Capítulo 29...Dorado y plata.

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Mikahil había llegado a Amanecer dispuesto a enfrentar a Sarah y hacerle saber que no iba a permitir que se aprovechara del momento de debilidad que Feilong vivía y que solo él conocía plenamente. Admiraba a su pareja, pues frente a todos seguía siendo el duro y frío líder de la mafia china, sin mostrar debilidades o piedad, manejando con mano de hierro y mente fría y calculadora el bajo mundo del enorme país.

Pero era el ruso quien lo sostenía en las noches, cuando despertaba en medio de una pesadilla, era él quien respetando su intimidad, tomaba su fría mano entre las suyas para transmitirle calor, era él quien esperaba paciente a que Feilong, superara el temor de volver a entregarse y solo lo abrazaba para hacerle sentir que estaba ahí y que siempre estaría ahí, a su lado.

Era por eso que no iba a tolerar que nadie abusara de esa vulnerabilidad que solo él conocía y que protegería con su vida de ser preciso y no le importaba si al enfrentar a Sarah, tenía que enfrentar también a Asami, a Yuri, a Connor Lawler...a quien fuera necesario.

La vio sentada a medio puente, en posición de flor de loto, con el cabello suelto ondeando suavemente al viento, la vio serena, suave, en total calma, contemplando el cristalino remanso de agua que contenía los restos de quien Mikahil había llegado a considerar un hermano y tampoco iba a permitir que Sarah lo utilizará a saber con qué intenciones, se sintió furioso de verla tan tranquila, con esa confianza en sí misma y esa dulzura que terminaba por conquistarlo, sí, Mikahil Arbatov la quería mucho, pero no iba a permitir en momento alguno eso que tramaba, fuera lo que fuera.

-Mikahil-dijo levantando la mirada.

-¿Qué demonios es todo esto Sarah?

-Ojalá hubiera una formar racional de explicarte...

-¿Por qué le dijiste a Fei que Akihito está de vuelta, como sabes de este lugar?-gritó completamente fuera de sí.

-Del lugar supe por Shinji, que Akihito está bajo este puente y como llaman ustedes a su tumba, me lo dijo el propio Takaba.

-Sarah, levántate...Te voy a llevar arrastrando con Asami, para contarle lo que estás haciendo ¿Kuroda también está contigo en esto?

-Cálmate, por favor...en verdad, las cosas no son como las piensas...

-¿Fue Yuri quien te hablo de Akihito? ¿Estás también tú con los ingleses y los búlgaros? ¿No serias tú quien inserto ese programa en la computadora de Fei?

-Nada de eso, Mikahil... ¡lo juro!-dijo sintiendo las lágrimas escurriendo por su rostro y viendo a Akihito, con cara de angustia, negando con la cabeza-Esto, esto...me pasa desde la niñez, no sé porque, no creas que lo considero una bendición, sí hasta a un psiquiátrico fui a parar porque mi tía...

-Debió dejarte ahí ¿Cómo puedes creer que me tragaré tus patrañas? No sé qué mierda hiciste para convencer a Fei, pero conmigo no vas a jugar Sarah. Ahora mismo vamos con Asami y le vas a decir a él, que es lo que pretendes con este maldito juego y te vas a alejar de Fei...

-Mikahil, no...espera-decía ya sollozando-no hagas un escándalo, Anderson y Seiko están observando y...

-O son los primeros en apoyarme o son los primeros que se mueren por tratar de ayudarte, pero esto lo va a saber Asami...

-¡Mierda Mikahil! ¡Claro que lo va a saber Asami! Yo misma se lo voy a decir ¿crees que esto lo invento? ¿Qué ganaría yo? ¡Sí estoy con ustedes tres y bajo su protección! ¿Por qué cambiar eso o a favor de quién? ¡Creí que confiabas más en Fei!

-Sarah, no-decía al verla llorando de esa forma-¡Es que como demonios crees que te voy a comprar este cuento! Sí Fei te creyó es porque en este momento está vulnerable por lo que vivió...oye, cálmate, no llores así...

Mi nuevo amanecer sin ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora