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Odio Que No Te Odio Lasso , Cami 

Diego 

Tocan la puerta una y otra vez, ¡Joder! que me dejen dormir, aun así el timbre no se calla y mucho menos loa golpes que le dan a la puerta, Elizabeth se remueve un poco, está escuchando el ruido y no quiero que ella despierte, necesita descansar, aún así accedo a abrir la puerta,  me levanto, me coloco la ropa interior, aún estoy somnoliento, bajo las escaleras con cuidado, estoy a punto de resbalarme, los golpes en la puerta no paran, estoy molesto por escuchar tanto alboroto y tan temprano. 

Sara 

He llegado hasta el apartamento, estoy molesta, no me ha llamado en estos días ni para preguntarme cómo me encuentro, de seguro está con ella, estoy molesta. Toco el timbre pero no abren rápido, toco una y otra vez con la esperanza de que el baje, pero parece que no lo hará, comienzo a golpear la puerta, no abren, por fin se dignan a abrir, es el, aparece recién levantado, está ropa interior, entro al apartamento sin siquiera esperar a que me de el paso, el resonar de mis zapatillas se escucha alto y claro, para que ella sepa que estoy aquí. 

-¿Qué haces aquí? 

- Ya que tu no me has hablado para saber cómo estoy he venido a verte, después de todo eres mi novio 

- No he temido tiempo - dice 

- Claro yo tampoco lo tendría si estoy con alguien más 

- ¿ Cuál es el punto de todo esto ? 

- ¿Cómo que cuál? soy tu pareja y estás con otra, ni siquiera te importa cómo me encuentro después de que ella me atacó, mejor vas y te acuestas con otras y conmigo no has querido hacerlo 

- Puedo acostarme con todas, menos contigo, no te recuerdo  

- Eso qué, tu y yo nos amamos 

- Lo dudo 

- Diego, te amo 

- Lo que quieres es destruir a la mujer que está allá arriba y yo también, después de todo no me cae del todo bien, además de que ella quiere tu empresa, empresa que yo tengo y puedo hacer lo que me plazca con ella, pero bien si la quieres de vuelta te la daré 

- Ya también quiero destruirla - confieso 

Desde que ella fue la causante de que él le arrebatara todo a mi familia la odio, la quiero lejos de aquí, deseo que se siente miserable. 

- Yo la enamoro y después ambos le rompemos el corazón - propone 

- Bien, después de eso seremos felices tu y yo 

- Eso tenlo por seguro, tu y yo seremos felices 

Le sonrío y lo abrazo, le quiero bastante y eso que a penas lo conozco, es mejor estar de su lado que en su contra. 

Elizabeth. 

Un escalofrío me recorre el cuerpo después de haberlos oído, me siento una completa estúpida, me invaden las ganas de llorar pero eso solo me haría más patética, lo único que me queda por ahora es irme de aquí después de que mis manos sanen, tal vez debería enfrentarlos a ambos, tal vez, no lo sé, pero solo perdería ante ambos. 

- Bien, me iré por ahora - dice ella 

- Cuídate - responde el 

Comienzo a dudar, el solo está jugando con ella o está jugando conmigo. Escucho que se despiden de beso , ella ríe de nuevo, espero hasta que ella se vaya y salgo al encuentro de Diego, se viene limpiando los labios. 

- Buenos días - dice sonriendo 

- Hola Diego, buenos días, escuché que tocaron la puerta

- Sí, no era nadie importante, la vecina quería azúcar 

- Lo bueno que tenemos azúcar - respondo 

El me sonríe, me ha mentido, le sonrío de vuelta  y todo se queda en silencio. 

- Ve a la habitación, haré el desayuno 

- No, prefiero quedarme aquí en la sala, tal vez vea la noticias 

- Vale como quieras 

Tengo ganas de gritarle e insultarlo, pero no vale la pena, en lo que estoy aquí le sacaré lo que pueda y después me iré, lo dejaré solo con ella, ya que son tal para cual. 

Diego.

Comienzo a preparar el desayuno, Elizabeth se veía algo extraña, espero que no nos haya escuchado, de lo contrario todos mis planes se irán por la borda, lo único que quiero es que todo esté en orden. 

Mientras hago el desayuno la miro de reojo, ve las noticias pero su mente divaga. hay algo que no la deja en paz, me preocupa que ella sepa de mis planes, si ella se entera ya nada será fácil. Volteo los hot cakes y continuo con lo mío, no me puedo preocupar por algo que aún no ha pasado, ella va a estar bien, yo voy a estar bien y mis planes irán en mejor marcha. Termino de hacer el desayuno, dejo los trastes en el fregadero y preparo la encimera, pongo una rosa en un pequeño florero de cristal, veo una y otra vez que las cosas estén en orden y la llamo, ella voltea y me sonríe. 

- ¿Qué haz preparado? 

- Algo bastante simple, no soy muy bueno en la cocina 

- Por fin algo en lo que no eres bueno 

- Es por eso que Clau se encargaba de esto 

- La recuerdas después de todo 

Siento que eso ha sido con un toque de reproche, pero trato de hacer caso omiso.

- Sí, algunas cosas, casi nada, pero entre esos recuerdos estás tú, tú sonrisa, tu mirada sincera 

- Sí, siempre he tratado de ser sincera 

Hay algo detrás de lo que acaba de decir, pero haré de cuenta que no lo he notado. 

- Deberías desayuna 

- Tal vez debería ir con mis amigos - dice 

- ¿ No te sientes a gusto aquí? 

- No, no es eso, es solo que tal vez tu tengas que salir y bueno mis manos, soy una inútil por ahora 

- Entiendo , tal vez no te sientes cómoda aquí, si quieres irte con ellos no te detendré 

Lo que acabo de decir parece sorprenderle y a decir verdad a mi también, pero si amas algo o alguien déjalo ir y si regresa es que es tuyo y si no, es que nunca lo fue, además no quiero lastimarla más de o que ya he hecho. 

- Gracias - responde 

- No tienes que agradecer, después de todo sé que no confías en mi y no puedo hacer nada para que confíes en mi

- No, no puedo confiar en alguien que quiere enamorarme para después votarme como basura - responde 

- Ya veo, haz oído todo 

- Sí - responde dolida 

- Te he dicho que el no tener memoria no me hace tonto, sé cuando alguien me miente y Sara lo hace, ella está ilusionada conmigo, cree que me ama y es capaz de todo, así que le he dicho que te enamoraré par después votarte, pero en realidad la enamoraré a ella para votarla y después que ella sufra, por mi parte planeo devolverles la constructora, pero en ruina, los empleados irán a mi empresa, la cual será dirigida por David después de que termine la escuela y bueno estar contigo, Elizabeth, no miento esta vez.

- Es que no te creo 

- No me importa solo haces haré lo posible por demostrarte todo lo que siento por ti y lo que soy capaz de hacer, solo no me dejes 

Es ahora que me doy cuenta que ya dependo de ella y que si ella me lastima no podré odiarla. 

El EstafadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora