Ya cambiados, caminamos por las casi desiertas instalaciones de la base, en busca de un lugar donde podamos hablar con tranquilidad.
La verdad es que solo lo escucharé, como le dije a Máx, no tengo muchas opciones. Mis momentos con él son fugaces, efímeros, insustanciales, dentro de la basta marcha de la historia, y la nuestra no es que fuera la más larga.
Pero tenerlo cerca, respirar su aroma, escuchar su voz, sentirlo, tocarlo... me hace querer cosas, que nunca antes anhele.
Siempre tuve un rumbo marcado, un norte, por el cual me guíe. Si bien nunca me plantee tener una vida normal, con familia, casa y perro, siempre supe que defendería al débil, ayudaría al desamparado, y apoyaría a quien perdiese el rumbo.
- Creo que aquí está bien - su voz me trae de regreso a la realidad.
Barro con la vista nuestro entorno y no veo nada más que arena. Estamos como a 5 minutos a pie, de la base, tras una duna de arena. A lo lejos se pueden ver los centinelas y los patrulleros de turno, haciendo sus rondas.
Lo observo, ahora sentado en una manta, que no sé de donde sacó. Me hace señas para que tome asiento a su lado y así lo hago pero con algo de distancia, esta visto que si estamos en contacto, hacemos combustión en segundos y él dijo que debíamos hablar.
- ¿Puedo preguntar por qué aquí? - se encoge de hombros, antes de reclinarse un poco y alzar la vista al firmamento.
Me quedó en silencio, estudiando sus facciones. Es tan endemoniadamente varonil, que debería pagar alguna clase de impuesto extra, por poner en riesgo a la población civil a su paso. Por que estoy segura, que más de un hombre, heterosexual o no, también se voltea a verlo.
- Una foto dura más - apunta con chulería, sonriendo de lado. Ruedo los ojos por que así como esta de bueno, así es de idiota.
- ¿Pará qué? Te veo todos los días - replicó fingiendo fastidio, pero la situación me causa diversión. Recojo las piernas y las abrazo, para apoyar una mejilla en las rodillas y clavar mis ojos en él, sin vergüenza alguna - ¿que era eso que querías decirme? - el pesado suspiro que sale de sus labios, me indica que es un tema que le cuesta. No sé que me dirá o de que se trata pero guardo silencio y espero paciente a que él se decida a hablar.
- Luke Butler - levantó mi cabeza, al reconocer el nombre. Era el hermano mayor de Clint, lo vi solo dos veces en la vida, la primera vez que el coronel me invitó a su casa y el día de nuestro grado. Ya alguna vez Ben me contó que fue su mejor amigo, junto a Vinc y que también perteneció a los Alfas, de hecho yo soy su remplazo, y por Lara sé que fue la última baja de Zare "como tres meses antes de tu llegada, por eso estábamos incompletos para servicio" esas fueron sus palabras, algo que yo ya sabía, pero desde entonces no me ha mencionado más nada - fue el mejor amigo, compañero y soldado que pueda existir. Siempre sabía que decir, siempre estaba ahí cuando se le necesitaba, siempre estuvo ahí para mí - su voz suena apagada, rota, le cuesta hablar de este tema, lo sé. Lo siento.
- Alex yo... No tienes que hacer esto... - trato de detenerlo pero él me da una mirada tan intensa, que me deja sin habla.
- Quiero que lo entiendas Scar - me acaricia la mejilla, con una de sus grandes manos y sonríe débilmente - Clara era su prometida - me enderezó al escucharlo. Asiente a mi pregunta no formulada y vuelve su vista a las estrellas - cuando murió... ese día yo iría con él... pero Lara se había metido en problemas, con un chico de otro escuadrón y la envié a ella a cubrirlo en mi lugar, como castigo. Era una tarea fácil, solo era la ronda de seguridad y ya, pero resultó que Zare los emboscó. Lara dio la alerta y logró cubrirse, hasta que llegamos, no mucho después. El muy maldito le voló los secos, cuando estábamos por llegar y después desapareció en medio de la nada. Clara quedó muy mal, pues a nuestro regreso, ellos se casarían... ella ya estába embarazada - una extraña pesadez en mi pecho, me roba el aliento de golpe. Sé donde terminara todo esto y es más por culpa, que por honor o amor.
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La leyenda de escarlata
Action"una leyenda no siempre es una fantasía, donde los personajes son míticos, sus actos hazañas y sus palabras sabias. La mía habla de guerra, muerte y destrucción. Pero también de algo mucho más trascendental: el amor"