Capítulo 36: ¡Deja de molestar mocoso!

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Sarah no sabía por dónde comenzar, la plática en el departamento de Fei, había llegado ya a oídos de Asami y ahora el yakuza esperaba que le comentara que había sido aquella reunión, en la que era el único no convocado, no decía nada, pero la mirada inquisidora se posaba sobre ella.

Además Sarah había descubierto algo ese mismo día que la tenía pensativa y cabizbaja, sin saber cómo decirle todo a Asami, desde Akihito hasta lo que esa mañana, cuando en compañía de Shinji, había ido al médico, cosa que también debía saber Asami ya, dado que la sorpresa, la había hecho llorar de felicidad en brazos de Kuroda ante la atónita mirada de Anderson y Seiko.

Esa tarde reunidos todos, Akihito se presentaba finalmente de nuevo, para decirle a Kirishima cosas que solo ellos podían saber...

– Haru te mostró por video llamada la caja que talló para guardar el collage de fotos que le hice de ti en el internado, tú llegaste agradeciéndome y me diste varios paquetes de bake, que traías en una bolsa y los dejaste caer desde tu altura sobre mi cabeza. Me dijiste que solo por esa vez me dirías que comenzabas a apreciarme. Yo me voltee hacia ti, ya con un chocolate en la boca y te pregunté si querías, me respondiste que no tentara a mi suerte...

Kirishima había permanecido impávido y en silencio.

– En otra ocasión, me quitaste de encima a un empresario en un evento que estaba siendo muy insistente y yo le pegué con el puño cerrado, llegaste y lo encaraste– continúo Sarah repitiendo palabra por palabra lo que Akihito le decía– me lastimé la mano y tú me compraste analgésicos camino a la oficina de Asami, te pedí que no le comentaras nada y tu dijiste que solo por esa vez.

– ¿Qué me ayudó a comprar para Haru? – dijo Kirishima viendo fijamente a Sarah.

– Entradas para un concierto de rock en wembley y fuiste con él, pese a que no te gusta esa música, le trajiste como recuerdo la sudadera que llevaba puesta –dijo Sarah y la voz se le quebró–el día que murió.

– Bien, oficialmente les creo, pero necesito una prueba más ¡no me vean así! Admitan que esto es de locos.

Sarah enrojeció y se acercó al oído de Kirishima, murmurando lo que Akihito le decía.

–Te emborrachaste en la fiesta de aniversario de la empresa y terminaste teniendo sexo con una de las secretarias del área de relaciones públicas, ya siendo novio de Haru, te arrepentiste y por nada se lo confiesas a tu novio, Akihito te dijo que lo lastimarías más si se enteraba y te conminó a no decir nada, eso sí, te pidió que fueras cuidadoso con el alcohol. Desde entonces solo tomas cerveza y en tu casa.

–No necesito más pruebas.

–¿Qué fue lo que te dijo?– preguntaba Haru entornando los ojos y mirando a Sarah.

–En algún momento te lo diré–le respondía Kirishima rodeando su cintura y besando su frente–te lo prometo, pero por ahora enfoquémonos en esto.

–No creas que se me va a olvidar.

–Enfócate–dijo Tao– luego haces tus berrinches.

–Sí –dijo Satoru– no estamos aquí para que estés de mimado con tu novio.

–Ahí está el tuyo–dijo Haru señalando a Kuroda, de pie junto al ventanal–ve y que te mime también para que no te mueras de envidia porque tu novio no es cariñoso contigo...¡Y Tao! Lamento mucho que no esté por a...

–Vas a lamentar otra cosa como sigas hablando–dijo Tao saltándole encima, mientras Haru se pegaba más a Kirishima y tiraba de Satoru para usarlo de escudo.

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora