Cuando llego a la central, tomo el camino más corto a la oficina del padre de mis ahora hijos, pero me encuentro con Vinc en el camino, enfundado en su traje táctico y cerrando la puerta a la que me dirijo.
- ¿Alex esta ahí dentro? – inquiero, pasando por su lado, sin despegar mis ojos del nombre en la madera, es una linda caligrafía para su lápida, pero me detengo al escuchar su respuesta.
- No, esta en el simulador con los nuevos – giro y pasó por alto el hecho de que no son horas para hacer una práctica así. Me regreso por el pasillo, con la mole de músculos siguiendo mis pasos – decidimos hacer este ejercicio para que se distraigan un poco. Aunque tienen los trajes, solo estamos usando pintura. La semana ha sido algo agotadora para todos – me informa pero yo no respondo. Llegamos a la sala de simulacros y me pongo solo el antibalas, que reposa en las estanterías junto a la puerta, para ingresar – ¿vas a entrar solo así?
- Descuida, Vini – replicó mordaza, causando qué su mirada refleje preocupación, mientras me pongo el comunicador – no seré yo la que necesite de tu ayuda al salir de ahí, así que te recomiendo estar preparado – sin escuchar sus llamados, exigiendo una explicación, me interno en el simulador, con mi Glock en mano, en busca de mi futuro difunto prometido.
En el camino veo a la Rogers sonreírme guasona, detrás de un roido muro, la cual me apunta y dispara una bala de pintura. Esquivo su proyectil y percuto mi arma contra ella, dándole en el hombro.
- ¿Que fue eso? – escucho la voz por el comunicador de Alex.
- Scar esta dentro, va armada y déjame decirte que se ve muy cabreada, hermano…
- Eso es un tierno eufemismo Croft – apuntó sin disimilar mi sarcasmo.
- La intercepte pero me disparó… – se queja Samanta.
- Agradece que no te volé la cabeza por buscona. Para ser como yo te hace falta vida, niña – le respondo ácida dejándola atrás.
- Esta completamente loca.
- Y no sabes cuanto cariño, así que te recomiendo quedarte donde estas, por que con esta loca no lidia cualquiera – admito a la réplica de la castaña y a lo lejos, por uno de los corredores, veo venir la importante figura de Alexander ¿Cómo es que todo le queda bien? No lo sé pero justo ahora, tampoco me importa. Sin temor alguno, levantó mi arma y le disparo, haciéndolo retroceder con la mano en el pecho, donde le doy el primer impacto.
- Demonios!!! Scar, que eso duele…
- Y espera a que te ponga las manos encima. No sabes cuanto dolor puedo llegar a hacerte sentir, por inconsciente e idiota.
- ¿Pero y ahora que te pasa? No te he hecho nada…
- Haces lo que se te da la gana siempre – no me importa en absoluto que todos se enteren de nuestra disputa. Estoy tan enojada con él, que me importa una mierda ser discreta.
Mis bellos se erizan repentinamente en alerta y esquivo el cuerpo que se arroja contra mi, esta suka no aprende. La Capitán Rogers gira tratando de darme una patada en la cara pero tomo su pie con una sola mano, lo giro enredando mi brazo en su extremidad pasándolo debajo de su rodilla y cierro mis falanges en la carne interna de su muslo, tiro de ella e impacto la culata del arma en su nariz, causando que caiga al piso entre quejidos y sangre – te dije que te quedaras donde estabas. En este problema no tienes velas, suka pero puede que tengas razón y después de esto, él sí necesite a una mujer como tu… – sigo mi búsqueda y vuelvo a disparar, cuando lo veo tras una muralla.
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La leyenda de escarlata
Action"una leyenda no siempre es una fantasía, donde los personajes son míticos, sus actos hazañas y sus palabras sabias. La mía habla de guerra, muerte y destrucción. Pero también de algo mucho más trascendental: el amor"