Sobra decir que mi amigo no me ve bonito, después de que lo deje con Tanos en el parque. No he preguntado por lo que hablo con Alex pero el tampoco lo ha mencionado, solo me regaño diciéndome algo que ya sé. No soy una niña miedosa y cobarde, para andar huyendo cada que lo veo y necesito cerrar bien esto, para poder seguir adelante.
Después de eso no hablamos mas del tema, mientras estuvimos en Washington, aún está enojado conmigo pero sospecho que también es por el tema de Sally, su actitud ausente. La chica sigue sin contestar sus llamadas y ya me esta empezando a preocupar, que no me hable de ella.
Hace unos días conseguí un pequeño departamento y estoy empezando a pasar mis cosas con su ayuda. Aunque al principio se negó, le aclare que esto era lo que esperaba por ayuda, no que me mantenga y me tenga en su casa creandole problemas.
El lugar no es muy grande pero es justo lo que necesito y esta a poca distancia de la casa de Max, y también de la base. De hecho es una zona recidencial militar, por lo que es muy segura.
Hoy estoy muy feliz, ya que tengo cita con la ginecóloga y me tomarán mi primera ecografía, en la pasada me hicieron otra infinidad de exámenes y aún recuerdo el sabor de un desagradable líquido, extremadamente dulce, que me hicieron tomar para sacarme sangre, fue repugnante. Lo que más me emociona es que hoy podremos saber su sexo y por recomendación de mi doctora, me atiborre de chocolate para que se mueva bastante, no recuerdo que dijera comete el surtido del mes en un día, pero son detalles.
- Bien Scar. Cuéntame ¿cómo has estado? – pregunta la mujer frente a mí, con una linda sonrisa. Dios, que empalagosa te has vuelto, tu cállate que la embarazada soy yo.
- Pues la verdad es que lo estoy llevando mejor de lo que espere – le comento alegre – ya no tengo náuseas o mareos – recuerdo la última vez que casi me desmayo y Max me llevó al hospital asustado, pensando que podía seguir con anemia, un dramático total, no se lo puedo negar – y las vitaminas me las estoy tomando al pie de la letra. Además, reduje mi rutina de ejercicios diarios, a solo una hora. Lo que me preocupa es la ansiedad, siento que estoy tomando peso y a cada nada me da hambre.
- Es normal – apunta algo en la computadora y me mira nuevamente – solo debes mantener tu peso como hasta ahora y te aseguro que no tendrás complicaciones. Te diría que siguieras la dieta pero sé por experiencia, que es casi imposible resistirse a los antojos – reímos juntas. No se si lo haría de ver la despensa.
La verdad es que cuando eres un soldado activo como yo, nunca estás en casa y te acostumbras a comer en la base o en restaurantes. Sé cocinar y modestia a parte, lo hago bastante bien pero solo de pensar en qué tendré que ordenar la cocina al terminar, se me quitan las ganas y termino por pedir algo. Por eso visitó mucho a Max, ya que si yo cocino, el lava todo después.
- Y también me esta dando mas sueño de lo normal…
- Tuviste un leve caso de anemia transitoria. En tu estado es peligroso, ya que suele reaparecer en los últimos meses de gestación, por eso el cansancio y además por el crecimiento del bebé…
- Entonces creo que será enorme – volvemos a reír. De verdad estoy disfrutando de esta etapa. Desde que se fueron los vómitos matutinos y demás malestares, no ha sido tan complicado, y nunca imagine que sería así.
- Bueno creo que llegó la hora de saber que es lo que será la sanguijuela – bromea ella.
En mi visita pasada, Max vino conmigo y la doctora pensó que era un cruel nombre de un padre a un hijo. No la corregí en su momento y deje que mi amigo sufriera la reprimenda. Ya casi al salir, le aclaro que es el orgulloso tío de mi sanguijuela y la doctora Loson se disculpo por lo sucedido.
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La leyenda de escarlata
Action"una leyenda no siempre es una fantasía, donde los personajes son míticos, sus actos hazañas y sus palabras sabias. La mía habla de guerra, muerte y destrucción. Pero también de algo mucho más trascendental: el amor"