Capítulo 21...Recordándote parte 8

416 25 4
                                    

La habitación se encontraba en penumbras, aunque Akihito estaba seguro por la forma en que su estómago gruñía que la mañana estaba bien avanzada, sonrió al verse desnudo y los recuerdos llegaron en tropel a su mente, la noche anterior, la romántica cena, el restaurante inundado de flores y velas, la preciosa música brotando desde un lugar invisible, dándole un aire surrealista al ambiente y todo el lugar reservado para ellos.

Asami le parecía un Dios, enfundado en ese smoking hecho a la medida, con el cabello perfectamente peinado, caminando como si el suelo no mereciera que lo pisara. En tanto que él, por mucho que se esforzaba, terminaba siempre teniendo un aire desgarbado y un aspecto travieso, que hacía que las miradas se fijaran en el tremendo contraste entre él y su acompañante. Pero Asami lo atraía hacía él posesivamente y dirigiendo gélidas miradas a quien se atrevía a cuestionar con su mirada a Akihito. Imponente y seguro de sí mismo, Asami siempre conseguía intimidar a todo aquel que osará ver por debajo del hombro a su mocoso.

El ambiente era acogedor y la comida deliciosa y Asami le había pedido que tomara fotografías del momento, lo que hizo que la velada fuera perfecta.

El ligero dolor de cabeza por el exceso de champaña consumido le hizo sonreír con aire de arrepentimiento y deseando beber una taza de café cargado lo más pronto posible. Se removió perezosamente, sonriendo al recordar entre brumas, que había recibido la propuesta de matrimonio y un precioso anillo antes de dar rienda suelta a los ríos de champaña que emergieron luego de esa proposición, que estaba seguro era sino parte de su creativa imaginación o de algunos grados Gay Lussac de más...se había comprometido con Asami, a quien veía dormir a su lado, teniendo su mano sobre el rubio cabello, como asegurando que estaba ahí y de paso, hacerle sentir su protección, una leve risita sacudió el adolorido cuerpo, pues luego de eso, habían hecho el amor hasta quedar exhaustos...comprometido...al pasar el dorso de la mano por la frente algo rozaba la blanca piel, llevó la mano a su campo de visión, el precioso anillo de diamantes blancos y negros, estaba en su anular izquierdo.

-¡Me lleva!-dijo sorprendido, rodando en la cama sin darse cuenta lo cerca que estaba de la orilla, por lo que terminaba en la alfombra, enredado en un montón de sábanas.

El grito había despertado a Asami, que ahora se encontraba de pie frente a él, con el arma en la mano y en una clara actitud defensiva.

-¿Qué demonios te pasa, mocoso?-decía ayudándolo a salir de ese nido de sábana en el que terminaba atrapado-¿como te las ingenias para meterte en problemas desde que despiertas?

-¿Qué es esto?-decía asombrado al ver el anillo-¡Creí que lo había soñado! Asami...¿no lo soñé?

-¿Tan ebrio estabas ya cuando te lo di?-dijo divertido-

-Sí, es decir...no, pero después hubo mucho champan y no recuerdo mucho antes de eso y... ¿nos comprometimos?-preguntaba incrédulo.

-Sí y ya no te puedes arrepentir-decía sujetándolo por la cintura-nos casamos en septiembre, en Inglaterra, porque así lo elegiste tú.

-¿No lo aluciné?

-Te aseguro que no...

-¿Nos vamos a casar? Nos vamos a casar-preguntaba y afirmaba a la vez.

-En septiembre-respondía con firmeza.

-En Inglaterra, porque ahí es legal el matrimonio entre personas del mismo sexo, Inglaterra.

-En un pueblo de la campiña inglesa-dijo Asami besándolo-gracias por aceptar mocoso.

-Te amo Asami, gracias por proponermelo ¡no puedo ser más feliz! Gracias a ti. El anillo es precioso y perfecto ¡Me encanta! ¡Estamos comprometidos! Pero...

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora