Capítulo 78: Si en verdad lo amas...

160 18 35
                                    

La paciencia que caracterizaba al siempre frío y calculador Asami Ryuichi parecía haber llegado a su fin en las últimas semanas y de no ser porque no deseaba que Haru presenciara un nuevo enfrentamiento con Kirishima, se habría metido por la fuerza a su habitación, tenía tres horas esperando a que su hermano decidiera dejarlo entrar, y claro si no fuera Haru de quien se trataba, él no estaría ahí, tratando de controlar su ansiedad y molestia.

Haru era para él demasiado importante, lo más importante de hecho hasta la llegada de Akihito y luego los había puesto al mismo nivel en la importancia de sus sentimiento, eran desde luego dos tipos de amor completamente distintos, pero hasta que no supo del embarazo de Sarah y que tendría dos hijos, Haru y Akihito eran lo único que amaba por sobre todas las cosas, la lealtad y cariño hacía sus amigos y socios eran otro cantar y Sarah estaba en un nivel muy diferente por ser la madre de sus hijos, pero en resumen: Tocar a quien Asami Ryuichi amaba, era la firma de tu contrato para morir.

Sabía que los errores cometidos con su hermano no tenían marcha atrás y que su animadversión por Akihito no eran sino responsabilidad totalmente suya, su hermano adolescente recluido en un internado porque él decía que no quería que corriera riesgos, pero si daba todo por proteger a Akihito que básicamente corría el mismo riesgo que Haru por la cercanía con él. Ahora comprendía que si hubiera llevado a Haru con ellos en cuanto definió sus sentimientos las cosas podrían haber sido bastante diferentes. Y dentro de todo, se encontró con que Haru y Akihito habían intentado -a su muy particular manera- solucionar sus malos entendidos, la ofrenda de paz de Akihito había sido su silencio y apoyo en la relación de Haru con Kirishima y a su vez, Haru le había confiado un par de secretos a Akihito, dando a entender con esa acción que aceptaba, pero no admitiría abiertamente nada respecto a la relación de su hermano.

Si hubieran tenido tiempo quizá la convivencia habría hecho su trabajo.

Sus pensamiento eran interrumpidos por la pesada caída en el asiento de a lado, sin abrir los ojos supo que era Mikahil, una ligera mueca se formaba en sus labios, agradecía la compañía pero en realidad hubiera preferido la presencia de Feilong.

—Doble carga sin azúcar—decía dándole el vaso.

—Gracias—respondía mecánicamente tomando el vaso que le ofrecía— ¿Qué haces aquí?

—Fastidiarte—soltaba con desenfado.

—No estoy de humor para tu maldito sarcasmo.

—Lo sé y créeme, no me importa.

—Mikahil, por favor...en verdad no puedo con más en éste momento—Lo veía y el ruso habría muerto si los ojos de Asami dispararan.

—Tenemos que hablar, Asami...es una plática que ya no se puede postergar, has estado tan ausente estos días que no te enteraste de nada. Empezando porque casi dimos con Alekeesev gracias al novio de Sudou, escapó de nuevo pero solo por el momento, porque ahora sabemos que infiltró gente de Yan Tzu y que va tras Feilong de nuevo, que quiere a Haru a Tao y tus hijos.

—Sobre mi cadáver—advertía con frialdad.

—Como están las cosas lo más seguro es que sea sobre el mío—decía encogiéndose de hombros—Porque mientras tú no regreses al mundo y sigas en tu burbuja con Akihito, no creo que podamos contar contigo.

—¿Qué habrías hecho de estar en mi lugar? Supón que fuera Feilong a quien encontraste muerto en esa carretera, luego de estar con él por la mañana y seguro que esa noche dormiría en tus brazos...Creer por años que fue un accidente para luego enterarte que lo habían asesinado de la forma más cruel y dolorosa. Y finalmente, una oportunidad de estar de nuevo con él y decir todo lo que se te quedó pendiente porque te fue arrebatado sin misericordia.

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora