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Me tenso al escuchar esa voz, al ver sea rostro, me tenso al saber que esa mujer está a su lado.
Ellos pasan, Diego se ve mejor, se ve contento, todos saludad a Sara y a Diego, me oculto, quiero estar lo más lejos de ella.
Diego la trae de la mano y la trata con cuidado, supongo que Sara se ha ganado su cariño en pocos días, siempre fue mejor que yo en ese aspecto.

-¿Quién es ella? - dice Dom

- Es Sara - respondo - ya he visto que el está bien, tal vez debería irme

- Si eso quieres está bien, solo que ya es tarde algo podría pasarte

-¿Algo como qué? ¿Qué me secuestren, qué me torturen? ¿Qué me violen?

- Lo siento yo tal vez no debí presionarte

- No, fui yo la que presionó sabiendo que no puedo hacer nada

- Dom, hermano aquí estás - Diego se acerca y le abraza, lo saluda muy  efusivamente

Ni siquiera repara en mí y está bien, so quería verlo de lejos, deseaba saber que estaba bien.

- ¿Ella quién es? - pregunta

Dom me mira.

- Nadie - respondo

- Señor, me iré ahora - digo

Todos saludan a Sara de manera efusiva también, es como si la conocieran de años, no sé cuál es su plan, pero ha llegado a ellos sin problemas, ha llegado a Diego sin problema alguno y el la ha aceptado.

- Espera yo te conozco - dice

El corazón se me acelera

- No, no creo que me conozca, debo irme

Diego trata de tomarme del brazo, pero sus dedos solo me rozan el brazo, eso hace que un escalofrío me recorra el cuerpo, estoy a punto de voltear y decirle que el me conoce, pero solo quiero verlo vivo, saber que está respirando ya es un alivio para mi.

Me voy hacia la habitación de huéspedes, estoy algo asustada no me ha reconocido y duele verlo con ella, creo que no he pensado bien las cosas, no he deseado causar problemas o qué todos me miren de esa forma tan extraña y despectiva.

Cierro la puerta, pego la espalda a ésta y me dejó caer, mis nalgas tocan el suelo,.me tomo la cabeza, no puedo llorar, mis ojos arden, pero no llegan las lágrimas.
Me levanto del suelo y me voy a la cámara ,quiero ir a dormir, este desgaste mental me está consumiendo, sé mi recuperación es un proceso y aún estoy en camino a esta. Mi autoestima se vio comprometida, todos estos años y no lo había notado por estar tan ocupada siendo mejor para la abuela.

Se escucha el ruido de la puerta, levanto la mirada y me encuentro con ella, se mira bastante bien a pesar de estar en la ruina.

- Hola Elizabeth - me saluda
En su rostro está plasmada una sonrisa enorme ,una sonrisa de satisfacción

- Hola Sara - respondo

- No creí que te iba a ver por aquí

- Dom es mi amigo - digo con simpleza

- Te ves mal, pareciera ser que eres tú la que está en la ruina

- Siempre lo he estado, es solo que jamás me había detenido a ver mi situación

- En realidad no me importa, estoy aquí para destruir lo que más amas

- No sé de qué hablas

- Viniste por Diego ¿No es así?

- Y si vine por él ¿Qué a ti?

- El es mi pareja ahora, el me recuerda a mí, tú no existes

El EstafadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora