Capítulo 35...Enemigos

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Desde siempre lo había visto como un inalcanzable Dios, observando desde las sombras, trabajando arduamente para ser notado por Asami. Sus inicios en uno de los clubes en los que el yakuza era socio, fueron como simple mesero, ni siquiera figuraba entre los principales lugares que eran realmente propiedad de Asami, era un buen lugar, de lujo, en una exclusiva zona y uno de los tantos que compartían ganancias con el líder de la mafia japonesa.

Cuando lo vio por primera vez, iba acompañado de una hermosa modelo, rubia, de verdes ojos, no tuvo la suerte de atenderlo como habría deseado, pero sí de llamar la atención de uno de los guarda espaldas de Asami, que días después volvía para tomar una copa y conversar un poco con él, esa rutina siguió por varias semanas hasta que salieron a cenar. Él no tenía gran interés, pero lo vio como una oportunidad no solo de acercarse a Asami, sino de una vida mejor, porque el pequeño pero elegante y cómodo departamento en el que el tipo vivía era mucho más que el cuarto donde habitaba.

 Y Shuu Sudou comenzó a vivir más de cerca su fantasía con Asami Ryuichi

La relación prosperaba, se llevaban bien, eran buenos amantes y una noche que su novio no estaba fue golpeado por un grupo de hombres que lo esperaron a la salida del bar donde trabajaba, luego de tener con ellos un par de roces y que los sacaran del lugar. Sudou aprovechaba la ocasión para pedirle en medio de llanto, que lo ayudara a cambiarse a trabajar a uno de los clubes de Asami, de los que era dueño absoluto y que contaban con seguridad de primera, donde estaría seguro y claro, cerca de quien llamaba poderosamente su atención.

La ira que sintió cuando se lo negó fue lo mejor que pudo suceder, la negativa era porque su pareja no deseaba que trabajara más y en medio de su indignación gritaba que no podía permitir que eso ocurriera, que deseaba trabajar y que, aunque lo que hacía no tenía mayor relevancia, era lo que le permitía tener su independencia. El arranque de histeria fue visto como dignidad y tuvo los resultados deseados.

El favor a Kirishima fue pedido y concedido, después de todo, ese hombre tenía varios años al servicio de Asami mostrando la más absoluta lealtad. Sudou poseedor de una gran inteligencia y carisma, había aprendido mucho de su trabajo y pudo pasar de mesero a encargado de compras, con lo cual, un par de veces por mes, debía ir a las oficinas de Asami y entrevistarse con auxiliares cercanos a él.

 Sudou poseedor de una gran inteligencia y carisma, había aprendido mucho de su trabajo y pudo pasar de mesero a encargado de compras, con lo cual, un par de veces por mes, debía ir a las oficinas de Asami y entrevistarse con auxiliares cercanos a él

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A su modo de ver, la suerte lo favorecía una vez más, un enfrentamiento con un grupo rival que osaba desafiar el liderazgo de Asami y que era borrado del mapa por los hombres del yakuza, encabezados por el mismo...en ese enfrentamiento su pareja fallecía y entonces el tan anhelado acercamiento se daba, porque quien llamaba a su puerta para dar la noticia de la muerte de quien compartía vida con Sudou, era el propio Asami.

Su pareja tenía un hijo pequeño y todo, salvo el departamento era para él, naturalmente, el yakuza no iba a dejar a su suerte a ese pequeño...ni a la persona con quien su subordinado vivía y a quien en sus últimos momentos, pedía proteger.

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora