En la vida he sufrido muchas pérdidas. Pensé que el haber perdido a un hijo, era el dolor más grande que podía experimentar. Era una vida inocente, apenas en formación, que no alcanzó a conocer este mundo y sus maldades.
El amor, el cariño, la maldad y todos los sentimientos de los que somos dotados los seres vivos mientras crecemos, no fueron inoculados en su ser, por que no fue parte de lo que se le denomina existencia.
Más ahora la posibilidad de saberme, única sobreviviente de mi familia, eso si que me está matando. Por ella fui capaz de cometer los peores actos, de los que jamás me he sentido orgullosa pero por su seguridad, he aprendido a vivir con la culpa.
Ahora viéndola, acostada en una camilla de hospital, con un pronóstico tan reservado que no son capaces de decirme si sobrevivirá un día más, manteniendo la expectativa de su deceso en incertidumbre y las esperanzas opacadas bajo los pensamientos pesimistas, me replanteo si realmente hice todo lo posible por mantenerla fuera de peligro, y para ser sincera, la respuesta es no.
De salir de su estado de coma, habrán secuelas permanentes. Las más graves van desde insuficiencia respiratoria, que puede mejorar con el paso del tiempo, ya que uno de sus pulmones está en muy mal estado. Hasta quedar con alguna clase de parálisis, gracias a que uno de los proyectiles logró dar con una de sus vertebras en la zona lumbar, según el traumatólogo, no la destrozó pero si le hizo daño. Y eso por no hablar del golpe en su cabeza, mismo que la mantiene en coma y causó una fractura en su cráneo.
- Toma - Carusso me pasa un basó desechable con lo que parece ser café. Tengo las manos tan frías que los últimos dos solo los he dejado entre ellas para calentar alguna parte de mi cuerpo - ella es fuerte Scar, saldrá de esta, ya lo veras.
- Dada de baja con honores, una medalla al valor por sus logros y postrada en una cama el resto de su vida. Si, será muy feliz - comentó, sin ningún tipo de emoción en la voz.
Desde que desperté, hace dos días, recostada en mi catre, no dije nada, salí de ahí y llegué hasta aquí. No me he movido más que para ir al baño. Por mi mente pasan los miles de escenarios posibles de como haber podido evitar esto y ninguno me consuela, el pasado no se puede cambiar y el presente es una mierda.
- No seas pesimista, recuerda nuestro lema - "lo imposible no existe, tu mente invencible, lo hace todo posible" el problema está en que Emma no es una Fantom, es una Alfa.
Nunca la entrene como a uno de nosotros, a pesar de estar mejor preparada que sus compañeros... De solo pensar en ellos me dan ganas de salir de aquí y golpear a Alex hasta dejarlo en el mismo estado que Emma, pero él realmente no tiene la culpa, más la impotencia hace que lo vea como tal. Fiorella toma asiento a mi lado, también con la vista puesta en mi hermana.
- ¿Cómo supo que iban por él? - esa pregunta me ronda la mente, desde que me calme y he tenido tiempo de sobra para analizarlo. Acabamos con sus contactos del pentágono, por eso se esconde entre pseudo mesías pero esto no es fortuito.
- Revisamos todo, y no encontramos nada extraño Ross. No sabemos cómo pasó. Tampoco es un asunto sólo nuestro. ¿Y si es alguno de ellos? No lo sé, esto es... raro. Hasta podría ser alguien de aquí... - eso lo sé. Aún no he querido hablar con más nadie que con ella. Los demás me dan desconfianza, Martínez incluido. Lo que vi en sus ojos cuando me trató de contener en la habitación, esos ojos, la culpa estaba en ellos.
- Un topo - digo lo que sé que las dos pensamos - y es alguien muy cercano. No a nosotros, pero puede que si a ellos. Quiero que investigues las actividades de todos los que estaban al tanto de la misión. Empezando por Martínez.
- El no puede estar involucrado, de ser así la información se habría perdido hace mucho o quizás no hubiéramos dado con él - me réplica negada a aceptar una posible realidad pero quien está en esa cama, es mi hermana y mi única preocupación es hallar al responsable.
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La leyenda de escarlata
Action"una leyenda no siempre es una fantasía, donde los personajes son míticos, sus actos hazañas y sus palabras sabias. La mía habla de guerra, muerte y destrucción. Pero también de algo mucho más trascendental: el amor"