Chris Evans
-si Lili, ya me encargué del vestido y de los souvenirs- hablé al celular tratando de caminar al mismo tiempo que hacía equilibrio con las numerosas bolsas en mis brazos.
-muchas gracias hermana, te debo una- respondió. Suspiré. Un silencio adornó nuestra conversación -debo irme a una reunión, luego te llamo- no me dejo responder y cortó rápidamente.
Volví a suspirar e intenté guardar mi teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón, pero fallé en el intentó ya que este resbaló y calló al suelo.
Me agaché a juntarlo pero no recordé la con cantidad de bolsas que mis brazos cargaban, logrando que estas resbalaran y me llevaran con ellas al suelo.
-señorita!- exclamó una voz masculina. Oí sus pasos acercándose y traté de levantarme pero los estupidos tacones que llevaba puestos no me dejaban -se encuentra bien?- preguntó agachándose y recogiendo algunas de mis bolsas, para ayudarme.
-si, si- murmuré apenada. Me ofreció su mano y la tome dudativa mientras intentaba ocultar la verguenza reflejada en mi rostro con mi cabello.
Intenté tomar mis bolsas pero me di cuenta que no podía sola y al parecer el hombre, el cual todavía no había volteado a ver, también se dió cuenta ya que se acercó aún mas y recogió otras dos bolsas.
-creo que necesitarás ayuda, son muchas bolsas- me giré para ver su rostro. Me encontré con una hombre rubio, de anatomía alta y musculosa. Tenía una pequeña sonrisa saliente de sus labios y sus ojos eran cubiertos por unos lentes de sol al igual que su cabello por una gorra de béisbol.
-no, gracias. No quisiera molestarte, pareces apurado- respondí sacudiendo mi ropa.
-en realidad todo lo contrario. Solo paseaba por las calles de New York hasta que me encontré a una Bonita chica tirada en el suelo con mas de diez bolsas a su alrededor- contó con diversión, me fue imposible no reír por su gracioso tono y el enseguida me siguió con las carcajadas.
-vuelvo a repetir. Gracias. Lamento haber manchado tu caminata- suspiré, acomodando las bolsas en mis brazos -puedo hacerte una pregunta?-
-ya estas haciendo una, así que sí puedes hacer una segunda pregunta- sonreí al igual que él y comenzamos a caminar sin rumbo alguno al ver que estobarvamos el paso de las demás personas.
-a que se deben las gafas y la gorra?- pregunté observándolo. El dia estaba nublado y hacia algo de frío, por lo que no entendía su outfit. Su rostro se volvió tenso por un segundo pero al observarme volvió a relajarse -lo lamento no quise incomodarte-
-tranquila, esta bien- dijo, pero no volvimos a hablar en todo el camino a mi casa.
__
-aquí es, muchas gracias por la ayuda. No sabría como agradecerte- hablé agradecida abriendo la puerta del edificio en el que se hayaba mi departamento.
-tal vez, con un café?- sonrió inocente, colocando sus manos en los bolsillos delanteros de sus jeans, una vez dejó las bolsas en el suelo.
-está bien, chico misterioso- reímos y lo invité a pasar. Subimos por el ascensor, donde bromeamos un poco y luego nos adentramos a mi departamento.
-bonito hogar- murmuró colocando las bolsas donde le indiqué, sonreí agradecida y me dirigí a la cocina a preparar el café.
Preparé un plato y coloqué algunas donas, muffins y medialunas. Preparé dos tazas y las dejé en la cafetera, esperando que el café se hiciera.
-puedo hacer yo una pregunta ahora?- inquirió, ingresando a la cocina. Sonreí inconscientemente y me giré a verlo.
-ya estas haciendo una, pero puedes hacer una segunda pregunta- imite sus palabras y reímos -aunque estoy en el derecho de no responder - asintió
-porqué tantas bolsas?- preguntó mirándome desde el marco de la puerta.
-es el octavo compleaños de mi sobrino, y como su tía favorita según él, quiero hacerlo especial- contesté -siempre soñé con hacer una fiesta así para mis hijos, les tengo un cariño inmenso a los niños, bueno por algo soy maestra jardinera, pero aún no llega el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida-
El me observaba sonriendo desde su posición, aún llevaba las gafas y la gorra puesta -le gusta el capitán América?- preguntó levantando un disfraz del susodicho. Solté una pequeña carcajada y asentí, recordando todos los momentos en los que mi querido sobrino se encargó de exprimirme hablando de aquel rubio con gran trasero.
-lo adora- asentí -aunque también ama a ironman, y en Civil War casi se vuelve loco- reí, recordando esta vez el momento en que casi una mosca entra en su boca por la sorpresa.
-que suerte para él- murmuró para él, aún así lo oí. Me confundí mucho por sus palabras por lo que no pude evitar preguntar.
-de qué hablas?-
-bueno...- suspiró -en primer lugar tiene una tía increíble, además de hermosa- me sonroje pero lo disimule llevando las tazas a la mesa y él me siguió con el plato en la mano -y segundo porque conocerá al capitán América- se quitó las gafas y me observó esperando mi reacción.
Un torbellino se formó en mi estómago y abrí mis ojos como plato al ver al fin su rostro. Cubrí mi boca con mis manos y ahogué un grito lleno de sorpresa.
-E-eres C-chris Evans- tartamudeo sorprendida. No podía creer lo que mis ojos veían, acaso estaba soñando? Me pellizque para comprobarlo y soltar un gruñido al sentir el dolor.
-el mismo- se acercó un poco más.
-vaya- murmuré estupefacta -no me la esperaba- mordí mis uñas con nerviosismo -puedo abrazarte?-
-claro- me acerqué a él y me estrechó en sus fuertes brazos, dejándome sentir la calidez que emanaba -que estúpida fuí al no darme cuenta-
-lenguaje- reímos y nos separamos. Mi cuerpo aún temblaba ligeramente por la sorpresa, más eso no quitó la enorme sonrisa en mi rostro. Agradecí mentalmente no haber nombrado cuanto me gustaba el trasero América.
-bueno, ya sabes mi nombre, pero yo no sé el tuyo- acusó divertido.
-me llamo Loren, pero me dicen Lori- ofrecí mi mano y el la tomó estrechandola.
Ese fue el momento en el que conocí al hombre que tanto estaba esperando.
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❝𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦❞ CHRIS EVANS
Fanfic「 𝗖𝗵𝗿𝗶𝘀 𝗲𝘃𝗮𝗻𝘀 ─ 𝗢𝗻𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 」 Pequeñas historias de nuestro sensual dorito, Chris Evans, y todos sus personajes. ❥ 𝗥𝗲𝗰𝘂𝗲𝗿𝗱𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲𝘀 𝗵𝗮𝗰𝗲𝗿 𝘁𝘂𝘀 𝗽𝗲𝗱𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗼𝗿 𝗰𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 𝗼 𝘂𝗻 𝗺𝗲𝗻𝘀𝗮...