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El proceso de investigación se hace más difícil para mí y las pruebas hacia diego son cada vez mas contundentes, creo que cometí un error al tratar de hacerme la heroína de esto. Llevo medio mes en este lugar, he tratado de llevar todo en orden, he revisado todos y cada uno de los archivos que tiene aquí, pero nada parece darme resultado, creo que debo tomar medidas extremas.

Estoy sentada en una cafetería cercana al despacho, la secretaria de Emily entra, me ve y se acerca a mi mesa.

- Sara, un gusto verte, tengo algunos archivos que debo llevar a casa de Emily, pero tengo algunos pendientes que hacer y quería saber si tu podrías llevarlos

- Claro, claro que puedo llevarlos, dime en donde es e iré - respondo

Veo cierto deje de satisfacción en sus ojos, pero es un brillo malévolo que me hace dudar. Me pasa la dirección me quedo en silencio un momento y me acabo el café. 

- Son para hoy ¿Cierto?

- Sí, son para hoy

- Entonces iré de una vez

Me levanto de la mesa y me despido de ella,  sigo hacia la salida, ella me mira, puedo sentir esa mirada seguirme.

Reviso mí bolso, en el traigo una 9mm, sé que puede sonar absurdo, pero solo así me siento segura, tomo un taxi y le doy la dirección de Emily, comienzo a preocuparme cuando entramos a una zona completamente alejada de la ciudad, la tarde está por declinar y yo estoy lejos de casa y sin que nadie sepa en lo que me estoy metiendo, llegamos a un lugar en donde al parecer hay muchas mansiones, rebusco en mi bolsa, mi celular aun tiene lago de pila, creo que alcanzará para cualquier imprevisto.

- Hemos llegado señorita - dice el conductor

- Gracias - pago y me bajo

Esta es la única casa que puedo visualizar, supongo que esto es normal, camino hacia la puerta, me siento bastante nerviosa y no sé la razón, creo que algo aquí está fuera del curso natural. Toco el timbre de la enorme puerta le la casa, enseguida se abre, camino hacia adentro, el jardín comienza a secarse, se mira descuidado, la puesta de sol solo hace que la casa se vea cada vez más vieja, sigo adelante hasta llegar  a la puerta de la casa, vuelvo a tocar pero la puerta solo se encuentra entre abierta, dudo en pasar, busco en mi bolsa un pañuelo, lo tomo y empujo la puerta cuidando que no queden huellas en ésta.

Sigo hacia la sala de estar.

- ¿Emily? - llamo - es Sara, vengo a dejarle unos papeles, su secretaria no puedo venir por ellos

Pero el silencio sigue, no comprendo nada de lo que está pasando, estoy asustada, debo admitir que siento me he metido en la boca del lobo, esto está completamente mal, no debería estar aquí, estoy a punto de irme cuando se escucha un portazo, volteo rápidamente, la piel se me eriza, el corazón me late muy rápido.

- ¿Emily?

No hay respuesta.

- Le vine a dejar unos papeles

No debo moverme de aquí, no debo  ir a buscarla, no debo, de hecho debería irme, me llevaré los papeles conmigo y me iré, doy vuelta, voy hacia la puerta, pongo el pañuelo en la perilla y trato de abrir la puerta, pero está cerrada, busco en mi bolsa el móvil, dejo los papeles en el suelo, enseguida hay un mensaje, no hay señal.

Comienzo a preocuparme, no debo caer en pánico, pero la situación no ayuda a nada, quiero salir de aquí, quiero irme.

- Hola Elizabeth - me hablan - ¿Creíste que podrías engañarme y que me quedaría con los brazos cruzados?

El EstafadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora