Takaba Akihito ya no está más, o al menos eso cree Asami, el rebelde fotógrafo fallece en un lamentable accidente...Tres años después aparece en su vida Sarah Nakamura para poner de cabeza su mundo, como alguna vez lo puso Akihito, solo que junto co...
Akihito intentaba con todas sus fuerzas zafarse de las manos que lo sujetaban, al pasar frente al auto en el que había llegado y donde sabía esta Seiko, intentó llamar su atención, una mano silenció su grito y al mismo tiempo sintió el dolor de por la aguja clavándose en su cuello, las lágrimas salieron de sus ojos al comprender lo que pasaría, perdería el sentido por horas y no sabía dónde despertaría, o si lo haría, su último pensamiento consciente, fue para Asami...
Seiko colocaba su teléfono en altavoz para poder iniciar la persecución y dar tiempo a los hombres de Asami de unirse a él.
-Son dos vehículos, por la calle 5, no hay más opción que girar hacia el boulevard ¡Me disparan y no puedo repeler la agresión! ¿Dónde diablos estás Anderson?
-Justo detrás de ti...ábrete para repeler la agresión.
-¡No! Puedes herir a Akihito...
-No, él va en el primer auto, déjame quitarnos de encima al escolta-dijo refiriéndose al auto que seguía al que llevaba a Akihito-
-Son italianos....-aseguró Seiko-
-La gente de Gianelli.
-O de Brunelli- Maldición pensaron ambos-
El auto escolta maniobró para cerrar el paso, Seiko no lograba frenar a tiempo y se estrellaba contra este, los hombres que viajaban en el, abrieron fuego contra él Seiko, que aturdido había logrado bajar, se arrastraba detrás del auto, entonces escuchó como a la zaga de él, también abrían fuego y un fuerte jalón que lo alejaba de ahí, era Anderson...
-¡Retrocede! Seiko, ve detrás, estás herido...
-¡Nos están bloqueando para llevárselo!
-No por mucho-dijo viendo la bazuca que apuntaba al auto, que al ser blindado, solo voló por los aires, lo que fue suficiente para que, la bien entrenada gente de Asami, acabará en los siguientes segundos con esos hombres, la sensación de triunfo no duraba mucho, el pesado vehículo que terminaba atravesado, seguía impidiéndoles avanzar...
-Regresen y vayan por la calle lateral-ordenó Kirishima-
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-Es de un solo sentido-respondía otra voz-
-Díselo a Asami-respondió secamente Kirishima-
-Van al helipuerto, están tratando de llevárselo en helicóptero
-Los helicópteros de Feilong y Arbatov despegaran también ¡no pierdan al auto!-dijo Kirishima-
Llegaron casi al mismo tiempo todos al helipuerto, los hombres de Asami rodeaban el auto, apuntando con sus armas, un último vehículo llegaba, del cual descendía un furioso yakuza japonés. Dos hombres y una mujer, bajaban del auto, Anderson sin pensar ya, corría para sacar a Akihito, mientras Asami, estaba ya recreando en su mente los posibles escenarios de tortura para esos tres...
