O11 | SHOWER HOT

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Chris Evans

-Chris!! Has visto mi vestido rojo!?- pregunté gritando e intentando caminar hacia el baño en busca de la respuesta, ya que allí se encontraba mi novio, Chris

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-Chris!! Has visto mi vestido rojo!?- pregunté gritando e intentando caminar hacia el baño en busca de la respuesta, ya que allí se encontraba mi novio, Chris.

Dije intentando caminar, por el simple hecho de que la habitación está repleta de ropa y zapatos por doquier especialmente en el piso que allí se hallaba la mayor parte de mi armario. Tropecé un par de veces, golpeando mi cuerpo contra algunos muebles y robándome gruñidos de dolor.

-que si he oído cómo roncas!?- respondió de la misma manera, giré los ojos. El camino al baño se hizo eterno, puesto que las cosas en el lugar me dificultaba bastante el llegar. Jamás había visto nuestra casa en una condición tan desordenada.

-no tonto, que si has visto mi vestido rojo!?- acaso era imbecil? Podía  entenderse fácilmente lo que quería decir, pero al parecer Evans era más sordo de lo que creía.

-que si he visto a tu amigo el flojo!?- ingresé al baño, encontrado a un rubio completamente desnudo, con varias gotas de agua cayendo por su cuerpo y el jabón recorriendo algunas partes de su anatomía.

-dije...- respiré intentando recuperar el aire perdido -...que si has visto mi vestido rojo- repliqué, intentando que mi mirada se mantenga en nada más que el rostro del actor a metros de mi. Por Dios, su cuerpo era todo un pecado que ansiaba cometer, y aunque lo haya visto varias veces completamente desnudo, su cuerpo nunca dejaba de impresionarme cada vez que lo veía.

-ese que tiene brillos en la falda?- preguntó, quitando el jabón en su cuerpo con el agua que caía por la regadera.

-si- asentí.

-y que tiene encaje por todo el escote?-

-si, Chris- nuevamente asentí, ansiosa por saber donde estaba.

-oh, oh, y que también es pegado a la cadera y suelto en la falda?-

-si, si, si- respondí emocionada esperando que me dijese donde estaba o donde lo había visto por última vez.

-ah no, no lo vi- mi emoción se fue al carajo y el comenzó a lanzar carcajadas y llevar una mano a su pectoral. Golpeé su cabeza de manera para nada fuerte, y me crucé de brazos. Mi estrés iba en aumento, mientras mi cabeza pensaba en un nuevo conjunto de ropa para usar en esta ocasión.

-ven aquí- murmuró una vez se calmó. Negué, fingiendo enfado e intenté irme pero su mano mojada me frenó tomándome del brazo suavemente. Me atrajo a sus brazos y me abrazó empapandome por completo y haciéndome imposible no chillar.

-¡Christopher, te odio!- volví a chillar y me abracé a su cuerpo en busca de calor, ya que estaba bañándose con agua helada -te agarrará hipotermia- murmuré tiritando de frío. No comprendía como su cuerpo se mantenía tan cálido bajo las bajas temperaturas del agua cayendo en él.

Sentí el sonido de las llaves de agua moviéndose y poco después sentí como una ola de calor me invadió al sentir el agua caliente cayendo por mi cuerpo. Suspiré aliviada y me separé de él unos pocos centímetros.

-que tal si quitamos esto para estar más
cómodos- susurró en mi odio levantando el dobladillo de mi blusa, asentí y levanté los brazos para después sentir la prenda salir de mi cuerpo.

Besé sus labios dulcemente y poco después el beso se volvió más apasionado y desesperado. Nuestras lenguas comenzaron una batalla de la cual ninguna quería ser el perdedor.

Llevó sus manos a mis shorts y los jalo hacia abajo dejándome solo en ropa interior. Me separé de él y lo observé lamiendo sus labios. Acarició mis pechos por encima de la tela del corpiño, sacándome un que otro suspiro.

-llegaremos tarde- murmuré en sus labios, el seguía dejando pequeños besos sobre los míos logrando sacarme una risa. Chris podía ser bastante ardiente cuando se lo proponía, pero jamás abandonaba la ternura que lo caracterizaba.

Tomé el shampoo y eché un poco sobre mi mano, luego pasé mi mano por su cabello rubio logrando que él cerrase sus ojos, disfrutando. Pasé las yemas de mis dedos lentamente por su cuero cabelludo y el llevó sus manos al broche de mi sostén, desabrochandolo y quitándomelo dejándome expuesta de la cintura para arriba.

Acarició mi espalda y bajó un poco mas quitándome mis bragas.

Ahora él tomó el shampoo y acarició mi cabello permitiéndome suspirar a causa de la relajación.
Él besó mi frente quedándose en esa posición por unos minutos aún con shampoo en su cabello, al igual que yo.

___

-solo serán diez minutos tarde- murmuró en mi cuello observándome a través del espejo y dejando pequeños besos en la zona.

-es que llegué tarde toda mi vida a todas partes Chris. Hasta a nuestra primera cita, y, no puedo llegar tarde a la boda de mi mejor amiga- murmuré, en un debate interno por alejarme del ojiazul o quedarme a su lado y acabar con lo que empezamos en la ducha.

-cuando lleguemos?- giré mi cabeza a un lado para observarlo y besar sus labios cortante.

-cuando lleguemos te prometo que si, cuantas veces quieras- afirmé. El volvió a besarme pero esta vez me tomó de las mejillas profundizando este un poco más. Se lo veía emocionado, y cómo no, mis palabras prometían una larga noche de sexo.

___

Sonreí lagrimas en los ojos observando a mi amiga de toda la vida, mi casi hermana, mi confidente y mi mejor amiga, entrando con un hermoso vestido blanco, hermosa y reluciente, como siempre.

Caminó segura hasta donde la esperaba el novio, observándola con una sonrisa resplandeciente. Sus miradas decían todo lo que sentían, había tanta química entre ellos, era envidiable y lindo a la vez. Realmente estaba muy feliz de que mi amiga haya encontrado a la persona correcta para pasar el resto de su vida.

La mano de Chris se entrelazo con la mía y beso mis nudillos observándome con un brillo hermoso y una sonrisa perfecta, las típicas sonrisas de él. Le devolví la sonrisa, proporcionando suaves caricias al dorso de su mano.

Apoyé mi cabeza en su hombro en el transcurso de la ceremonia y de vez en cuando el besaba mi mano o yo acariciaba su rodilla.

-así estaremos tu y yo en un futuro, amor- susurró en mi oído generandome escalofríos a cada parte de mi cuerpo. Una calidez llenó mi pecho, mientras un revoloteo llenaba mi estómago. Nunca me había emocionado la idea de casarme, pero desde que conozco a Chris, todas mis ideas se basan en querer pasar el resto de mi vida con él.

Por alguna razón mis ojos picaron y besé rápidamente sus labios mirándolo con mi más sincera sonrisa -te amo, Chris-

-no más que yo, princesa- besó mi coronilla y concentramos nuestra atención en la ceremonia. Percibí algunas lagrimas acumuladas en sus ojos, más no comenté nada, no era necesario.

No siempre la vida fue perfecta para mí, mi mucho menos ideal. Pero de lo que era consciente es que estaba transitando la mejor parte de ella, con la persona que más amo, y sabiendo que a su lado, siempre sería así. Perfecta.

❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞  CHRIS EVANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora