El portazo que ha dado aun resuena en mi cabeza, me siento algo mal, no digo que me arrepienta ni nada, pero creo que es necesario aclarar las cosas con el, de lo contrario creerá que soy una de esas chicas que se van con el primero, no digo que esté mal o que las juzgue cada quién tiene su código de moral
Como puedo me levanto del suelo, el agua aun cae, llego hasta el chorro de agua, es más fría que hace un rato, me doy una ducha, me he lavado con los productos de aseo de el. Voy cogeando hasta que llego a las muletas, las tomo y me apuro a salir del baño, me detengo en la puerta y veo la puerta de el, por un solo instante tengo la esperanza de que abra la puerta y se le vea normal, si es que el lo es, pero eso no pasa.
Cierro la puerta tras de mi con algo de decepción dentro de mi y no tengo idea del por qué, sin embargo es así como me siento ahora, algo defraudada.
Busco en la caja de mi ropa algo que me cubra, no vaciaré las cajas, temo que en algún momento tenga que huír de aquí, encuentro una playera grande, como puedo me la coloco y voy hasta la puerta de mi habitación, voy por el pasillo hasta llegar a las escaleras, esta vez bajo con cuidado, no deseo lastimarme más de lo que ya estoy.
Llego hasta la sala de estar, huele muy bien, volteo hacia la cocina y veo la silueta de una mujer, es algo delgada y trae puesto un uniforme, debe ser la chica del aseo, voy hasta allá, no hay señales de el, en la barra puedo ver un sobre con mi nombre y una pastilla, los tomo, en ese instante voltea la chica, me mira de arriba a abajo, me siento algo apenada, no estoy en las mejores fachas para que me conozca, mi cabello escurre, me ha mojado la playera, es evidente que algo ha pasado entre el y yo, me duele un poco la cintura y entre las piernas, pero nada más, debe ser debido a la posición.Le sonrío a la chica y lo único que recibo es una mirada fría y asesina.
- Hola señorita, disculpe ¿ Sabe en donde está el Señor Betancourt?
- Diego está en su habitación- responde
- Gracias
Tomo las cosas que están en la barra y voy de nuevo hacia las escaleras, cuando volteo me encuentro con el, lleva puesto un traje hecho a la medida color azul marino con una camisa blanca, corbata a juego y zapatos color café, se ha peinado un poco el cabello, aun así se ve algo desprdenado.
- Ah, Sara, creí que seguías en el baño
- Si, Señor Betancourt, es que quería hablar con usted
- Claro hablemos en privado- me crede el paso
Voy delante de el, no volteo, no tengo cara para mirarlo.
Llego a la primera escalera, me apoyo en las muletas, me cuesta un poco por las cosas que llevo.- Así perderé mi vuelo- me toma en brazos y me lleva hasta mi habitación.
Me deja sobre la cama, la playera se me ha subido, me observa.
-¿ Por qué no traes la tobillera?
- La he olvidado
- Debes usarla, de lo contrario tu pie no sanará
- Diego, las muletas de la señorita - aparece la chica
- Gracias Claudia
Las recibe y las deja a lado mío, la chica se va, no sin antes mostrarme una mirada de odio hacia mi.
- Gracias
-¿ De qué íbamos a hablar? Es que tengo un vuelo y es muy importante
- Claro- respondo- Señor Betancourt am....lo de hace rato, bueno yo...
Sonríe y suelta un poco de aire...no sé si es un suspiro
- No fue nada- responde
No comprendo por que ha dicho eso...¿ Qué no es nada?
-¿ Cómo qué no fue nada?
- Ya sabes....desvirgarte, no le diré a nadie que a tus 24 años eras virgen, no eres la primera
- Ah....no, yo ya no era virgen, hacía un tiempo que...no tenía nada de eso
No es como que le valla a decir que solo lo hice una vez hace diez años.
- No importa, después de todo fue algo placentero.
- Y algo que no va a suceder de nuevo, no es como que valla buscando hombres para...
- No me importa, es tu vida, tu cuerpo y pues no puedo decir nada más
- Gracias....
- Toma - saca un sobre de su saco y me lo entrega
Reviso el sobre con algo de cutela, no sé como actuar ante esto, me siento ofendida, siento asco por el....
-¿ Qué significa esto? - articulo con dificultad
Se encoge de hombros.
- Tomalo como quieras
-¿ A caso crees que yo....- tomo el fajo de billetes y se los arrojo a la cara- Metete tu dinero por donde más te quepa, no soy una puta de lujo a la que le tienes que pagar por pasar un rato
- Sara yo...- trata de razonar
- Usted nada Señor Betancourt, tome su dinero y larguese - grito
- La pastilla, solo quiero asegurarme de que no hayan...
- ¡Oh por supuesto! No valla a ser que sea una arribista que quiere quedar embarazada de un hombre rico para obtener dinero - digo
El solo asiente
- Es precaución
- ¡ Jodete! - grito
Me tomo la pastilla, me cuesta mucho pasarla pero lo hago
- Listo
- Quiero revisar, abre la boca, es solo para asegurarme
Abro la boca, me ve y asiente
- Puede irse Señor Betancourt, pero a la mierda
Se rie, no encuentro la gracia en lo que he dicho, niega con la cabeza
- Debería dejar el orgullo a un lado Señorita Olvera, después de todo, no tiene a donde ir y creo qje debería dejar esos dotes de dignidad y tomar el dinero, diez mil no se desperdician, deje a un lado el orgullo
Me levanto de la cama, ni siquiera me importa el dolor que siento, lo único qur cabe en mi es la ira que me carcome.
- ¡ Largo de aquí!- grito, le golpeo el pecho - soy una mujer decente, si, me falta dinero, pero no necesito follar con alguien para obtener dinero o algún otro beneficio, soy lo suficientemente perseverante para conseguir las cosas con esfuerzo - digo con lagrimas en los ojos, termino de pegarle
- Sara - me toma de las manos
- Salga de aquí, dejeme sola - trato de soltarme- dejeme
- Tranquila
- Vallase
Me suelta de las manos y me toma de la cintura, me pega a el, mi pecho sube y baja, no puedo sentir mas su tacto en mi piel, me quema.
- Dejeme- digo más dosil
- No, Sara dijiste hablar y solo has estado gritando
- Dejeme
Me falta el aire, trato de respirar, de nuevo no puede estar pasadome esto, deben ser las emociones, pero no puedo, me cuesta.
- ¿ Sara?
- Dejeme..en....paz
-¿ En donde está tu inhalador? - señalo mi bolsa, corre en busca de este, lo encuentra después de vaciar la bolsa y me lo da, inhalo, me voy sintiendo mejor- Me voy, creo que te he alterado
Sale de mi habitación y me deja, me recupero ataque de asma, sin embargo no creo que pueda recuperar mi dignidad e integridad
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El Estafador
Teen FictionElizabeth es una chica que aparentemente ha tenido todo, sin embargo todo lo que ha llegado a tener no le pertenece, Sara es su hermana, ella es la dueña de todo lo que ella debe manejar por deseos de la abuela. Sin embargo todo cambia cuando se en...