Capítulo 84: Un enemigo hábil ataca donde más seguro crees estar.

194 18 14
                                    

El grito de Tao le había dado a Haru el segundo que necesitaba para abalanzarse sobre el desconocido que les apuntaba a él y Satoru logrando que perdiera el equilibrio pero no que soltara el arma y el sonido del disparo rompía la monotonía del pacifico lugar, los gritos de Satoru y Tao se confundían, el primero sin pensarlo se unía a Haru a la pelea en la que se enfrascaba, el segundo al notar al otro hombre dirigir su pistola hacía donde Yoh salía se ponía en el campo de visión para impedir que le disparara.

Satoru no era consciente de todo lo que había aprendido en cuanto a defensa se refería y el mismo se sorprendía cuando la patada circular atinaba en el brazo del hombre haciendo que soltara el arma, Haru aprovechaba el momento para hacerse de ella pero su disparo no iba hacía quien habían derribado y que Satoru como podía le impedía levantarse, sino hacia quien entraba a la cueva dando el aviso de haber encontrado la tumba de Akihito, su acción era por dos motivos, el primero evitar que siguiera hablando, si llegaba más gente de los profanadores de la tumba y eran más que sus guardaespaldas logrando su objetivo de llegar a la tumba de Akihito, su hermano iba a pasar un muy mal rato y si en sus manos estaba evitarlo lo haría sin dudar y la segunda era porque al ver que Yoh estaba en una situación vulnerable Tao se había arrojado a cubrirlo sin dudar un segundo, debía impedir que su amigo resultara lastimado.

El primer disparo alertaba a todos los hombres que velaban por su seguridad, al segundo los gritos de órdenes se escuchaban desde donde estaba Yoh. El tipo al que Haru y Satoru habían desarmado sacaba de entre sus ropas una filosa navaja haciendo un corte a la altura del tobillo de Satoru que gritaba de dolor justo cuando Yoh salía de entre los arbustos y varios hombres de la gente de Kuroda los saltaban hábilmente.

Haru distraído por el grito de un herido Satoru no se percataba cuando el hombre al que le había disparado sacaba otra arma, Yoh al notarlo se arrojaba sin dudar a cubrirlo, recibiendo el disparo en el hombro, aun así y sin dejar de cubrir a Haru repelía la agresión.

—¡No Yoh! Gritaba Tao arrebatando el arma de las manos de Haru para sin detenerse comenzar a disparar cada bala impactaba en la humanidad de quien había herido a Yoh, la cabeza, el pecho, el estómago y finalmente en el suelo descargaba toda el arma.

Satoru por su parte al sentirse herido alcanzaba una gruesa rama y sin titubear golpeaba la cabeza del hombre sin ser consciente de lo que hacía, hasta que los hombres de Asami lo detenían para evitar que lo matara, porque habían aprendido a conocer la sensibilidad del chico y no deseaban que cargara con una muerte y otra razón para tener a quien interrogar.

Kirishima había sido el primero en llegar sintiendo que el mundo se le hundía al ver la ropa de Haru manchada con sangre.

—¡Haru! —Decía abrazándolo— ¿Qué fue lo que pasó aquí? ¡Ustedes imbéciles! ¿Cómo permitieron que esto sucediera?

Su furia era enfocada a los guardaespaldas que permanecían alerta.

—Key amor...estoy bien yo no estoy herido no es mi sangre—decía señalando a Yoh que era auxiliado por sus compañeros mientras un pálido y tembloroso Tao lo seguía de cerca—Yoh me protegió y Tao está en shock porque mató a alguien por primera vez. Satoru también está herido, así que preocúpate más por calmar a Shinji cuando llegue o cuando Feilong y Mikahil pidan explicaciones.

Kirishima soltaba un fuerte suspiro abrazándolo con tanta fuerza que Haru perdía el aire.

—No tengo planeado lastimarme, porque sé que eso te lastima a ti—decía tratando de recuperar el aliento—pero tampoco se trata de que tu amor me mate por asfixia.

—Yoh irá al hospital señor—informaba uno de sus hombres—la bala no salió, pero el joven Tao quiere ir y el señor Feilong ordenó que no ¿Qué hacemos?

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora