La leyenda de escarlata

⚜️Capítulo 57⚜️

El edificio de los F/A posee tres plantas. La primera está destinada a las áreas comunes, como cocina, sala de estar, salón de juegos, etc, tiene dos entradas; la principal que da al salón y por la cocina. La segunda planta es destinada al área de trabajo, sala de tácticas, oficinas, sala de reuniones y de comunicaciones o despliegue informático. Y en la tercera están las  habitaciones del equipo y baños. Los gimnasios, salas de simulacro, campos de tiro y demás, quedan en una estructura aparte.

Mientras avanzó a la oscura estructura de ladrillo, sigo eliminando enemigos en mi camino. Son muchos, pero por sus movimientos, parecen ser profesionales, más sospecho que no todos pertenecen al mismo grupo o trabajan en una alianza. No he podido identificar su origen, ya que todos están encapuchados y sólo el color de sus ojos o la forma de estos, y miren que soy buena adivinando, no me han bastado para determinarlo.

No me detengo hasta alcanzar el costado de la edificación y dado que los flancos y el área posterior están cubiertos de enemigos y soldados, decido ingresar por arriba. Escaló rápidamente, hasta alcanzar uno de los balcones de la última planta e ingresó a la habitación sacando mi Glock, mientras escaneo con la vista el lugar, despejado.

-         No son tan buenos como pensé – dice una voz desconocida, tras la puerta de la habitación donde me encuentro. Abro con cautela, solo un poco para ver mejor el panorama – estas muñecas son más para follar que para luchar – Aún se escuchan detonaciones en la primera planta, lo que quiere decir que no saben que ya tienen enemigos dentro.

Hay dos chicas atadas de manos, pegadas a una pared con el individuo frente a ellas, y de espaldas a mi. Desde mi ángulo, no alcanzo a ver con quien habla y de cuántos se trata, pero si no hago algo, las mataran sin que los demás se den cuenta. Eso después de divertirse con ellas, según parece.

-         No – replicó, dejándome ver y descubro que son tres – somos mejores que eso – sin más levantó mi arma y la percuto contra el sujeto, esquivo un proyectil que va a mi cuerpo y llevo mi mano atrás para sacar mi espada y hundirla en el pecho de quien me disparo.

-         Muy ágil, pero olvidaste uno muñeca – les sonrió a las chicas que están frente a mi con burla. Miró mi arma después a una de ellas, y a mi espada. Este no sabe con quien se mete.

-         En realidad – alzó mi espada levemente para cortar la cinta de las muñecas de una de las chicas y soltarla de sus ataduras, le guiño y después veo el arma, ojala que entienda – solo pretendo que todos nos divirtamos – lanzó el arma en el aire, la chica la toma con habilidad y dispara tras de mi. Veo sobre mi hombro y descubro que le dio en la cabeza, es buena – buen tiro soldado…

-         Thomson señor – me indica la chica – pero me temo que no sabemos quien es usted - Quito el pasamontañas de la cabeza de el que mate con la espada, rasgos normales, no es europeo o extranjero, es nacional.

-         Oh… lo sabrás pequeña – le guiño de nuevo, recordando que ese nombre me es familiar, más ahora no tengo tiempo para confraternizar – ¿sabes en que línea están los demás?

-         En la 5 señor – me informa la chica, me pongo de pie y giro buscando en el comunicador.

-         Bien – pongo el canal que me indica y de inmediato las voces conocidas de los chicos me llenan los oídos, reprimo mi emoción y dejó mi comunicador en silencio. Veo a las subalternas y les doy un arma a cada una – hay que averiguar por dónde ingresaron estos y evitar que entren más. Daré apoyo abajo para poder volver, están atacando el edificio administrativo de la base. La ministra está ahí – respiro profundo al recordar con quien está – los Fantom somos sigiloso, ágiles e indetectables. Hagan gala de esas cualidades, para eliminar al enemigo y avisen cuando neutralicen la amenaza. Están encargadas de esta tarea ¿puedo confiar en ustedes?