Takaba Akihito ya no está más, o al menos eso cree Asami, el rebelde fotógrafo fallece en un lamentable accidente...Tres años después aparece en su vida Sarah Nakamura para poner de cabeza su mundo, como alguna vez lo puso Akihito, solo que junto co...
Contemplaba a Sarah mientras dormía, si, ella era realmente bella y su paz al dormir me recordaba a Akihito, dormía como él, confiada y plácidamente, con los labios ligeramente entre abiertos y la inocencia y bondad esparcida por todo su rostro. La había revisado un medico, desde luego, la llevé directo al hospital luego de que se desmayó en mis brazos, le habían curado la herida de la palma de su mano y tuvieron que darle tres puntadas de sutura. También le realizaron una tomografía, luego de que permaneció por unas horas internada, la lleve directamente a mi departamento,no quería dejarla sola luego de la agresión que sufrió, quería cuidarla y protegerla...
Recién me enteré, Chiasa también había agredido a Akihito, apreté los puños furioso, me encargaría de esa mujer, desde luego, yo no supe hasta hoy lo que había ocurrido esa noche, hace casi cuatro años, cerré los ojos un momento y las imágenes acudieron a mi mente nitidamente, tanto que hasta sentí el suave aroma a lavanda de Akihito, sí me atreviera a estirar la mano, seguramente lo tocaría, pero eso era demasiado pedir, así que me conformé con la sensación de su presencia, sensación que sentía a cada instante, a veces, era tan fuerte, que estaba seguro que al salir del baño, el estaría ahí, renuente a levantarse, pidiendo que fuera sábado para no ir a trabajar...
-Trabajas porque quieres, ya te he dicho que no lo hagas, tienes una tarjeta de crédito que te di para tus gastos y no la usas...
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-¿Te gustaría que me quedará en casa todo el día, verdad?
-Me gustaría que entiendas que no tienes ninguna necesidad de trabajar...
-¿Y que haría si no trabajo?-preguntó burlón-
-Ser solo mío-dije tomando su mentón para depositar un suave beso en sus dulces labios-
-Eso haría que te aburrieras pronto de mí-dijo correspondiendo al beso-
-Nunca me aburriré de ti...
-La rutina mata al amor...
-¿Amor? ¿Quien habló de amor?-dije y su mirada se ensombreció-
-Use la palabra sin pensar-dijo con los ojos llenos de lágrimas y levantándose de la cama para ir al baño-no te quise decir eso-En verdad lo lamento...
Algo se removió dentro de mí en ese instante, claro que lo amaba, claro que era amor, yo Asami Ryuichi, a mis 34 años, estaba profundamente enamorado de ese mocoso, rebelde e indomable, de pícara mirada y suave piel ¿porque no simplemente lo admitía?
-Takaba-dije llamando a la puerta-
-Ahora salgo-respondió intentando hacer sonar su voz como siempre, pero se notaba apagada y triste-
Salió al cabo de unos minutos y se vistió rápidamente...
-No me da tiempo de hacer el desayuno ya...pero puedes calentar cualquier cosa de los recipientes del refrigerador...este-dijo indeciso-creo que te veré después...
