El Estafador

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Kim. 

Estoy asustada, me duele el cuerpo, me tiemblan las piernas, duele mucho, Dayan me ha lastimado mucho, recuerdo lo que ha pasado unos minutos antes, quiero tirarme a llorar, pero quiero hacerlo, no soy una mujer débil, camino, voy hacia delante, llego hasta la planta baja, veo una puerta abierta, puedo ver como Dayan golpea a Drake, debo hacer algo, tengo que salvar a Drake, voy hacia la cocina, lo único  que encuentro es un cuchillo, debo admitir que jamás en mi vida pensé que pasaría esto, jamás creí que en la vida me enfrentaría a esto, pero debo salvar a mis amigos.

Tomo el cuchillo y corro en ayuda de mis amigos, Dayan sigue golpeando a Drake, me acerco y levanto el cuchillo y grito, entierro el cuchillo en la espalda de Dayan mi pecho sube y baja, lo saco y vuelvo a hundirlo, mis lagrimas caen, ni siquiera escucho como se queja, pero de pronto solo siento una gran liberación, no digo que estoy disfrutando lastimar a una persona, solo digo que los recuerdos del daño que me ha hecho se agolpan en mi mente.

Siento una mezcla de ira, furia con liberación, de pronto me he puesto en piloto automático, cuando recobro la conciencia veo a Dayan encima de Drake, tiro el cuchillo a un lado y voy hacia Elizabeth, no puedo bajarla, vuelvo a tomar el cuchillo y comienzo a cortar las ataduras de mí amiga, ella se queja un poco, ella se encuentra muy débil, tiro el cuchillo y dejo que ella caigo sobre mí, pesa un poco, pero como puedo la dejo en el suelo, voy hacia donde está Drake, quito de encima a Dayan y reviso sus signos vitales, aún sigue vivo, pero es muy débil su pulso.

Debemos salir de aquí mientras podamos, busco por toda la casa un teléfono, pero no hay nada, no hay ni un solo teléfono, voy al estudio, debo encontrar nuestras cosas, solo así podré salvarnos, ellos están muy heridos. Me siento frustrada de estar aquí y no saber que hacer, busco por todos lados pero no encuentro nada, tiro las cosas por la desesperación, bebo buscar la forma para sacarlos de aquí.

Voy hasta el estacionamiento , aquí hay una camioneta, necesito las llaves, busco en este lugar las llaves y me encuentro con nuestras cosas, saco los tres celulares, están apagados, la ansiedad se apodera de mi y los pensamientos negativos me invaden, de pronto me siento insuficiente y cobarde.

Pierdo la esperanza, los recuerdos de Elizabeth apoyándome son lo que me anima, ella es mi mejor amiga, tal vez la única que tengo. Busco la manera de conseguir que los celulares prendan y sigo en busca de la llaves, escucho el sonido de notificaciones que nos llegan a los tres, creo que hay señal, busco en la lista de contactos el numero de Damián, suena una vez, dos veces, tres veces y nadie contesta, vuelvo a intentarlo, en el celular de Elizabeth busco el numero de Dash, en el de Dake busco en numero de Danna, falta el teléfono de Dom, voy en busca del teléfono de Dom, pero no está aquí.

Sigo intentando, pero nadie contesta, la desesperación me invade, no he encontrado las llaves, pero con las pocas fuerzas que me quedan sigo buscando en este lugar, pero siento que es inútil, sigo llamando y nadie contesta, la esperanza se me va por completo y me veo en la situación más dura de mi vida, dejo de lado la desesperación y me centro en la situación, basta de seguir con esto, dejo de buscar las llaves y me centro en mis amigos, busco un botiquín debo curar sus heridas, vuelvo a la habitación en la que estábamos, busco entre todas las cosas que hay ahí, pero no encuentro nada, sigo adelante con mi búsqueda de objetos perdidos y nada.

Vuelvo al lugar en donde están mis amigos, ellos aún se ven mal y el tiempo corre, estoy tan asustada y frustrada que  no razono bien, entro a lo que parece ser el baño y  abro las puertas del gabinete, encuentro algunas toallas, tal vez pueda hacer algo. Uno de los celulares suena, corro a responder, es Dash mi voz se entrecorta.

- Dash - digo agitada - necesitamos ayuda, Elizabeth y Drake están a punto de morir

- ¿En dónde están?

- No lo sé, en la casa de Emily, todos estamos muy mal, por favor, trae ayuda

- Espera no cuelgues, los vamos a localizar

- Por favor no tarden - ruego

- Kim dime que es lo que ves....¿Kim? ¿Hola? por favor Kim responde

Dash

Kim no responde, su llamada me ha preocupado, ellos estaban de compras y ahora, no entiendo nada, comienzo a localizar a Damián y a Danna, Caro no responde tampoco, no puedo hacerlo solo, llamo a Jessie, enseguida responde.

- Jessie, mis amigos necesitan ayuda, no sé en dónde están Kim me ha llamado, está muy asustada

- Tranquilo, vamos a encontrarlos ¿Sabes  que tan mal están?

- No, no lo sé, no sé nada

- Tranquilo

Cuelgo el teléfono, debo ir a su habitación, debo encontrarme con Diego, el tiene derecho a saber lo que está pasando, el debe saber todo y terminar con Emily.

Me levanto de la sala de espera y voy hacia la habitación de Diego, hablo con el medico que ha llevado el caso.

- ¿Está seguro?

- Estoy completamente  seguro de que el necesita despertar

- Bueno - responde 

Veo al médico hacer las cosas necesarias para despertar a Diego, espero y los segundos me parecen eternos, pasados unos minutos Diego comienza a recobrar la conciencia, me mira por un instante y comienza a preguntar por Elizabeth. 

- No sabemos en dónde está, es por eso que he tomado la decisión de despertarte 

- ¿Y Emily? 

- Ella es quién está dañando a nuestros amigos, debes saber en dónde se oculta 

- Sí, sí lo sé, ella debe estar en mí casa - responde 

Me sorprendo al escuchar su respuesta. 

- ¿Cómo puedes estar seguro? 

- En todo este tiempo no modifiqué la seguridad - responde algo apenado - Creí que estaba muerta y no le tomé importancia - se justifica 

- Entonces ¿Debo ir allá? 

- Sí, solo que deberías tener cuidado, ella está sedienta de venganza, no entiendo por qué, pero eso no importa ¿En dónde está Elizabeth? debo verla, necesito verla, me levantaré a buscarla 

- No, no puedes, Emily te acusó de estafador, además de intento de homicidio y no sé cuantas cosas más 

Se queda callado, la ira se asoma en sus ojos, trata de tranquilizarse, pero su pecho sube y baja. 

- No me importa - responde - no me importa, solo quiero saber en dónde está ella 

- La vamos a encontrar y a limpiar tú nombre, solo necesito que te quedes aquí, ten paciencia y espera a que todo se aclare 

Aún no termino de despedirme cuando entran unos policías, Diego y yo nos miramos, estamos sorprendidos, pero a la vez no puede escapar.