Querido lector, esta es una novela que salió netamente de mi imaginación. Cada escena, diálogo y personaje, es completamente ficción. Es de mi autoria y se agradece de antemano el apoyo a los escritores novatos y no plagiar nuestras historias.
Tener en cuenta que es para mayores de 18 años, escenas de sexo, violencia y lenguaje explícito, además de argumentos ideológicos propios de la autora, por lo que se pide discreción.
Ahora si, sin más nada que agregar...
Que disfruten su lectura....
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Es increíble como la vida te cambia en cuestión de segundos, una llamada basta para que todo lo que pensaste seguro, desaparezca para siempre. Hace tan solo unas semanas, estaba feliz de reunirme con mi familia completa y ver a mis pocas amistades reales, después de largos años, en los que por seguridad, sólo éramos unos cuantos. Y ahora...
Suspiro mirando por la ventana, el hermoso paisaje nevado que me ofrece está, intentando evadir el hecho de que estoy en las instalaciones de la embajada americana en Moscú, para ser más específicos en una oficina, después de haber pasado por una sala de interrogatorios y escribir una declaración que me tomó cuatro horas, varias plumas y decenas de hojas de papel, pero me pone los nervios de punta, tanta quietud.
Escribir los horrores de los que fui testigo y todo aquello a lo que fui sometida durante mi formación, para lo que me entrenaron desde los 3 años, fue difícil. Pero había llegado aquí por mi propio pie y con sólo un objetivo; protección.
No para mi, sé cuidarme de sobra y estar alerta, aún con los ojos cerrados. Lo hice por el único sobreviviente de mi familia, aparte de mi, de la batalla legendaria en la que nos vemos involucrados, al nacer con el apellido Volkov, y esa es mi hermana menor Alice. De tan solo 11 años.
La puerta a mis espaldas se abre, sacándome de mis cavilaciones y giro en redondo para ver ingresar a dos personas por ella. La primera es un señor mayor, con duras facciones, seriamente marcadas y cabellos grises, haciendo resaltar su oscura mirada. Esta enfundado en un traje militar y la cantidad de franjas a un lado de su pecho, me da a entender que se trata de un general.
El otro es un hombre de traje a media color plomo, un poco menor que el militar. De cabellos rubios, bien peinados, con algunos destellos plata, clara prueba de su madurez. Sus facciones son un poco menos duras y unos ojos azul claro como el cielo, en los que se nota la curiosidad y el enfado por mi presencia. Llámenme loca pero esta clase de personas siempre me recuerdan a las sofisticadas amigas de mi madre, no sé por qué me causa el mismo rechazo que percibo en él.
- Buenas tardes – saluda de General haciendo notar su tono firme y demandante – señorita Volkov, yo soy el General Benjamín Reyds, de la división de fuerzas especiales del ejercito de los Estados Unidos – me estrecha la mano, pues mientras se presenta, se acerca a mi.
- Skarleth Volkov, aunque creo que eso ya lo sabe – respondo con la misma firmeza, igualando su saludo. Gira su rostro hacia su acompañante, el cual se acerca también, tendiendo su mano para que la tome.
- Este es el agente Philliph Morgan del FBI – aquel hombre solo asiente y suelta mi mano, en un gesto que intenta disimular, pero que reconozco como disgusto – por favor tome asiento – me indica el militar a lo que obedezco, no por que quisiera hacerlo realmente, solo que ya necesito salir de las dudas que me comen la cabeza, desde que me dejaron aquí encerrada. Ellos hacen lo propio frente a mi, sin perderme de vista – estamos aquí por su caso…
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La leyenda de escarlata
Action"una leyenda no siempre es una fantasía, donde los personajes son míticos, sus actos hazañas y sus palabras sabias. La mía habla de guerra, muerte y destrucción. Pero también de algo mucho más trascendental: el amor"