⚜️Capítulo 54⚜️

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Escucho la puerta del departamento ser abierta y la persona a la que espero ingresa, aún sin encender las luces. Llevo ya un rato esperando por ella y no me he movido de donde estoy, pensando en lo que le diré, o más bien como se lo diré, pero todo depende de como se den las cosas cuando me vea.

Se quita los zapatos en la entrada, dejándolos a un lado de esta y pone su chaqueta en el perchero tras la puerta. En una mesita junto al recibidor deja algo y al escuchar el sonido, sé que son sus llaves. Se gira para encender el interruptor de la luz y cuando voltea en mi dirección nuevamente, tiene los ojos pegados a su teléfono móvil, por lo que no logra verme, a esta la matan y ella no se entera. Ruedo los ojos molesta y le hablo, de lo contrario, no creo que se entere pronto de mi presencia.

- Hola Sally - la chica se paraliza, después de dar un bote y levanta la vista de su celular conectando con la mía. Me estudia unos segundos en silencio y cuando el reconocimiento baña sus facciones, comprendo que sabe quien soy.

- ¿Que haces tu aquí? - escupe, con auténtico odio.

Ladeo la cabeza y la observo con detenimiento. Se ve algo demacrada, pálida y más delgada que cuando la conocí, también la está pasando mal por mi amigo, eso es evidente. Pero eso no le quita la hermosura de sus finos rasgos, así como tampoco su porte aristócratico.

- Tengo una charla pendiente contigo y dado que no le has contestado las llamadas a Max, vine personalmente a verte - no estoy de humor para ser amable, no después de ver a Maximo como lo hice, hace unas horas.

- Yo no tengo nada que hablar contigo. Es mejor que te vayas o llamaré a la policía y te haré arrestar, por allanamiento de morada - le sonrió socarrona, antes de morderme el labio inferior y negar. Supiera que te importa un cuerno ir presa. Max lo vale.

- Solo siéntate niña y escucha. Si después de oír lo que tengo para decirte, sigues con tus arrebatos de preadolescente haciendo rabietas, es tu problema pero yo me iré con la conciencia limpia, al saber que hice lo que estuvo en mis manos...

- ¿Y crees que con eso me vas a convencer? - se cruza de brazos, desafiante y vuelvo a sonreír.

- Quizás eso no pero esto, a lo mejor sí - pongo mi Glock sobre la mesa ratona y la chica trata de disimular su nerviosismo, al ver el arma.

- ¿Y ahora me amenazas? No sabes donde te estas metiendo...

- No Sally. Yo no amenazó, yo advierto - la corto hastiada de su actitud de mierda, ¿eso a quien te recuerda? Tu cállate que me desconcentras - ya te dije que solo quiero que me escuches y si no es por las buenas, no me interesa hacerlo por las malas...

- Me piensas secuestrar en mi...

- YA CALLATE DE UNA MALDITA VEZ Y SIÉNTATE!!! - la chica pega un brinco y ya su temor, no lo puede disimular a estas alturas. Toma asiento con cautela frente a mi y traga duro, sin perderme de vista - ahora vas a cerrar la jodida boca y a escuchar, por que la paciencia no es lo mío y me tienes cabreada con la pendejada que te has armando en la cabeza - abre la boca pero cuando elevó la ceja y le doy una mirada glacial, la cierra y asiente. Chica lista - tengo un origen parecido al de Max...

- Otra criminal... genial...

- No Sally... - la corto mordaz ,sin dejar de verla con frialdad - una ejecutora, que es más peligrosa, que cualquier criminal que hayas podido conocer. Mi nombre real quizás ya lo hayas escuchado de labios de Max. Sé que te contó de su pasado y algunas cosas que me pueden involucrar a mi también. La verdad es que no lo sé...

- Si temes que hable con alguien, le jure no hacerlo y de verdad no lo haré...

- No le temo a ir presa, por salvar la vida de Max, Sally y mucho menos por cerrarle la boca, a una mocosa altruista como tu - la chica centra sus ojos en mi con temor, pero su desconcierto e interés me dejan saber que me escuchará - él es alguien importante para mí, y sé que si te confío su pasado, lo eres para él. Por eso te hablaré de nosotros...

La leyenda de escarlata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora