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- Diego, Justo hablabamos de ti - dice Daimón de manera amistosa

- Espero que cosas buenas

- Siempre- responde Danna

Diego sonríe

- Ah, cierto Kim, nos ha presentado a una amiga- dice Dash

- Oh, una amiga nueva

- Si, se llama Sara- responde Kim

Me mira, siento mis mejillas arder, esta mañana hemos discutido y ahora ¿ Cómo debo actuar?

Diego me mira con intensidad, toma mi mano, besa el dorso de está sin dejar de mirarme.

- Un placer Señorita Sara - dice sobre mi mano

- El placer el mío Señor Diego - sonríe sobre mi mano

Su tacto me quema, hace sentir cierto calor en mi interior.
Puedo sentir las miradas de todos sobre nosotros, me deja y me mira, esto no puede estar peor, el no debería estar aquí, más bien yo no debería estar aquí.

- Pasemos a la mesa, Sara invita el tequila- dice Kim

No sé por que pero creo que estoy en problemas y no sé por que pero me da miedo hacer enojar a Diego.

- Tequila - dice el

No sé a donde voltear, ni siquiera he pedido un tequila.

Pasamos a la mesa, todos se sientan, me siento extraña en este lugar, siento que desentono como en todos lados, es por ello que solo he podido tener como amiga a Kim, sin embargo no puedo evitar que ella conozca nuevas amistades, ella tiene derecho a convivir.

Pasamos al primer trago, todo parece esyar en paz, me siento extraña Diego me mira de una forma intensa, no sé que es lo que piensa, no sé como debo actuar después de la pelea que hemos tenido, estoy algo asustada o mejor dicho, me siento incómoda.

No quiero ser aguafiestas, pero no me siento a gusto aquí, no es por culpa de ellos, es solo que yo no sé como acajar aquí, me miro los dedos, me lo pienso mucho antes de levantarme con cuidado, me cuesta por las muletas, pero nada del otro mundo.

- Ahora vuelvo- digo cuando todos ven que me levanto

Voy directo al baño, llego y abro la llave del lavamanos, me mojo la cara, estoy roja, siento calor en mi ser, esto no puede estar pasandome, no ahora.

- Creí que esperarías más- volteo a la puerta y ahí está

Entra al baño de mujeres y cierra con seguro, puedo argumentar que esto es un acoso, me siento extraña, asustada

- Creo que debería salir de aquí Señor Betancourt

- Creo que deberías irte de aquí Sarita, no tienes ni un solo centavo y estás aquí gastando en una botella...o ¿ Es que a caso dejaste tu dignidad a un lado?

Me sonríe de manera sugerente, aprieto los dientes, no quiero hacer un espectaculo aquí, no es el lugar, no es el momento y mucho menos algo que me corresponda por ahora, no puedo ni siquiera salir corriendo de aquí.

- No, no he aceptado ningún dinero suyo - respondo

- Ah, creí que si

Niego con la cabeza, no sé que es lo que quiera, pero yo solo deseo irme, trato de salir del lugar pero se interpone en mi camino.

- Señor Betancourt por favor dejeme salir

- Te dejaré ir, claro, antes de que le diga a todos que eres una interesada

- No lo soy

- Para mi lo eres, todps aquí detestamos a las interesadas

- ¡No soy una interesada!- grito

Le tiro una bofetada, la mano me arde al hacer contacto con su mejilla, veo que su cara se pone roja, me toma del cuello y me lleva hasta la pared, las muletas caen haciendo un ruido fuerte, siento como me comienza a faltar el aire.

- Eres y serás lo que yo quiera que seas, su quiero que seas mi zorrita lo vas a ser, si quiero que sea una mujer de sociedad lo vas a ser y si ahorita te quiero tocar eso haré

Mis pipulas no se apartan de las suyas, no sé a que vienen todas esas palabras, no me conoce, no lo conozco, no comprendo nada y me asusta.

Me desabrocha el short con una gran habilidad, me sujeta del cuello, estoy paralizada, no sé que hacer, no puedo huir, no es que sea una mujer debil, no, no lo soy, au agarre es mas fuerte, me concentro en respirar, mis manos sujetan su mano, me acerca su rostro y me besa, su beso es torpe, sabe a limón....no sé, ni siquiera puedo saberlo.

Su mano se introduce en mis bragas, busca tocarme, esto es con completo abuso a mi persona, trato de decir algo pero no puedo, no sale nada de mi boca, necesito respirar, me toca de una forma dolorosa, las lagrimas brotan de mis ojos, me muevo.
Deja de besarme, me muerde el cuello.

- Deja de moverte o te voy a lastimar

No hago caso, quiero que me deje salir y dejar a un lafo esta ofensa a mi persona.

Logro tomar algo de valor y fuerza para golpearlo en la entrepierna, por suerte le atino, se queja y me voy como puedo de ahí, me duele el pie pero necesito irme, me duele un poco mi intimidad pero no es comparado a mi orgullo, las lagrimas aun brotan de mis ojos, llego hasta la salida del lugar, nadie me ha visto, tomo un taxi y pido que me lleven hasta su apartamento, sé que no es el lugar más seguro, pero ahí están todas mis pertenecias, además de que por ahora no puedo ir a otro lugar.

Llegamos hasta el lugar, agradezco llevar lo suficiente como para pagar la tarifa del taxi.
Voy cogeando hasta el lugar, llego con dificultad hasta el elevador, paso la tarjeta que me dió y espero hasta llegar a su puerta, me pego a la pared, me dejo caer y comienzo a llorar, realmente soy una estupida por no querer aceptar mi destino y querer vivir con medios propios, por querer ser una chica independiente, además de no querer tocar dinero mal habido.

Me doy consuelo, solo tengo que soportar un poco de tiempo hasta que mi pierna esté bien, hasta que me pueda valer de medios , propios, solo hasta ese momento.

El EstafadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora