Sarah se sentía bastante mal, luego del desmayo en el que se había golpeado la cabeza con la misma silla de la que se sujetaba, lo que ocasionaba una herida que estaba sangrado bastante y luego de ello el fuerte vomito causaba que el ginecólogo prefiriera que fuera trasladada al hospital. Lo cierto es que además de mal se sentía bastante apenada, no sabía si era por el malestar que tenía o si lo había hecho por evitar la incipiente discusión que entre Mikahil y Asami parecía se daría, pero rechazaba la ayuda de Asami y se refugiaba en el ruso, en tanto que Feilong no había dudado un segundo en interponerse entre ellos y Asami.
—Ya hiciste suficiente por hoy—había dicho con firmeza el líder de Baishe—déjala tranquila, nosotros nos encargamos.
Y ella había rehuido la mirada de Asami, que se notaba muy ansioso, solo había atinado a decir con la intención de salir del lugar.
—Por favor, me siento muy mal.
Tras ellos salían los demás, Kirishima iba a casa de Kuroda pues tanto Haru como Satoru se negaban a quedarse en el departamento de Asami si no podían ir al hospital, ambos se encontraban bastante molestos por la actitud de Asami, en particular Haru resentía mucho el grito que su hermano le daba y no entendía cómo podía ser tan poco sensible. Yoh convencía a Tao de irse a departamento de Feilong, llamando a la prudencia del chico, recordándole que Alekeesev aún no aparecía y que en tanto esa amenaza no fuera neutralizada el peligro era latente y tenerlos a los tres juntos en esos momentos era demasiado riesgoso.
—En tanto Sarah está en el hospital lo mejor es que no estén los tres juntos, la seguridad está divida en este momento y por lo tanto bastante comprometida. Tu mejor que nadie sabe lo que es capaz Alekeesev —decía Yoh.
—No me recuerdes eso por favor ¿Le temes? —decía con tristeza.
—Claro que no—respondía abrazándolo y besando el bonito y brillante cabello del chico—lo último que hago es temerle y solo lamento que no tenga más que una vida para tantos que deseamos acabarla, se atrevió a tocarte y en ese momento selló su sentencia de muerte conmigo, si no te dejo ir con ellos es porque esto es un imprevisto, ya bastante fue lo que pasó cuando decidieron ir con Satoru. Aunque la casa de Kuroda es en extremo segura, no se compara al edificio y más ahora que por estar todos juntos de nuevo se reforzó.
—¿Crees que Sarah vuelva? Como dices, es el lugar más seguro.
—Sarah no es de temerle a nada, lo que decida hacer, no tengo la menor idea, Asami acaba de dejar muy en claro sus prioridades y es bastante entendible que haya actuado de esa forma...Toma en cuenta que era una oportunidad única.
—Es que lo que pasó fue increíble...Pero Asami no debió hacer las cosas de esa manera, no lo justifiques
—Sí no hubiera estado ahí y me lo cuentan, no lo creería y no lo justifico, es solo que...Tao, tú estabas ahí cuando el funeral, viste el dolor de primera mano, Akihito le fue arrebatado tan cruel como intempestivamente y si a todos no sorprendió y dolió su muerte, piensa como se sentía y siente Asami, una mañana se despide de él y por la noche lo encuentra muerto y luego el saber que no fue un accidente, debió sumarle aún más dolor al que ya sentía. No se dijeron adiós, no hubo una despedida y el final de ellos fue abrupto y violento. No lo justifico Tao, solo me pongo un momento en su lugar y creo que de estar en el, tampoco desaprovecharía esa oportunidad.
—Entonces ¿tú crees que Asami hizo lo correcto?
—¿Qué de todo esto se puede considerar correcto o incorrecto? Solo digo que tomó la oportunidad que se le presentó, quizá pensó que no tendría otra, ahora, que no debió portarse de la forma en que lo hizo con Sarah, definitivamente no debió, ni siquiera notó cuando ella perdía el sentido y terminó lastimada, eso tampoco es algo de aplaudirle, embarazada o no, es la persona con la que decidió compartir su vida y debería ser más considerado.
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Mi nuevo amanecer sin ti...
FanfictionTakaba Akihito ya no está más, o al menos eso cree Asami, el rebelde fotógrafo fallece en un lamentable accidente...Tres años después aparece en su vida Sarah Nakamura para poner de cabeza su mundo, como alguna vez lo puso Akihito, solo que junto co...