Me duele la cabeza, siento algo de náuseas, creo que vomitaré, ni siquiera se en donde me encuentro, lo último que recuerdo es....abro los ojos, me ubico, me duele el vientre, mi mano va directo a la zona que me duele, me muevo un poco, pero estar aquí acostada es incómodo, tengo una intravenosa en la mano, al menos Diego no me mató.
Sigo sin comprender nada de lo que le ha pasado, sin embargo mi vida peligra a su lado, por otra lado está Diane y el hecho de que el y sus amigos son unos estafadores, viven de mujeres necesitadas de amo y de atenciones.
Después de esto me iré de su casa, creo que es mejor así, tal vez acate las órdenes de la abuela y termine casada con quién sabe quién y manejando la compañía, después de todo creo que se lo debo a Sara.
Exhalo, esto es tan exasperante, quiero salir de aquí.
- Hola Sara
Levanto la mirada y me encuentro con Dominick, viene vestido con un traje hecho a la medida de color azul marino, su corbata azul y su camisa blanca solo lo hacen más formal.
- Hola - respondo
- Lamento lo que ha pasado con Diego, creo que está muy mal, sus idas al psicólogo no le han estado funcionando - se rasca la cabeza
- No, no pasa nada, igual no tengo quién me llore
- No lo creo -Le sonrío - se que tal vez no te quieras quedar en casa de Diego y es entendible, si quieres....la puerta de mi casa está abierta para ti el tiempo que necesites
No me quieren dejar ir, creo que desean la compañía de los Olvera.
- Tal vez lo haga, después de todo no puedo estar con alguien que quiera asesinarme
- Si, claro, es la primera vez que sucede, Diego siempre ha sido muy cabal - lo piensa- bueno, dentro de lo que cabe, el nunca había lastimado a nadie más que a...
Cierra la boca, su silencio me preocupa, no quiero ser parte de algo malo, no quiero ser participe de lo que entre ellos sucede, sin embargo tampoco quiero depender de la abuela, si logro llegar a dirigir la empresa me puede desligar de la abuela, sin embargo no deseo irme tan rápido de aquí, parezco una niña de 15 años que no sabe lo que quiere y desea.
- Creo que iré a casa de Diego por mis cosas y me quedaré contigo, si no te molesta
- Yo nunca estoy en casa, realmente el club que manejo es lo que me consume, además de que casi siempre salgo del país
- Entonces creo que será una pequeña estancia en tu casa
- Si quieres puedo ir por tus cosas
- No será necesario
Diego entra a la habitación, deja todas mis cosas en el suelo, su expresión es seria, parece que no desea hablar sobre lo que ha pasado.
- Era lo menos que podías hacer - dice Dominick
- Al menos está viva, tengo que salir de la ciudad, debo arreglar unas cosas, si deseas presentar una denuncia en mi contra está bien, te indemnizaré aun más, después de todo es lo mínimo que puedo hacer después de hacerte perder tu trabajo
Ni siquiera le dirijo la mirada, no es como que seamos una pareja enamorada y estemos rompiendo, pero me duele su indiferencia, pareciera ser que las palabras que dije a noche repercutieron mas en mi que en el.
Tampoco quiero tocar el tema, me da algo de vergüenza con Dominick presente.
- Ahh y una cosa más, ahórrate tus sentimientos para ti misma, no me interesas en lo absoluto, haz de cuenta que no nos hemos topado nunca
Sus palabras me hieren.
- Solo era para seguir con vida. los seres humanos podemos decir muchas cosas para sobrevivir
- Felicidades- dice
Mira a Dominick por un segundo y se va.
- Es lo mejor Sara, Diego jamás se va a interesar en alguien , no es un hombre que desee ser amado, puede que no se sienta con ese derecho
Le sonrío a Dominick.
- Solo deseaba vivir, de hecho ya no quiero estar aquí en el hospital
- Debes quedarte aquí, me iré a dejar tus cosas creo que debes descansar
Toma mis maletas y sale de la habitación, me quedo en la inmensidad de esta habitación, siento algo de frío y bastante tristeza.
Me acomodo en la cama y cierro los ojos, comienzo a quedarme dormida.
- Tenía que traerlo, es tuyo después de todo es tuyo, me lo quedé- sigo con los ojos bien cerrados, no entiendo nada de lo que está pasando.
Diego me acaricia la mejilla, esto me está asustando, hace solo unos segundos me dijo cosas extrañas, parecía más frío y ahora me sale con esto.
- Lamento lo sucedido, pero hasta que no esté bien no puedo servir, prometo buscarte en un futuro
No abras los ojos, no abras los ojos, pero quiero verlo, deseo ver su rostro, así que sin importarme lo que vaya a pasar abro los ojos, lo veo tan tranquilo sus ojos reflejan algo más.
- ¿ Qué haces aquí?
- Te traje tu inhalador, no quiero que te mueras por culpa mía
- No te entiendo
- No hace falta que lo hagas- responde
- Creí que ya te habías ido
- Dominick se enojó mucho por lo que te hice, le prometí que me iría y te dejaría en paz
- Dominick mencionó que habías.... mas bien, que tu no habías lastimado a nadie mas que a...
La mirada de Diego se ensombrece , creo que he dado en un hilo bastante fino y tal vez he dado con un punto de no retorno.
- Es algo que no te importa
Y ahí vamos de nuevo, con el mismo Diego inflexible.
- Creo que ya deberías irte Diego, se te hace tarde
- Con respecto a lo que Diane dijo... yo
- No me interesa si follas por dinero y enamoras a las mujeres para quitarles todo, a decir verdad cada quien obtiene el dinero como desea
- Sara yo no quiero que tengas ese concepto de mi, no soy una mala persona
- Me da igual, eres tu el que se desgasta en dar explicaciones que ni siquiera he pedido, no somos una pareja, jamás lo seremos y olvídate de lo que sea que tengas planeado en contra mía, no te daría dinero y por la indeterminación no te preocupes, después de todo no necesito tu dinero, debe ser difícil ganarlo con el sudor de todo tu cuerpo
- No sabes lo que dices, pero tienes razón, no tengo por que perder el tiempo contigo, después de todo no tienes nada de lo que me gusta en una mujer
Diego de va definitivamente y es lo mejor que ha podido pasar entre nosotros, no habrá retorno.
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El Estafador
Teen FictionElizabeth es una chica que aparentemente ha tenido todo, sin embargo todo lo que ha llegado a tener no le pertenece, Sara es su hermana, ella es la dueña de todo lo que ella debe manejar por deseos de la abuela. Sin embargo todo cambia cuando se en...