Mi nuevo amanecer sin ti...

Capítulo 59: Recordándote parte 19.

Asami veía un tanto ansioso a Akihito, mientras este nadaba despreocupadamente en la alberca de la casa de la playa en la que estaban pasando un tiempo de descanso para la recuperación del mocoso, balanceaba su vaso escuchando el hielo chocar contra el cristal mientras decidía si interrumpía o no los juegos que tenía en el agua, se distraía por un momento viendo a su alrededor y sonreía satisfecho, todo estaba más que dispuesto para el bienestar de su novio, los cómodos camastros acojinados, las esponjosas toallas, el jacuzzi listo, la charola de frutas orgánicas destacando las fresas que esa mañana llegaban de un invernadero y la crema para acompañarlas conservándose fresca en ese recipiente de cristal sumergido en hielo, complaciendo el antojo del mocoso.

Su preocupación se debía a que llevaba tanto tiempo entretenido en el agua, que no se daba cuenta que la oscuridad era por una tormenta que se avecinaba junto con la noche que estaba cayendo, él recordaba perfectamente la ocasión en que lo encontraba aterrado en su departamento tiempo atrás, cuando por primera vez Akihito se sinceraba con él y le contaba parte de su vida, desde esa ocasión, en cuanto una tormenta se pronosticaba llegaba al departamento con cualquier pretexto, o enviaba a buscar al mocoso para que lo llevaran a donde estuviera, lo cierto es que ya no se ponía a temblar con cada tormenta, pero aun así, le preocupaba, pues cerca del mar era muy distinto y Asami no estaba seguro de que Takaba hubiera vivido una experiencia así antes.

—Asami—llamaba desde la alberca—¿vienes un momento conmigo?

Tentador.

Poniéndose de pie se echaba al agua como nadador profesional.

—Déjame adivinar—decía Akihito cuando luego de cruzar la alberca nadando estilo libre llegaba a su lado—¿Nadabas en la escuela?

—Así es...

—¿El club de natación?

—En efecto...no es que lo quisiera, es decir no me disgustaba, pero lo hacía más por darle gusto a mi padre.

—¿Y qué tan lejos llegaste?

—A los nacionales—decía restándole importancia.

—¿En serio? —preguntaba asombrado.

—Sí...—decía moviendo la cabeza negando ante la mirada expectante de Akihito—200 metros libre, cien mariposa y relevo combinado 4 por 100, yo era el relevo de mariposa en el bachillerato y en la universidad.

—¿Y porque no seguiste?

—No era precisamente mi sueño.

—¡Vaya! ¿Hay algo que no se te dé bien hacer?

—Cocinar y lo sabes...

—Sí, lo mejor será que te mantengas lejos de una cocina.

—No tienes que pedirlo—decía riendo divertido—¿Salimos del agua?

—¿Tenemos que hacerlo?

Asami señalaba el cielo lleno de nubes grises que se veían acercándose.

—Se aproxima una tormenta y a ti te atemorizan...

—No sí estás cerca—decía acercándose para besarlo.

—Me gusta escuchar eso, pero es mejor salir de la alberca, mañana puedes seguir nadando todo lo que quieras.

—Asami...si estás a mi lado, no sentiré temor por la tormenta, es más, creo que me puedo permitir por primera vez contemplar una sin miedo ¿te puedo pedir un favor?

—Claro mocoso—decía envolviéndolo con una toalla—lo que quieras.

—Ayúdame a tener recuerdos diferentes al ver una tormenta, ayúdame a crear nuevos recuerdos—decía recargándose en el pecho de Asami que lo abrazaba protectoramente besando el mojado cabello.