Capítulo 37: Recordándote parte 13

315 28 14
                                    

Asami no podía creer que Sarah se hubiera atrevido a tanto, él había llegado a sentir algo verdaderamente profundo por esa chiquilla y lo que menos imaginó es que hubiera hecho y dicho todo cuanto acababa de suceder y que había ocasionado que, luego de correrla del departamento, saliera al único lugar que le daba paz: La poética tumba de Takaba.

– ¿Me equivoqué Akihito? Ojalá fuera cierto eso que me quiso hacer creer Sarah, de que puede verte. ¡No sé ni que estoy pensando! Ni siquiera puedo saber que pretendía ella con todo eso ¡Y encima queriendo obligarme a estar a su lado para siempre con el más burdo y mezquino chantaje! Con la única persona que yo habría querido estar para siempre es contigo. Porque después de tres años de tu muerte, aún lloro todas las noches, a solas, encerrado para que nadie sepa que mi dolor por perderte es tan grande como el primer día, como el primer momento en que no pude llegar a ti a tiempo y me fuiste cruelmente arrebatado. Pero también le doy gracias a Dios por haberte enviado a mi vida, un ángel para un demonio, quizá por eso te arrebató de mí, pues tanta pureza no era compatible con la maldad que represento. Fuiste y serás todo para mí y a nadie le permitiré tomar jamás tu lugar en mi vida. Contigo compartí tantos llantos, tantas alegrías, tengo tantos recuerdos hermosos de ti. Y sigues estando para mí siempre, siempre a mi lado como un Ángel de la Guarda. Tu recuerdo es ahora lo que me motiva a seguir, tu eres lo más hermoso y sagrado de mi vida, nunca permitiré que tu recuerdo sea manchado o utilizado. Perdóname mi amor, por haberte fallado esa noche, por haberte traicionado, por venir y hablarte de mis sentimientos por Sarah, para que ella, no sé con qué fin, inventara todo eso de ti. Mi amor...perdón, no estaríamos aquí si yo esa noche...No, no estaríamos aquí si yo no te hubiera permitido salir tanto los últimos días ¿A dónde ibas mi vida? ¿Por qué escapaste de la casa de seguridad? Todavía te extraño, todavía te amo. ¿Recuerdas que en una cursilería, de esas preciosas que solo tu lograbas sacarte, me habías prometido que ibas a tocar una canción bonita en guitarra, yo si te hice una canción para nuestra noche de bodas, solo tu lograbas sacarme tantos sentimientos, pero no pudo ser, ya no estas, ya no más. Te necesito tanto o más que el primer día que te fuiste de mi lado.

Cerró los ojos rememorando, luego de su reconciliación los planes continuaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cerró los ojos rememorando, luego de su reconciliación los planes continuaban

–Asami–decía Akihito– Iré a la revista por un rato, esta misma semana concluyo la investigación y me ocuparé ya de lleno de los detalles de la boda.

–En cuanto termines viajaremos a Bibury–dijo refiriéndose al lugar donde se celebraría la boda– pasaremos a Londres por mi hermano y solo nos acompañaran Kirishima y cinco guardaespaldas. Los demás llegaran a Londres y nos alcanzarán 2 días antes de la boda. Entonces se reforzará la seguridad.

– ¿A tu hermano ya le avisaste? –dijo y Asami se encogía de hombros– ¡No le has dicho nada!

–Mocoso, claro que no, eso se lo dirás tú...

–¡¿Yo!? ¿Quieres que sea yo quien le diga a tu hermano que nos vamos a casar? ¿Por qué?

–Bueno, pensé que es un buen tema de conversación entre ustedes y...

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora