Ya es bastante tarde, Diego aun no ha llegado y eso en cierta manera me preocupa, no se que es lo que le haya pasado, lo que ahora que se sobre su trabajo creo que estoy aun más preocupada y si, es verdad que no debería estar así por el, pero creo que eso hacen los amigos, después de todo me está dejando vivir en su casa y tampoco va a pasar algo más, en no se va a enamorar de mi ni yo de el.
Me recuesto en mi cama, estar en la casa es algo aburrido, no tengo nada que hacer, he enviado varias solicitudes de trabajo pero no me han respondido, creo que debería dejar de lado el hecho de ser aboga y dedicarme a otra cosa, a este paso tendré que seguir así y hacerme cargo de la empresa como la abuela quiere y así también deberé casarme y es algo que por ahora no me atrae.
Me pesan los ojos, tal vez no debí haberme venido a acostar, pero creo que merezco dormir, mi mente está cansada después de lo que Diane me dijo, aun así creo que todo es una mentira y aun creo que Diego puede llegar a ser una mejor persona, creo que ese es el mayor error que estoy cometiendo, creo que no debería ser tan confiada, después de todo Diego no ha sido la mejor de las persona conmigo.
Dejo estar todo, creo que ha sido lo mejor que me ha funcionado, después de todo creo que es lo mejor por el momento, busco en YouTube algo de música, mi lista de reproducción para relajarme, esto me está poniendo demasiado estresada, enseguida se reproduce Lost On You de LP, es amena la canción, cierro los ojos y me acomodo bien en la cama y dejo que todo fluya. Estoy a punto de quedarme dormida, cuando de pronto se escucha mucho ruido en la parte de abajo, enseguida siento la curiosidad de saber quien es, me levanto de la cama, tomo el celular y sigo hacia abajo.
Al llegar me encuentro con Diego, viene bastante mal, no recuerdo haberlo dejado así, cuando el me dejó aquí estaba bien, no sé que es lo que le ha afectado de esta manera pero me preocuoa verlo así.
- Quita esa canción - dice de manera torpe
- No, no quiero, es una de mis canciones preferidas, a demás no comprendo la razón por la cual has llegado en este estado
- No hay razón, solo quita esa maldita canción - vuelve a decir
No comprendo la razón por la cual dice que la quite, pero no quiero hacerlo, creo que estoy molesta, creo que esta vez quiero llevarle la contraria por que puedo hacerlo y quiero hacerlo y se lo merece.
- No, no la quitaré, es más la pondré en los altavoces - digo
He luchado por no arruinar nuestra paz, pero el lo ha arruinado todo con esta actitud y con su llegada, creo que esta no es la manera adecuada de llegar.
- Quita eso- grita
Grita de una manera tan lastimera que hasta me hace sentir mal, pero recuerdo lo que Diane ha dicho este día y las evidencias que he visto, son como un golpe a la realidad y a todo lo que sea que hemos estado viviendo.
- Estás muy ebrio- trato de cambiar la táctica
- Quita eso, si no lo haces lo haré yo
La canción está a punto de acabar, pero no entiendo por que la odia.
- No lo haré, es más hay que escucharla de nuevo
Tomo el celular y repito la pista, enseguida se acerca a mi de manera torpe, está muy ebrio, no se como es que ha llegado hasta acá. Logro esquivarlo, casi se cae, pero trata de recomponerse, creo que lo estoy torturando pero no se por que, creo que me quiero desquitar, aunque no he querido admitirlo estoy desilusionada, me siento herida.
En un momento de distracción logra tomar el celular, trata de quitar la canción pero creo que no logra ver bien lo que hace, lo tira, la música aun suena es entonces cuando comienza a pisarlo, varias veces lo hace, pero el aparato se ha apagado desde hace un momento, lo pisa como si estuviera maldito, como si le hubiese hecho mucho daño. A decir verdad no tengo nada que reclamar después de todo le pertenecía a el.
De pronto el cae de rodillas y comienza a llorar, esto me está asustando y más que nada me está preocupando, Diego está reducido a nada, no es ni la sombra del hombre que conozco. Siento algo de culpa, lo ayudo a levantarse, al principio se niega, pero después acepta que lo lleve hasta su habitación, subir las escaleras con el en este estado es toda una hazaña.
Estamos a punto de llegar a la planta alta cuando caemos, el me cae encima, esto está muy raro, dice algunas cosas que no entiendo, lo hago a un lado, me cuesta un poco ya que es como un peso muerto, finalmente lo logro.
- Necesito que me ayudes, por favor Diego
Vuelve a decir un par de cosas que no comprendo y al final logro hacer que se levante, lo llevo hasta su habitación, me sorprende ver que todo está en perfecto orden, hay unos cuadros, para mi solo son manchas negras, pero son lindos, creo que llevarlo a la cama no es la mejor opción, primero lo llevaré a darse una ducha. Con más trabajo lo llevo hasta el baño, entramos y vamos hasta la ducha, abro el agua fría y enseguida pega un brinco, la que debería pegar el brinco soy yo, me estoy mojando para nada y todo por su culpa, el agua le cae y se ve realmente sexy, creo que debo alejarme de el ahora que está un poco más consciente.
Lo dejo de pie, estoy a punto de salir cuando me toma del brazo, me hago la dura, pero al final se acerca a mi, se pega a mi espalda, su brazo me rodea el cuello y su pelvis rosa mi espalda baja, puedo sentir su erección muy cerca de mi y eso me pone nerviosa a decir verdad.
Su boca está en mi oreja, estoy muy sensible ahora, juro que si no paro esto podemos terminar en la ducha juntos y ese no es el plan. Con la lengua me recorre el cuello, está caliente, me atrae más a el con su mano libre me sujeta de la cintura, no puedo huir, tampoco quiero, estoy deseosa de lo que estoy sintiendo.
- Diego - digo con voz temblorosa
El incesante palpitar e tres mis piernas ha empezado, me gusta mucho, no puedo negar que mi ser está más que disponible.
Me lame el cuello, eso no hace más que hacerme sentir más exitada, gimo, me lleva hasta el agua, enseguida me suelta y comienza a quitarme la blusa, me estruja los senos y lo único que puedo hacer es pegarme más a el.
- Diego
El no dice nada, no me habla, no dice algo.
Me desabrocha el pantalón y lo baja un poco, me queda hasta las rodillas, me baja las bragas, estoy bastante húmeda, introduce uno de sus dedos en mi interior, comienza a masturbarme, eso solo hace me explote aún más.
- Estás lista - dice al fin
Saca el dedo de mi interior, enseguida me siento vacía y más deseosa.
Me toma de la cintura y enseguida escucho como se desabrocha el pantalón, enseguida se hunde en mi.
Vuelvo a gemir y escucho como el gime, su respiración está en mi oído, mi piel está bastante sensible.El vaivén de sus embestidas me vuelve loca, estoy al borde del abismo, estoy disfrutando todo esto, me vuelve a estrujar los senos, su boca me muerde, en ningún momento me ha besado en los labios o le ha dicho algo más, lo siento bastante extraño.
Aún así esto me ha nublado el juicio y no quiero recuperarlo ahora, más tarde puedo lamentarme por lo que estoy haciendo.
Diego acelera sus embestidas, estamos a punto de llegar al orgasmo, lo escucho emitir sonidos de placer, dice cosas que no comprendo.
Mis sentidos comienzan a preparase para recibir el orgasmo, puedo sentir como el se corre dentro de mi y da unas embestidas más para que yo llegué a mi clímax, me corro.
Y como siempre ha sido uno de mis mejores orgasmos, mi respiración es entrecortada, el agua sigue cayendo.
Sale de mi interior y me voltea, me recorre con la mirada.- Buenas noches
Es lo único que dice y se va, no entiendo nada, pero creo que no debo entenderlo, Diego es así.
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El Estafador
Teen FictionElizabeth es una chica que aparentemente ha tenido todo, sin embargo todo lo que ha llegado a tener no le pertenece, Sara es su hermana, ella es la dueña de todo lo que ella debe manejar por deseos de la abuela. Sin embargo todo cambia cuando se en...