64

124 14 2
                                    

Elizabeth. 

Vamos en el auto, voy en silencio, me siento apenada por lo que pasó en la mañana, a pesar de que Diego no he dicho nada, pero es que estaba asustada, sentí de nuevo esa angustia en mí, se sentía tan real, es algo que no puedo explicarme. 

- Lamento lo de esta mañana - comento 

Diego voltea a verme, su mirada es de desaprobación. 

¡Lo sabía! se ha molestado. Diego maneja un tramo más  se detiene, apaga el auto y me mira, no puedo sostenerle la mirada, juego con mis dedos.

- Quiero que me veas a la cara - ordena, obedezco - No quiero que vuelvas a disculparte 

- Pero...es que no es la primera vez, sucede siempre lo mismo yo solo te lastimo, no creo que merezcas a una persona rota y con tantos traumas 

El me toma de la mano. 

- Así sean mil veces más yo estaré ahí para ti por que te amo 

Me quedo callada, mi corazón late muy rápido, lo que acaba de decir ha sido muy hermosos. 

- Yo también te amo Diego 

- Muy bien, después iremos al psicólogo, quiero que estés bien y eso será poco a poco 

Asiento, el vuelve a encender el auto y de nuevo conduce, me acomodo y veo el paisaje, solo quiero llegar con mi hermano, el no tiene la culpa de lo que está pasando. 

- Hemos llegado - dice Diego 

Es un lugar algo alejado de la ciudad, pero hermoso, el orfanato parece una escuela y un reformatorio a la vez, pero es grande, debe haber muchos niños aquí, tal vez hubiera sido mejor para todos que yo creciera en un lugar como este , tal vez mi vida hubiera sido menos miserable. 

Bajamos del auto, Diego hace unas llamadas, la puerta del orfanato se abre, una mujer se asoma, repasa con la mirada a Diego y sonríe, lo está aprobando.

- Buenas tardes Señor Betancourt 

- Señorita Agatha 

- Pasen, el niño los está esperando 

Ambos nos miramos, el me toma de la mano, siento más fuerza en mí como para ver a mi hermano. 

La señorita Agatha nos encamina por un largo pasillo, llegamos hasta el patio, hay varios niños jugando, todos nos miran y se ponen felices, estos niños tienen la esperanza de que algún día los adoptarán. Seguimos hasta llegar a un edificio. 

- Aquí está el preescolar acaban de salir de clases - dice Agatha 

Entramos y recorremos la planta baja, los salones están muy coloridos, hay mesitas pequeñas, todo es tan lindo, pronto llegamos al último salón de la planta baja, ahí está el, se encuentra solo, al parecer está triste, sé que extraña a su familia. 

- Vamos - el me anima 

Pero yo niego con la cabeza, sé que no tiene la culpa pero no quiero ir a verlo. 

- Como quieras - dice el 

Diego entra con Agatha y saluda al niño, el niño lo mira, lo conoce, hablan un momento y yo miro hacia ellos, Agatha se acerca a Diego, le acaricia la espalda de una manera sensual, no es amigable, respiro hondo, no voy a armar una escena, este es un lugar para niños. Diego se tensa, pero Agatha no quita la mano de ahí. Pongo mi mejor sonrisa  entro al salón, mi hermanito me mira con tristeza. 

- Y ella es mi novia - dice Diego 

Se levanta, eso hace que la mano de Agatha caiga, viene a mí y me abraza. 

El EstafadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora