Mi nuevo amanecer sin ti...

Capítulo 66...Todo lo que hago, lo hago por ti.

Haru despertaba sintiéndose aprisionado por los fuertes brazos de Kirishima, durmiendo a su lado en la estrecha cama del hospital, recodaba vagamente haberse quejado de frío en la madrugada y pedirle que se recostara con él. Su vista se fijaba en la cama de al lado donde Shinji dormitaba recargado de la cabecera y Satoru tenía la cabeza entre las piernas de él. No pudo evitar un suspiro de alivio al ver la escena, sus amigos nunca sabrían lo que había pasado, Yuri estaba muerto y el secreto que sabían él y Mikahil se lo guardaría hasta el último día de su vida, no sabía qué hora era pero su estómago reclamaba alimento, el día anterior no pudieron comer más que un poco de avena debido a desintoxicación que les estaban haciendo.

Cerraba los ojos al recordar lo sucedido y se daba la vuelta para refugiarse en el pecho de Kirishima mientras aspiraba el aroma de la piel de su novio para calmarse, había escuchado ruidos y un fuerte llamado a la puerta que había abierto al escuchar un gemido de dolor y Yuri lo había empujado de vuelta tapándole la boca con fuerza para que no pudiera advertir a Satoru de pedir ayuda y mientras forcejeaba lo había tocado y mucho incluso había sentido como besaba su nuca mientras el cloroformo hacía efecto y recordaba haber visto llegar a Saturo antes de perder el conocimiento, lo siguiente que recordaba era el alivio que había sentido al ver a Mikahil cuando abría los ojos.

La puerta se abría y una enfermera entraba con una tabla en las manos, al ver a los acompañantes dormidos soltaba furiosa.

—¿Pero que creen que hacen?

Haru de espaldas no la había visto entrar y el fuerte tono despertaba a Satoru, la enfermera palidecía al verse de pronto apuntada por dos armas, tanto Kirishima como Kuroda reaccionaban casi por instinto para proteger a sus parejas, ambos cubriéndolos con sus cuerpos.

—Por favor—decía la mujer casi llorando—yo solo hago mi trabajo.

—Debe ser más cuidadosa en esta habitación—advertía Kuroda—¿no le informaron de la situación?

—Sí, si...disculpen, ya sabemos que son personas importantes y por eso la seguridad, pero no se permite que duerman con los pacientes.

—Mi novio tenía frío—decía Kirishima fríamente— por eso estaba con él, no veo cual es el problema.

Ella salía entre disculpas mientras Kuroda sentía a Satoru aferrado a su ropa y veía como Kirishima acariciaba el rostro de Haru.

—Me siento mareado—decía Satoru y Kuroda se volvía alarmado.

—Recuéstate, debe ser porque despertaste sobresaltado—decía acomodándolo y cubriéndolo con la manta.

Haru se abrazaba con fuerza al cuello de Kirishima...

—Ayer tuve miedo no podía gritar por ayuda, no podía respirar y sentía a Yuri encima de mi tocándome. Kei no quiero pasar por algo así de nuevo nunca...al menos ese par de cursis —confesaba Haru y señalaba a Saturo y Kuroda—ya tuvieron su primera vez pero tú y yo no...no es la primera vez que estoy a punto de no tener mi primera vez contigo y duele Kei, la idea duele mucho. Yo no lo voy a poder soportar si algo impide que tú y yo estemos juntos, en verdad no soporto la idea de estar con alguien más.

Kirishima lo abrazaba con fuerza y murmuraba algo a su oído, Haru sonreía y enrojecía, mientras Satoru desde la cálida protección en brazos de su novio sonreía a sabiendas que Haru estaba dramatizando para conseguir lo que quería. Haru al notar la mirada de suspicacia de Satoru soltaba con falsa ingenuidad.

—Y así como Satoru tiene una fantasía de tener sexo sobre el piano, yo también tengo algunas cosas que contarte.

Satoru enrojecía mientras Shinji se separaba por un instante para verlo a los ojos con la mirada llena de ansiedad y el chico se escondía en su pecho.