La leyenda de escarlata

⚜️Capítulo 22⚜️

El silencio ensordecedor de la habitación, empieza a ponerme nerviosa. Tras escupir su pregunta mal formulada, nos sumimos en un mutismo, que ninguno de los dos a querido romper y creo que es por el mismo motivo, aunque por diferentes razones. Miedo.

- ¿De todo lo que te dije, no escuchaste nada? - digo al fin frustrada. Sé que él no me ha perdido de vista, porque mi cara quema justo donde siento sus ojos sobre mi.

- No lo has negado... - murmura despacio, abatido, como asimilando la información.

- Alexander esto es importante... te estoy hablando de...

- Tu eres importante para mí - me corta y se acerca un poco más. Me enderezó en la silla, tratando de conservar cierta distancia y desvío mis ojos de su rostro.

- Hay acciones que le quitan peso y veracidad a las palabras Alex - no miento cuando digo que la punzada en mi pecho, se hace cada vez más fuerte, cuando regreso a ese día. El protegiendola, sus palabras, su mirada...

- Te lastime y no sabes como lo siento bonita... - trago duro y parpadeo rápidamente para evaporar mis lágrimas.

- Eso ya no...

- No digas que no importa, por qué el haberte fallado, no haber confiado en ti, me ha costado tenerte - su voz se escucha sincera, pero es la misma que decía confiar en ti... no puedo... no puedo... intento levantarme, para tomar distancia pero sus manos toman los brazos de la silla y previendo mi acción, elimina por completo la distancia entre nosotros, acorralándome contra el respaldo - contéstame por favor... ¿te iras? ¿Nos dejaras? Tu me...

- Sí Alex, me voy ¿feliz? - su semblante cambia por completo - no me puedo quedar donde no me quieren Alexander. Tuve que decirte todo esto para que confiaras en mi y aún así, que tu ya lo sepas, no cambia el hecho de que yo hace meses no formó parte de tu equipo...

- Pero eres parte de el - se acerca mas y toma mis manos - quédate conmigo bonita... Por favor. Ya he perdido demasiado, pero no quiero perderte a ti también - suelto sus manos y retiro la mirada de la suya.

- Iremos a juicio Alexander. Nos separarán de todas formas. No tiene caso quedarse cuando sé que me señalarán y la confianza es algo que para mí, cuando se pierde es difícil volver a tener... yo no puedo... no quiero pasar por todo esto de nuevo...

- Escúchame - ahora toma mi rostro entre sus manos. Su mirada intensa me atrapa en ella, me hipnotiza y baja mis defensas - haré todo lo que pueda para recuperarte, para demostrarte que soy de fiar, y que podemos ser felices juntos pero no puedo hacerlo si no te tengo cerca. Por favor, dame una oportunidad, una última oportunidad para demostrarte que podemos hacerlo - de verdad quiero estar con él pero sé que no podré borrar de mi memoria todo lo que pasó. Yo no soy un ángel tampoco, más cuando me fallan... Pero también es cierto que no le puedo exigir algo, que yo ya no le daré al cien por ciento.

- Alex - su nombre sale de mi en un ruego, pero no funciona, se acerca aún más. Necesito que se aleje ya, antes de que los latidos de mi corazón, me impidan escuchar mis ideas.

- Te juro por todo lo que soy, que no te volveré a fallar. Me ganaré tu confianza nuevamente. Cuando todo esto se sepa, los chicos también lo harán, estoy seguro... Pero por favor, bonita. Debes darnos una oportunidad para demostrarlo. Yo te amo... Y sé que no puedo remediar lo que hice pero puedo demostrárte que no volveré a dudar de ti. Te lo estoy pidiendo de rodillas amor... Solo quédate a mi lado, permíteme hacerte feliz... - para este momento, mis lágrimas ya descienden libres por mis mejillas, mismas que él borra con sus pulgares, mientras sus orbes súplica con tanta sinceridad que claudico.

- No me falles... - no puedo seguir hablando, ya que sus labios se adhirieren a los míos.

Estoy flotando cerca del cielo nuevamente. Es la mejor sensación que pueda existir, y hasta ahora no la recordaba. Sus manos se cuelan bajo la camiseta, tomándome de la cintura para alzarme. Mis piernas se enredan, automáticamente en sus caderas, alineando nuestros sexos sobre nuestras prendas.