos dentro de mis bragas. Suspiré nuevamente, intentando no soltar un jadeo. Chris sabía lo que hacía, sabia donde tocarme para hacerme llegar en tan solo unos segundos, y eso era precisamente lo que estaba haciendo en ese momento.
Sus labios se pegaron a mi oído, dándome una oleada de escalofríos al sentir su cálido aliento en mi oído, mientras sus fríos dedos trabajaban bajo mi falda.
-eso es lo caliente- dijo -imagina que alguno de ellos sepa lo que estamos haciendo, que sepa que te estoy tocando bajo la mesa y que estas tan empapada- Chris hundió un dedo en mi mientras decía aquellas palabras en mi oído -imagina que sepan los sucios que somos al hacer esto en público, donde cualquiera puede vernos...donde cualquiera puede verte apretar tus piernas por el placer- el placer y la calentura se intestificaban con cada palabra que el rubio decía.
-ya basta- murmuré, con los labios apretados, luchando por callar mis gemidos. Otro dedo se hundió en mi y no pude evitar que mis manos apretaran con fuerza el mantel, en un intento de desviar mis muecas de placer.
-no me pidas que pare cuando sabes bien que no quieres que pare- las embestidas que sus dedos me proporcionaban eran lentas y profundas. Mi cuerpo estaba en llamas, y sus palabras no ayudaban a congelarme -no quieres que pare, quieres que mis dedos entren y salga de ti sin parar hasta que llegues a tu orgasmo y te vengas en mis dedos, no es así?- preguntó. Al ver que no respondía, sus movimientos se volvieron lentos.
