Takaba Akihito ya no está más, o al menos eso cree Asami, el rebelde fotógrafo fallece en un lamentable accidente...Tres años después aparece en su vida Sarah Nakamura para poner de cabeza su mundo, como alguna vez lo puso Akihito, solo que junto co...
Asami no podía creer lo que pasaba, Sarah parecía querer enloquecerlo haciendo y diciendo las mismas cosas que su aun adorado mocoso, hacía y decía, sin poder evitarlo, fue a la biblioteca para leer de nuevo el informe que Kirishima le había dado luego de investigarla, nada...Sarah no sabía de la existencia de Asami, Akihito o cualquiera de ellos, fue hasta su llegada a Tokio que se vio involucrada con ellos. Que se hubiera ganado el aprecio de Fei y Mikahil también había sido una verdadera sorpresa para él, pero ellos también decían que Sarah tenía demasiadas similitudes con Takaba...
Caminaba de vuelta a la recamara, con un vaso de whisky en la mano, cuando el pasillo se vio iluminado por un fuerte rayo, se detuvo en seco al ver la silueta de Akihito, suspiró y sacudió la cabeza, viendo el agua de la torrencial lluvia caer por la ventana, así que asumió que la luz reflejada a través de los cristales mojados, habían causado un efecto óptico o un efecto de lo que deseaba ver, pensó...entró a la recamara contemplando a ese precioso ser que dormía ahí, sonrió, ¿básicamente le había pedido que fuera su novia? Quizá Sarah había considerado que lo hacía solo por protegerla y desde luego que la iba a proteger, Connor Lawler no le iba a poner una mano encima. Ya bastantes problemas había tenido por culpa de Bernard y August Callum, ese par de imbéciles, que se habían atrevido a lastimar a Akihito, se puso de pie y se acercó a la ventana, viendo la lluvia caer, probó su bebida y suspiró...Akihito.
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Iba a ser el cumpleaños número 24 de su mocoso y esta vez, estaba recibiendo desde días antes los recordatorios, cuando al cumplir 23, lo había olvidado por completo, en realidad no lo había olvidado, pasaba que aún no admitía lo que sentía y se le había hecho muy fácil ignorar la fecha, pero al parecer, los amigos de Akihito, no estaban en la ciudad ese día, Asami había asumido que pasaría el día con ellos, Feilong y Mikahil aún no eran pareja por esos días y pese a que ya eran socios, vivían un continuo estira y afloje, el chino hacía que el ruso estuviera tras él y se la pasaba haciéndolo ir y venir por todo el mundo, esa noche entraba a su departamento cuando se quedó parado en el umbral de la puerta, escuchaba voces ¿El mocoso había llevado amigos sin su consentimiento? ¿Y porque sus hombres no le habían dicho nada? Furioso iba a salir de nuevo para reclamar a sus hombres, hasta que escucho bien, era una grabación, una canción de feliz cumpleaños, se asomó discretamente, lo que vio, hizo que su corazón se estrujara y por primera vez en muchos años, sentía en sus ojos esa pequeña comezón de las lágrimas naciendo en sus ojos.
Akihito estaba solo, sentado frente a un pequeño pastel al que le había puesto velitas y había cuatro regalos ahí, sonreía y se aplaudió asimismo al terminar el audio que había puesto...
-Ahora, hay que pedir un deseo de cumpleaños-dijo y Asami lo vio cerrar los ojos-
Sopló las velas y volvió a aplaudir, pero Asami lo hizo con él, pensó que se cohibiría al verse descubierto, pero no, solo sonrió travieso y a Asami le pareció adorable...
-¿Cuál fue tu deseo?
-Este año, sí que fue rápido...estás aquí-dijo sonriéndole feliz-ven...
