⚜️Capítulo 12⚜️

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No sé que esperar de esta situación. Aunque no me es desconocida, pues he estado en batalla más veces de las que me gustaría recordar, jamás temí tanto perder a alguien. La opresión en el pecho crece a cada paso cauteloso que doy, imaginando los peores escenarios, al no dar con ellos. Solo espero que los demás esten bien, y podamos salir de aquí completos y pronto. No quiero enterrar a nadie. Prometí regresarlos a todos sanos y salvos a casa.

Me asomo con precaución tras una pared medio destruida por las detonaciones e impactos de bala. Hay un largo pasillo con sólo dos puertas y algunos cuerpos enemigos esparcidos por el piso. Eso debe ser buena señal ¿no?

Una de las puertas se encuentra abierta, al asomar la cabeza compruebo qué la habitación, está despejada completamente. Parece una oficina que tuvo mejores tiempos, lo deduzco por los archivadores casi desarmados y unas cuantas sillas de escritorio regadas en el piso. Es todo lo que veo desde la entrada. La otra puerta esta cerrada, pero escucho susurros casi imperceptibles, en el sepulcral silencio del corredor. Deben ser ellos.

- ¿Croft? - llamo con voz cautelosa y sigo avanzando a ella. Escucho el click del seguro y veo la madera empezar a abrirse con lentitud. Levanto mi arma por precaución y los latidos de mi corazón se aceleran a cada centímetro que cede la puerta. Cuando esta casi abierta, veo el distintivo camuflado de nuestro uniforme lleno de sangre y polvo en algunas partes. Trago duro y sigo esquivando cuerpos a mi paso - ¿Croft? - repito, está vez un poco más alto y el cuerpo del mencionado, se deja ver al fin. Las cuencas se me inundan de lágrimas al verlo completo, con algunos golpes pero completo después de todo. Suspiro de alivio y corro hasta él para irme encima suyo. Lo abrazo con fuerza, reprimiendo las ganas de llorar por saberlo a salvo - casi te disparo idiota.

- Yo también me alegro de verte Scar - bromea conmigo, mientras me devuelve el gesto. Me separo para escanear el lugar y veo al rubio menor sonriendo en medio de la habitación - ¿tu como estas? - su pregunta hace que vuelva a mirarlo y descubro que me repasa con sus ojos, estudiando mi aspecto.

- Yo estoy bien. Solo algunos rasguños que me hice antes de llegar aquí - le explico pero su expresión no cambia.

- Si, algo escuchamos de eso - al fin sonríe.

- ¿Y para mí no hay abrazo? Y eso que soy tú polluelo - se queja Morgan para que mis ojos vuelvan a él y sonrió por qué ha vuelto otra parte de mi alma al saberlos con vida. Voy hasta él y lo abrazo por los hombros, ya que esta sentado en una silla de escritorio, con una pierna ya vendada, al igual que su cabeza. Sangre escurre por sus oídos y tiene una herida en el hombro que aún estaba a medio curar.

- No eres mi polluelo, eres mi pichón - bufa por el horrible apodo haciéndome sonreír de nuevo - ¿como estas?

- Despertó hace poco - quién me contesta es Vinc - aún está un poco aturdido y le cuesta coordinar sus movimientos, pero creo que estará bien. Estoy terminando de curarlo para poder salir de aqui - me explica. Asiento y tomo el comunicador para informarles a las chicas.

- Aquí rojo uno. Los encontré. Croft esta... ¿bien? - afirma el mencionado, abriendo los brazos y girando - si aún sigue igual de idiota, con algunos golpes pero sobrevivirá y Morgan esta... bueno está consciente.

- Gracias por lo que me toca - revira el último aludido y ruedo los ojos.

- ¿Que quieres que te diga? - me encojo de hombros con simpleza - te faltó poner la otra pierna para empatar el marcador.

- Recibido rojo uno. Me alegra escuchar que están bien - esa fue Lara.

- Avisale a Mercer por favor - pido

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora