Capítulo 38: Nunca te atrevas...

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Asami no dejaba de observar a Sarah, quien le había regalado una pequeña sonrisa para decirle que sí, que tenían que hablar de algo importante, que fuera a ponerse cómodo mientras ella recogía el servicio luego de la cena, suspiró, en eso era tan parecida a Akihito, amantes del orden y la limpieza, de la comida sana, de la convivencia con él, después de su mocoso, nunca creyó vivir de nuevo momento como esos y ahora a sus 37 años los tenía y con una niña de 23.

Quizá era su edad la que hacía que añorara vivir una ambiente familiar, no se consideraba viejo, sabía de su atractivo y procuraba mantenerse saludable, comenzó a ejercitarse más, había reducido el número de cigarrillos por día y los vasos de whisky se limitaban a uno a la hora de la comida, la cena, antes de dormir o durante una reunión, descubriendo que en muchas ocasiones el hielo se deshacía en el vaso y el contenido apenas había sido tocado.

Sarah había cumplido 23 años estando con él y la había llevado a pasar el fin de semana a París como regalo de cumpleaños, luego de una cena íntima con la sagrada trinidad, Kuroda y Kirishima. Pero Sarah no era Akihito y ella si conocía la ciudad, había vivido ahí por 6 meses para perfeccionar el idioma, tampoco se impresionaba con las tiendas caras, si bien compró un par de cosas y Asami le obsequió algunas joyas, al igual que Akihito le dijo que el mejor regalo era el tiempo a su lado y se colgaba orgullosa de su brazo y apoyaba su cabeza para caminar por las calles de la romántica ciudad francesa.

A diferencia de Akihito con ella no hubo problemas, si bien no había mirada que no se posara en la bella chica, porque Sarah llamaba mucho la atención, tenía un cuerpo bien esculpido, cintura estrecha, el largo cabello destellando tonos dorados, las caprichosas puntas rizadas rodando sobre su espalda, la perfecta piel, la preciosa nariz, los labios carnosos que incitaban, pero sobre todo los ojos, rasgados y enormes de color azul intenso y el aura de paz que de ella emanaba. Los hombres lo miraban con envidia y las mujeres suspiraban, Asami solo la ceñía por la cintura con más firmeza cuando una mirada masculina se posaba sobre ella por más tiempo del que consideraba debido.

Con ella todo era tranquilidad, el oasis en el desierto, el lugar de reposo de su agitada vida y en ese año solo había tenido un problema cuando una revista se había dedicado a acosarla, si bien aparecían con frecuencia en páginas y revistas de moda y sociedad o de negocios por asistir a reuniones y ser siempre la pareja más atractiva y era muy común aparecer en la prensa, Sarah se había negado a ser la portada de las revistas que se lo propusieron y cuando lo fue, eran tomas hechas en eventos o en la calle, de inicio solo se había reído con los títulos ¿Quién es Sarah Nakamura? O ¿Quién es la chica que ocupa el corazón del empresario Asami Ryuichi? Y le causaba gracia lo que de ella se decía.

Pero esa revista había ido más allá, buscando una entrevista que ella no estuvo dispuesta a conceder, a Asami le gusto lo que le dijo..."es nuestra vida privada y privada debe seguir" el yakuza había respondido por medio de su departamento de relaciones públicas declinando a nombre de su pareja, pero ellos no se detuvieron, comenzaron a abordarla en las calles y demandaron cuando al ser demasiado insistentes en la entrada de la universidad tuvieron que ser alejados por los guarda espaldas de la chica, ocasionando la caída de uno de los fotógrafos, pidiendo una indemnización de 100 mil euros o retirar la demanda a cambio de la entrevista, Sarah se negó y Asami pagó.

Luego fue la pregunta al salir de una cafetería con sus compañeros de la universidad ¿Está usted consciente de las preferencias sexuales de su novio? ¿Le gusta la idea de compartirlo con otros hombres? Pero Sarah los había puesto en su lugar respondiendo "Asami no tiene la culpa de ser tan atractivo que se convierte en la fantasía de hombres y mujeres por igual" y retirándose con aires de princesa del lugar, el asunto había sido televisado y él había estallado en carcajadas en su oficina. Luego la acusaron de estar con él por dinero, llegando a desvelar detalles íntimos de la joven, diciendo que al perder a su padre a tan temprana edad, buscaba una figura paterna, un sugar dady. Eso causaba la indignación de ambos, si bien luego una broma de Sarah en la cama había suavizado las cosas, decidieron no concederle mayor importancia. Salvo una seria advertencia de Asami a la revista de no mencionar intimidades de su novia.

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora