Capítulo 39: Al descubierto...

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Haru no dejaba de dar vueltas en la estancia, en tanto que Satoru no se despegaba de la ventana, viendo hacía la calle, Tao estaba en su recamara feliz con Yoh, que se había aparecido poco después de la reunión que habían tenido, en cuanto la puerta del departamento se cerraba, se Tao se lanzaba a los brazos de su novio guarda espaldas, ante la sonrisa de sus amigos y las miradas comprensivas de Kirishima y Kuroda.

—Amor, por favor, siéntate—decía Kirishima— ¿Quieres que te prepare algo de cenar?

— ¿Qué? Ahhh, si gracias, creo que hay carne marinada, planeábamos hornearla con setas y...

—Yo me encargo, no te preocupes, pero por favor deja de dar vueltas.

Satoru suspiraba ruidosamente.

— ¿No está tardando demasiado?

—Tranquilízate, probablemente le surgió algo y debes acostumbrarte, con Shinji siempre es así, sale por una cosa y tarda por otra, seguro se comunica pronto, así que por favor, también quítate ya de esa ventana—dijo con su acostumbrada calma Kirishima.

—Ven, siéntate conmigo.

—Y llamen a Tao, no quiero problemas si a Feilong se le ocurre venir por aquí.

Ambos comenzaron a reír y Satoru era quien iba a cumplir la encomienda.

Cuando Yoh entraba en la cocina, un pálido Kirishima terminaba una llamada, el chino tomaba una botella de agua del refrigerador, viendo analíticamente a su contra parte japonesa, sí bien no eran amigos, lo conocía lo suficiente para saber que algo no estaba bien.

—Era Kuroda...las cosas no salieron nada bien, Sarah está con él.

—¿Qué tan grave es la situación? —Dijo cerrando la puerta.

—Sarah está golpeada, Shinji vendrá para acá en cuanto se calme y duerma, No sé más.

—Mira, si los chicos se enteran esto se va a salir de control, ellos adoran a Sarah y obvio querrán ir a su lado, no estamos en condiciones de arriesgar nada. Además, estás pasando por alto un detalle, Kirishima...

—¿Pasando algo por alto?

—Tao me dijo del anillo...¿Cómo pudiste no decir nada?

—Desde ese día las cosas han ido complicándose —dijo pasando la mano por el cabello—tienes razón, ahí hay mucho por descubrir.

—El imbécil que lo tiene fue quien violó a Fei...y toco a Haru.

—Créeme, no hay necesidad de provocar mi ira.

—Hay que hacer que duerman los tres, antes de que llegue Kuroda, llamar a Feilong y Mikahil, saber que pasó entre Asami y Sarah—dijo tomando un paquete de pan, crema de maní y jalea de fresa—pon a hervir la tetera.

—Ya estoy preparando la cena...

—Deja eso, vamos hacer sándwiches y té, esperar a Kuroda, llamar a Feilong y a Mikahil y hablar de nuevo de todo esto—dijo untando las rebanadas de pan con generosas porciones de crema y jalea.

—¿Quién te puso al mando? —dijo un receloso Kirishima, pero llenaba de agua la tetera.

—Cálmate, que esto no se trata de liderazgo, yo no quiero ver sufrir a Tao más de lo que ya lo hace por saber lo que paso con Feilong y asumo que ni Kuroda ni tu quieren ver que sus novios pasen por un mal rato, Kuroda vendrá para decirnos que pasó con Asami y Sarah, si nos enteramos primero, mañana encontraremos una manera más sutil de enterarlos, en tanto nosotros nos ponemos a trabajar para tratar de saber quién demonios es ese hijo de puta que violó a Feilong, tocó a Haru y... Si tuvo que ver con la muerte de Akihito.

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora