⚜️Capítulo 35⚜️

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Después de finalizar la llamada, lo último que necesitaba era hablar con nadie. Volví a irme de incursión con un equipo Seal, pues en la base tarde o temprano sería encontrada y necesitaba tiempo para reordenar mis ideas.

La verdad es que, no sólo tres personas sabemos de él asunto del bebé. No quise contradecir a la ministra, pero aparte de nosotras, también lo sabe Emma.

Ella lo sabe y aunque no ha dicho nada hasta ahora, sé que también es por mí ausencia. Más ahora que todos me señalan y dicen cosas de mi, a ella le afecta, por que sabe todo lo que pase estando lejos. Es como una bomba de tiempo, que no sé cuando pueda estallar.

Algo me dice que hablar con ella del tema, no me dará los resultados que deseo, y seguir esperando a que haga caso omiso de la hostilidad de sus compañeros hacia mi, es igual que un conteo regresivo. Tarde o temprano hablará, pero no si puedo minimizar el riesgo, si tengo a alguien más de mi lado para brindarle apoyo.

Lo malo, tengo que hablarle del tema a ese alguien.

Al volver a la base ya tengo un plan armado, por lo menos la parte en la que persuadir a Emma no será problema, y quien me ayudara a hacerlo. Por otro lado esta la misión, pues sin Alex disponible, yo podría actuar libremente, y esa misma persona me ayudara a ejecutar dicho plan.

El documento que envió Parker, especifica que de no estar Alexander, seré yo quien tomará su lugar, nadie más. Así qué debí ponerlo sobre aviso para que no sea tan dramática la toma del mando. Es arriesgado pero, si quiero que todos estemos bien, tendré que hacerlo.

Por mi inesperado paseo, no he podido ver a Will y no sé si estará despierto a estas horas o molesto por mí desaparición. Pero me encuentro recorriendo el camino a su cuarto, con la esperanza de poder verlo, aunque sea unos minutos. Llamo a la puerta y espero a que la abra.

- Hola - saludo en cuanto lo hace. Esta en pijama, igual que la última vez. Nunca he sido tímida pero así me siento en este momento, con los ojos escrutadores del rubio escaneando mi anatomía.

- ¿Es todo lo que dirás? - lo veo arrugado el ceño, no pensé que estuviera enojado. Bueno no tan enojado. Cuando abro la boca para responder, él me toma de las piernas para que lo rodee con ellas, y una vez a su altura, me besa apasionadamente, apagando el grito del susto que sale de mis labios. Respondo de igual manera gimiendo en su boca, por la incursión de sus manos en mi trasero - así está mucho mejor - dice sobre mi boca, cuando la libera y yo no puedo mas que sonreír.

- Pensé que estabas enojado conmigo - murmuro una vez ingresamos a su habitación. El aún no me suelta. Me ve con la sonrisa más grande que pude ver antes y besa mi nariz, antes de contestar. ¿Por que no me siento tan bien, y a la vez, no me siento tan mal?

- Dudo que haya quien se enoje contigo, cuando pones esos ojos, de no quise hacerlo - lo golpeo en el hombro haciéndolo reír. Se sienta en la orilla de la cama y me acomodo sobre él - la verdad es que cuando me dijeron que te llamo la ministra y que después te vieron salir con un grupo de seals, imagine que querías estar sola.

- De verdad que quise quedarme pero no quería hablar con nadie, hasta no desenredar lo que pasa aquí dentro - me toco la cien con los dedos. William vuelve a besarme, mientras sus hábiles manos se deshacen de mis zapatos.

- Y ¿lo conseguiste? - afirmó, pensando en lo que tendré que hacer para lograr mis objetivos. Las manos de Will me toman de las mejillas y cuando sus ojos se conectan con los míos, puedo ver su preocupación y desconcierto. Le sonrío aunque sé que él gesto se ve triste.

- Ella lo sabe - su gesto confuso me hace entender que no entiende de lo que le hablo. Rodeo sus hombros con mis brazos y juego con sus cabellos, disfrutando de su cercanía - la ministra sabe, lo que Zare me hizo en Siria - bueno, ella sabe todo lo que pasó en Siria, pensé. Parpadea sorprendido y vuelvo a sonreír de igual forma - me pidió disculpas por... según ella me odio por no volver... y me dio luz verde para mandarlo, para el otro lado.

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora