Mi nuevo amanecer sin ti...

Capítulo 62: Maquiavelo vs Fouché 2.

Asami era poco expresivo, su semblante siempre serio y adusto, pocas cosas lo sorprendían lo suficiente para cambiar su talante, sus expresiones de cariño y amor estaban guardadas exclusivamente para su hermano, sus acciones tendientes a demostrar aprecio eran únicamente para Kuroda y Kirishima. Hasta que había llegado a su vida de la forma más inesperada Takaba Akihito, si bien la fotografía que le dieron de él llamo de inicio mucho su atención, no fue sino hasta que lo vio saltar de un edificio a otro, el deporte llamado Parkour según supo se llamaba -y que después le prohibió practicar por temor a que se lastimara y porque no había guarda espaldas que le pudiera seguir el ritmo- Pero había sido esa temeraria acción la que había captado por completo su atención y Akihito era hábil, pero Asami era astuto, le tendió una trampa y el fotógrafo cayó en ella, tiempo después el yakuza notó que en esa trampa, también había caído él, rendido a esos ojos azules, a esa mirada rebelde y decidida, a esa expresión determinada, a ese carácter indómito, al único que le hubiera dado todo y el único que no le pedía nada, el único que Asami quería que se quedará y el mocoso se lo pensaba...el único con quien pensó en pasar la vida.

Y había sido Akihito quien revolucionaba su mundo y antes de partir, le dejaba una familia, una loca, disfuncional y peligrosa familia, pero una familia que daría todo por él, porque por Akihito su relación con Feilong y Mikahil se volvía eso. Por eso ahora, había pasado de un raro momento en el que tuvo que contener la risa, pese a la difícil situación en que se encontraban a la más pura expresión de rabia y dolor.

Momentos antes había rezado a todas las deidades que conocía para que Mikahil no hubiera quedo estéril, pues no había logrado evadir la furia de Feilong y no estaba seguro si el líder de Baishe de verdad había querido asestarle esa patada en ese sitio o si calculo mal y esperaba que Arbatov se quitara a tiempo...de todas formas el "metete el anillo por el cu..." había dejado sin habla a todos, ahora su expresión era otra, de frialdad, apremiando venganza, al menos un par de sus hombres estaban heridos luego de que su yate explotara, alguien había detectado a tiempo la bomba y la mayoría había alcanzado a lanzarse al agua antes de que eso ocurriera y desviar el yate de Feilong para recogerlos, les estaba haciendo perder un tiempo precioso, porque de pronto la situación parecía salírsele de las manos.

En primer lugar, nunca había estado previsto que Sarah subiera al yate de Lawler, él debía haber llegado a tiempo, el accidente provocado para retrasar la llegada de ella, había sido rápidamente removido porque un importante ministro pasaría por el sitio, así que habían pasado más pronto de lo pensado, las patrullas de la policía marina también se habían movido con más retraso del previsto, solo esperaba que los demás fueran con el plan acorde a lo previsto. El mismo estaba ayudando a subir a sus hombres y los que sabían primeros auxilios, estaban ya dándose a la tarea de curar las heridas de sus compañeros.

—¡Maldita sea! Está moviéndose a aguas internacionales—decía Asami molesto.

—No es como si no los pudiéramos seguir y como si no fueras a ir al fin del mundo tras Lawler—decía Feilong acomodando el brazo fracturado de uno de los hombres de Asami.

—Una maldita bomba en mi yate ¿Cómo pudiste suponerlo y no dejarme subir?

—Llámalo intuición, es algo que yo hubiera hecho, otro de nuestros barcos está cerca, ya le dieron aviso para que se mueva e intercepte en caso necesario, los alcanzaremos pronto...

—¡Tiene casi media hora a bordo con es imbécil! Te juro, Feilong, que si la lastima lo voy a hacer vivir el peor de los infiernos.

—Y te daré algunas ideas más...¡Ahí está el yate!

—¡Preparen sus armas! —ordenaba Asami—maten a todo el que interponga en su camino, que el franco tirador empiece a disparar ¡Dejen vivo a Connor Lawler y cuidado con lastimar a Sarah!