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Me arde el pecho, pero al menos me he desahogado, Diego me abraza, sé que está mirando a mi padre, sé que su mirada demuestra cierto odio. 

- Será mejor que se vaya de aquí señor - dice él 

-Tal vez, pero si mi hija se muere... 

- Si su hija muere no será culpa mía ni culpa de Elizabeth, nosotros no la apuñalamos, ella sola se ha lastimado y de verdad espero que sean felices con su empresa y esa unión familiar que ahora será más que necesaria para enfrentar todos los problemas que se avecinan. 

- Pagarán caro por esto 

- No, ellos no pagarán nada  

Volteo y veo entrar e un policía, detrás de el vienen al menos cinco más, supongo que habrá pasado algo, la cara del señor se ha ensombrecido. 

- Señor Augusto Ríos, queda detenido por evasión fiscal, desfalco y usurpación de identidad 

El nos mira y se refleja un odio evidente, si las miradas mataran Diego y yo ya estaríamos muertos, supongo que este era su final. A la salida de emergencias pude divisar la figura de ella, ambos han sido detenidos, supongo que también se llevarán a la abuela. 

- Señorita Ríos - me habla un policía - me temo que también tendrá que ir con nosotros 

Diego me abraza a el. 

- Ella no irá a ningún lado 

 -es necesario que ella venga con nosotros, ella no irá en calidad de detenida, pero es necesario que nos acompañe de igual manera puede llamar a su abogado 

- Yo soy su abogado - dice Diego 

- Bien entonces podemos irnos 

- ¿Algún familiar de Amelia Olvera?

Todos se han ido, creo que ha pasado algo. 

- Soy su nieta - respondo 

- Necesitamos que venga por favor 

Veo al policía, el asiente y voy con la enfermera, Diego me acompaña, llegamos hasta una habitación, la abuela se ve muy pálida. 

- Su abuela ha sufrido un infarto, su corazón está muy débil y puede que no pase de esta noche, lo que necesitamos saber es... 

- No la reanimen - respondo - si su corazón vuelve a fallar dejen que muera, es lo que ella espera, después de todo no hay quién se haga cargo de ella 

- Debe firmar unos papeles 

- Su nieta sanguínea está en alguna habitación cercana, supongo que pueden consultar cualquier cosa con ella, su nombre es Sara Olvera 

- Está bien señorita 

Salgo de la habitación con Diego, jamás creí que vería a la abuela de una manera tan vulnerable, se ve tan indefensa, ella tiene más familia, yo jamás fui parte de ésta, supongo que así debía acabar todo esto. 

- Creí que serías más condescendiente con tu abuela 

- Ella no es , mi abuela, ella nunca se preocupó por mi, y lo sabes, fue capaz de venderme y yo, yo quería ayudarla 

- Lo sé, ahora debemos ir con la policía 

Asiento. 

Vamos hasta emergencias, ahí nos espera un policía, salimos del hospital y nos lleva a una patrulla, enseguida nos encaminamos a la comisaría, supongo que no pasará nada malo, eso espero, lo único que deseo es estar en casa.  Al llegar a la comisaría nos esperamos un momento antes de entrar, al bajar puedo ver como llevan a los que debieron ser mis padres, a decir verdad  ahora no sé como llamarles, mis padres están muertos y no quiero decirles por sus nombres.  Diego me abraza y me infunde fortaleza, estoy algo estresada por esta situación, solo deseo llegar a casa, dormir y que esto solo sea un sueño. 

Entramos, me hacen un interrogatorio, es acerca de nuestra vida familiar, a lo que respondo que desde hace años que no los veía y creía que ellos estaban muertos. 

- Señorita Ríos, nos apena decirle que usted también ha cometido el delito de usurpación de identidad durante bastantes años 

- Debía hacerlo, estaba amenazada por la señora Amelia 

- Aún así tal vez pase algún tiempo en prisión 

- Eso no puede pasar - respondo - lo que hice fue bajo amenazas, si no lo hacía podría estar muerta ahora, esa familia solo me ha traído desgracia y dolor - respondo - así que tal vez deba meter una demanda por violencia intrafamiliar, así mismo por extorsión y algunas otras cosas más 

- Está en todo su derecho, aún así usted podrá pasar su proceso en casa 

- Tengo una vida que construir - respondo 

El oficial se queda callado supongo que su respuesta será la misma. 

- Eso lo decide un juez 

Me quedo callada, supongo que esta noche la pasaré en prisión. 

- Mañana tendrá un juicio, esperemos que todo salga bien 

- Esto es algo extraño, no creo en los juicios express 

- Crea en ellos o no usted tendrá uno y ahí se decidirá lo que usted pasará, por ahora la llevaremos a una celda y ahí pasará el resto de la noche y parte del día hasta que se haga su juicio 

Le sonrío al oficial, creo que llegar a casa no será posible, me esposan y me llevan a las celdas, hay algunas mujeres en estas, supongo que será una noche larga. 

- Bien, es momento de dejarte aquí 

- No, no se la pueden llevar - dice Diego  

 - Tranquilo amor, estaré bien, no he hecho nada malo - veo al oficial - ¿Puedo? 

El asiente. 

 Me acerco a Diego y le doy un beso en los labios. 

 -Te amo - le digo 

Me dejan dentro de una celda, hay alguien más en este lugar y es la señora Olvera 

- Al parecer  nuestro destino es encontrarnos - comenta 

 -No estoy aquí por ser una criminal, estoy aquí por que su familia no deja de complicarme la vida 

- De nuestra familia viviste durante mucho tiempo 

Comienzo a reír de manera sarcástica y sin humor aparente. 

- Yo no he vivido a costa de su familia, pasé algunos años con mi abuela, sabe que no hablo de la señora Amelia, hasta que mi abuelita murió, tuve que trabajar 

- Tienes una carrera gracias a nuestra familia 

- No, no es gracias a ustedes, la señora Amelia me hizo firmas pagarés, los cuales me sirvieron para  pagar a matricula, aún así trabajé duro y la deuda ha sido saldada, me casé con Erick a petición de ella, solo para que mi deuda se saldara, viví un infierno, pero claro a usted eso no le importa, espero salga pronto de este lugar al igual que su marido y espero sinceramente que su hijo no caiga en manos equivocadas 

Me mira con gran odio y algo de tristeza. 

- Tal vez sea nuestra manera de pagar lo que te hicimos, debimos llevarte con nosotros 

- No, si las cosas pasaron así fue por algo, tuve mi duelo, lloré y todo, lo único que duele - me quedo callada - en realidad ya no siento dolor, ustedes se perdieron de una hija maravillosa, de ver como me realizaba como mujer y su culpa será su mayor castigo, yo saldré de aquí y seré feliz con el hombre que amo, es el karma 

Ella se queda callada y se abraza a sí misma, se siente sola, me da lo mismo, a decir verdad el cariño que les tenía se ha ido esfumando poco a poco, todo ha sido sustituido por el amor que Diego me ha mostrado. 

A estas alturas de mi vida ya no creo que necesite nada más, solo estar con el. 


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