Capítulo 74: Recordándote parte 23...

208 17 8
                                    

(Aviso de spoiler y lemon)

Caminaba hasta él con un par de pasos inseguros y una sonrisa dibujada en la carita que recién le habían limpiado con una toalla húmeda, las manitas sostenían con orgullo una hoja de papel que le ofrecía.

—¿Es para mí? —decía Asami dejando a un lado el documento que leía para poner toda su atención en el bebé que algo balbuceaba mientras asentía.

El bebé se tambaleaba al tratar de ponerse de puntillas para alcanzar el fastuoso escritorio de su padre y colocar la hoja, Asami se inclinaba rápidamente para colocar su enorme mano en la pequeña espalda, pero el bebé se inclinaba y se alejaba un poco gateando para sentarse a poca distancia, mientas fijaba sus ojos color azul, como los de su madre en Asami y señalaba con firmeza la hoja de papel que ahora yacía en el suelo.

—A veces me pregunto si realmente tienes 11 meses.

Echaba la cabecita atrás mientras reía negando.

—Y encima te burlas de mí ¿cierto? Aun no me perdonas.

La respuesta fueron balbuceos, algunos que no entendió pero mamá, "eiko" y "kail" si resonaron en sus oídos...

—Maldito ruso—murmuraba para sí, viendo al bebé alejarse para reunirse con el otro que jugaba entretenido mientras metía y sacaba cosas del portafolio de Kirishima y Anderson sentado en la alfombra hablaba con el bebé, mientras Seiko le extendía los brazos al que se acercaba.

Vio a su alrededor, la decoración de su oficina era ahora juguetes regados por la alfombra y la sala, un par de pañaleras sobre la mesa de reuniones, biberones, y envases de papillas, jugos y agua en vasitos anti derrame, en las paredes, hojas garabateadas con crayones de cera antibacterial. Los jarrones de la dinastía ming habían sido retirados luego del primero que rodaba por el piso y que de no haber sido por el tremendo salto que daba Mikahil para quitar al bebé que empujaba la base habría caído sobre él. En ese momento Asami conoció una nueva definición de la palabra miedo, que el jarrón se rompiera le daba igual, que su bebé se hubiera lastimado, esa era otra historia. La alfombra contuvo el jarrón impidiendo que se rompiera y Mikahil botado en la alfombra levantaba en sus brazos al bebé que reía a la par con el ruso. Así que ahora los jarrones eran resguardados hasta que las condiciones para que fueran de nuevo exhibidos como parte de la decoración, se dieran. Vio de reojo a la niñera, acomodando un par de colchonetas para la siesta de ese par de torbellinos que eran sus hijos.

Su mirada regresaba a la hoja que le había sido dada, el dibujo de un globo aerostático rayoneado con diferentes colores, una sonrisa se plasmaba en su rostro, mientras su mirada se dirigía a los bebés que tomaban un biberón recostados cada uno en su pequeña colchoneta, la niñera sentada entre ambos les leía algo en francés y la atenta mirada de Anderson y Seiko sobre ellos contemplándolos con adoración, cuidándolos y protegiéndolos siempre.

Su mirada regresaba a la hoja que le había sido dada, el dibujo de un globo aerostático rayoneado con diferentes colores, una sonrisa se plasmaba en su rostro, mientras su mirada se dirigía a los bebés que tomaban un biberón recostados cada uno en...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El dibujo lo transportaba a otro feliz momento de su vida, cerraba los ojos y le parecía ver nítidamente a Akihito, entrando por la puerta, seguido también de Anderson y Seiko que lo esperaban.

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora