El Estafador

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Los resultados de mis estudios están listos, todo parece indicar que estoy bien, según lo dijo el médico solo me abrí la cabeza, no hay mayor daño que ese, me ha preguntado si sufro violencia domestica, me ha tocado decirle mentiras y no es por miedo a Erick, creo que después de verme al borde de la muerte me di cuenta que yo no tengo nada que perder, en cambio el si, el puede perder lo que más ama y eso son sus negocios, su prestigio y el de su familia, Melanie es otro asunto a parte, esa perra pagará por haberme humillado todo este tiempo. 

Camino hacia mi habitación, es bueno para mi poder caminar aunque sea un poco, me siento débil aun, pero nada que no se pueda quitar con el tiempo. Al mirar los pasillos siento que he estado en este lugar, creo que conozco bastante bien los pasillos, pero ahora no puedo recordar por qué, sigo hacia en frente, veo todas las habitaciones,  todas tienen el nombre del paciente, todo lo que puede hacer le gente con dinero, decido seguir adelante. sin embargo no puedo, caigo de rodillas, me duele la cabeza, es un dolor bastante agudo, en mi cabeza pasan imágenes algo extrañas, cosas que no recuerdo, pero están aquí, somos Sara y yo en este mismo pasillo, ambas platicamos, me tomo la cabeza, duele, levanto la mirada y me encuentro con el nombre de Sara, está sola, esta vez no hay nadie que me lo impida. 

Con el dolor aún más intenso me levanto, sigo hacia delante, tengo que entrar a esa habitación y ver a Sara, tengo que ver que ella esté bien y solo así me sentiré menos culpable de pensar en mi plan. Tomo el pomo de la puerta y lo giro, abro la puerta con cuidado, reviso hacia ambos lados del pasillo, todo está solo, es como si esto estuviera preparado para que yo pueda verla. 

La abuela no me ha dejado verla durante todos estos años, siempre me ha dicho que no tengo nada que hacer aquí ya que ella no es  mi hermana, que yo no soy una Olvera. Respiro profundo, lo puedo hacer, abro la puerta y entro a la habitación, tengo los ojos cerrados, los abro de golpe y la habitación está vacía, no hay nada, no hay nadie, solo dice el nombre de Sara, me acerco y voy hacia su historial, ella fue dada de alta el mismo año en el que ingresamos, en el 2008 ella salió, desde hace diez años ella está bien, no hay acta de defunción, ella está bien. 

Me acerco hasta la cama, me diento en ésta y miro hacia la puerta, todos estos años he vivido en una mentira, todos estos años he estado bajo el mando de la abuela por este chantaje, por sentirme culpable, vuelvo a mirar los datos, esto no puede estarme pasando, Diego decía la verdad, el no mentía acerca de esto. 

Ahora me preocuparé más por mi, esto no se quedará así y si tengo que destruir a la abuela y a toda su familia lo haré sin remordimientos. Me levanto de la cama, dejo el historial médico en su lugar y salgo de la habitación, la cabeza aun me duele bastante pero es lo de menos, he sido un títere todos estos años. 

Camino hasta llegar a mi habitación, en ella me encuentro a Danna, me espera, cuando me ve sonríe y me ayuda a llegar a mi cama, parece preocupada por mi. 

-Hola Sara ¿ Cómo sigues? 

- Hola Danna, al parecer estoy bien en un par de días me darán el alta 

- Lamento la pérdida de tu bebé 

- Yo no, no lamento que se haya muerto 

La cara de Danna refleja angustia y algo de decepción. 

- No me lo tomes a mal Danna, me refiero a que no sé que clase de vida podría haberle dado, a penas puedo sobrevivir el día a día, no podría ser madre 

- Parece que no la haz estado pasando bien, te ves muy demacrada 

- Danna si te cuento algo ¿ Creerás en mi? no tengo a nadie más a quién decirle esto 

-Claro, puedes confiarme lo que sea, juro que te ayudaré si puedo 

- Sufro de violencia domestica, Erick me golpea hasta quedar inconsciente y abusa de mi, durante este mes mi vida se ha reducido a nada, no sé que hacer, no quiero que nadie externo se entere de mi situación, me avergüenza un poco 

- No es culpa tuya, nadie tiene la culpa de sufrir violencia 

La cara de Danna refleja preocupación, no somos muy amigas, pero es la única que puede ayudarme ahora. 

- No sé que hacer 

- Denunciar a Erick 

- Será su palabra contra la mía, aunque haya testigos ellos no dirán nada, desde que nos casamos he estado así, con un miedo constante 

- Tienes pruebas suficientes, estoy segura que el te ha roto la mano, ese infeliz tiene que pagar por lo que te hizo 

- Pero no puedo denunciarlo, ni la abuela me apoyaría

- Me tienes a mi, yo soy más que suficiente para que ese bastardo pague por el daño que te ha hecho 

- Pasará un tiempo en prisión y después saldrá y sabes lo que seguirá 

- ¿ Qué propones? 

- Lo quiero destruir y que no pueda levantarse, que ningún conglomerado lo acepte, quiero que la familia Klein y la familia Olvera caigan 

- Bien, tengo negocios con ambos conglomerados y un gran equipo, son los mejores 

- ¿ De quién hablas? 

- Creo sabes de quiénes hablo 

Me quedo callada, ella sabe a lo que se dedican y sigue con ellos. 

- Sara, ellos no son malos, ellos hacen lo necesario para vivir, todos han tenido un pasado duro, inclusive Damián, yo cuando lo conocí el seguía siendo masajista, de esos que terminan con finales felices, no entendía nada yo creo que quería un hombre con un trabajo normal y todo, pero no se pudo, en mi vida solo han habido dos hombres a los que he amado y los tengo a ambos a mi lado 

- Si, eso lo entiendo, no me parecería raro que también ames a uno de los chicos 

- No, no lo mal interpretes, uno de ellos me donó el corazón, pese a lo que pienses de ellos jamás le harían daño a una mujer 

- Diego me apuñaló 

- Diego se hace daño a si mismo, el tiene una historia aun más difícil, no lo juzgues mal, el ha estado sufriendo, no dudes que vendrá a verte, el te quiere

Me quedo callada, me quiere y se mete con otras mujeres, que ironía. 

- En fin, si confías en mi puedes confiar en ellos, juro que aplastaremos a Erick y a tu abuela 

Asiento, creo que siento algo de seguridad en mi vida. 

- Por ahora te irás conmigo, te podré seguridad y Erick no podrá pasar a esta habitación, esta noche puedes dormir tranquila Sara