⚜️Capítulo 61⚜️

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Con los días nos fuimos adaptando a la dinámica del equipo. Los nuevos se notaban complacidos de tenerme de regreso, así como también Morgan, quien ahora practica conmigo en el campo de tiro para mejorar su marca, aunque no es tan malo como dice, y Fiorella, que me pone al día de todo lo que ha pasado durante mi ausencia, además de enseñarme a usar los nuevos programas y la tecnología con la que ahora trabaja el equipo.

Como ya lo dijo, vive con Vinc, aún no se casan por qué ella no está segura. Dice amarlo pero que él tiene actitudes que no le gustan y son estas últimas las que la ponen a dudar, de que las cosas funcionen bien entre ellos.

Erick también se muestra contento conmigo, aunque más distante, nunca fuimos amigos pero siempre me admiro y sé que si ahora no lo quiere demostrar, es por no molestar a su superior.

- Así que aquí te escondes - sonrió sin poder evitarlo y bajo mi arma para verlo. Estamos en una de las salas de tiro de la base, en la central también tenemos de estas pero quería estar sola.

- Lo dices como si me buscaras hace mucho... hasta donde sé, no has ido a la central a saludar. Yo diría que quien se esconde es otro - le recuerdo y él se acerca para abrazarme, esto se está volviendo costumbre al parecer, le regreso el abrazo con fuerza.

A pesar de nuestra fallida relación, nuestra amistad siempre fue más importante para mí, William es un fragmento de mi historia que recuerdo con cariño, pues no terminamos en malos términos.

- Dios... no sabes lo que te he echado de menos - se separa de mi y me escruta el rostro, mientras le sonrió - y si no he querido ir por allá, es solo para evitar tener problemas con tu pareja - eso me hace reír a viva voz y él me ve extrañado - pero me alegra saber que ahora te ríes hasta de mi.

- No estamos juntos, Will - comentó cuando me recompongo. Me da una mirada suspicaz y ruedo los ojos, otro que quiere explicaciones - tenemos una hija y por ahora vivimos bajo el mismo techo. Digamos que nos acogió cuando llegamos, por que mi departamento aún no está listo. Tengo poco de haber llegado a Washington también.

- Pero te sigue cuidando como si fueras suya. Aún da esas miradas de "la tocas y te mató" - suspiro con pesadez, ese es otro tema del que no quiero hablar, hago una mueca - supe lo de tu hermana y de verdad lo siento, pero cuando te busque para saber como estabas, no logré dar contigo...

- No estuve por aquí hasta hace poco, como ya te dije - sumo los hombros y su cara revela que tiene aún más dudas - es una larga historia...

- En ese caso, déjame invitarte a un café ya que tengo algo de tiempo libre y por lo que veo tu también, y así nos ponemos al día. Yo también tengo mucho que contarte - sugiere con cautela pero le sonrió. Afirmó con la cabeza, de verdad que quiero saber de su vida. Dejo las antiparras en su lugar y guardo mi arma en su cartuchera - por cierto conocí a tu hija hoy. Es igual de dulce que tu.

- ¿Fuiste a la guardería? - preguntó saliendo del recinto y lo veo asentir.

- Sí, mi hijo también está en la guardería y debo decir que la dulzura de ojos impresionantes lo tiene loco. No lo culpo es hermosa, aunque su mirada a veces es como la de su padre.

- ¿No es algo grande para estar ahí tu hijo? Debe tener como siete ¿no? - ahora es él quien suspira.

- Te dije que tengo mucho que contarte. Definitivamente necesitamos ese café - declara y caminamos a él comedor mientras le cuento algunas cosas de la base, aunque no sea la más indicada para hacerlo, ya que soy tan turista como él ahora. Hacemos nuestro pedido y buscamos una mesa en la segunda planta. Cuando tomamos asiento, suspira pesadamente y mira su bebida - seguí tu concejo Scar, regrese a casa para solucionar las cosas con Cleir pero cuando llegue, ya era tarde. Tenía listos los papeles del divorcio y su hijo ahora lleva el apellido de su verdadero padre, desde mucho antes de mi regreso, con el viven ahora.

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora