⚜️Capítulo 4⚜️

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Luego de intentar calmar los ánimos decidimos dormir. O bueno intentarlo en mi caso. Las pesadilla son mi pan de cada día y debo soportarlas. Lo bueno es que con pocas horas de sueño me basta. A las 4 am ya estoy despierta y lista para salir. Ya no me levanto gritando y agitada como antes, solo en algunas ocasiones y gracias a Dios he estado sola para poder lidiar con ellas.

Sin despertar a mis compañeros, salgo de la cabaña. Estiró mi musculatura y me dispongo como todas las mañana, a correr sin freno, antes de empezar la rutina con ellos. Tengo mucha más resistencia que ellos y no me gusta presumir de ella pero si no corro antes, quedo a medias.

Faltando un cuarto para las 0500 horas, regreso y me combinó la camiseta para evitar que se note demasiado que llevo una hora más que ellos de ejercicio. Salen todos como cada mañana y me saludan. Creo que aún piensan que me despierto antes para usar el sanitario por pudor.

Estabamos en el gimnasio haciendo nuestra rutina diaria, cuando un soldado se acercó a Alexander a informarle de un llamado. Fuimos solicitados para dar apoyo en una situación de emergencia.

En el centro de la ciudad, para ser más específicos, en el Banco Central, valga la redundancia, un sujeto ingresó a primera hora de la mañana, y después de hacer la fila para llegar a la ventanilla, exigió el dinero del funcionario y este después de dárselo, activo la alarma, motivo que le costó una bala.

Hasta ahora lo que sabemos es que hay dos heridos, el cajero ya mencionado y el guardia de seguridad. Tiene a unos 10 rehenes más, aparte de los heridos, entre ellos a una chica como escudo humano, la cual es bastante joven, según el informe. Novoa se unió a los de comunicación para mantenernos informados, Mercer y Croft, están estudiando otro ingreso terrestre, Reyds esta con la policía hablando sobre el plan de ingreso y Morgan y yo, somos los halcones.

- Morgan ¿me copias? - susurro por el comunicador. Estoy a espaldas del sujeto, en un edificio de apartamentos cruzando la calle frente al banco, en el segundo piso para ser específicos.

- Adelante Ross - contesta mi compañero.

- ¿Tienes buena visual del objetivo? - espero que si.

- Lo tengo en la mira pero no es un tiro limpio, los rehenes están sentados bajo el mostrador de las cajas pero tiene a la chica casi sobre él, tan así que la pobre casi no puede apoyar sus pies en el piso - me informa - esta metido detrás de ella el muy cobarde, y no puedo darle sin herirla a ella - subo la cabeza y vuelvo a mirar el informe policial.

Ya el sujeto fue identificado, no tiene pasamontañas para ocultar su identidad, y no ha hecho exigencias imposibles, como transporte o pagos millonarios, sólo comida. Tampoco registra historial delictivo previo y a pesar de lo que dice Morgan, no ha tratado mal a los rehenes. Esto no terminará bien.

- ¿Y si te doy el espacio que necesitas para ese tiro? ¿Crees poder abatirlo sin herir a la chica? - inquiero sabiendo que nos escucha todo el equipo.

- ¿De qué estas hablando Ross? - y cómo lo supuse, ahí está mi jefe.

- Un tiro en conjunto - le digo.

- ¿Un que? - Dios, dame paciencia, ¿como llegas a ser franco sin saber algo así? respiro hondo antes de explicarles.

- Se le dice así por que es un tiro casi en simultáneo, en este caso. Se le dispara al objetivo desde dos flancos diferentes para neutralizarlo. Desde donde estoy yo, solo le puedo ver el brazo izquierdo y parte de su pie, pero Morgan lo tiene de frente, aunque la chica le bloquea el tiro. Si le doy en el brazo al sujeto, con el dolor de la herida y el peso de la chica, cederá su agarre el tiempo suficiente para que Morgan tenga un tiro limpio.

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora