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minho hizo un mohín—: busca a jeongin, ¿no? él es delicado y abrazable, lindo y-

—¡hyung! —hyunjin hizo un berrinche, tomándolo de las manos y halándolo a su cuerpo—. ¡por favor!

—¡no! ¡debo estudiar! —forcejeó intentando mantenerse en su silla. comenzaban a hacer mucho ruido, de forma en que empezaba a preocuparse por si los escucharan desde el cuarto de sus progenitores. de verdad esperaba que no.

minho supo que debía ejercitar más su cuerpo cuando, alguien más atlético como hyunjin, pudo levantarlo de su silla de un tirón. trató de ahogar una exclamación cuando fue despegado del suelo y pronto estuvo en los brazos del rubio, quien reía y lo llevaba a la cama.

—¡hwang hyunjin! —lo regañó con un susurro, intentando hacer el menor bullicio posible y a la vez defenderse de lo que quería el menor —¡bájame!

el pelinegro fue depositado en la cama con poco cuidado y pronto sintió unos dedos escabulléndose en su cuerpo para atormentarlo con cosquillas. al principio quiso hacerse el serio con el menor, pero sus labios lo delataron con pequeñas sonrisas que demostraban las risotadas que querían salir de él.

—¡no! —se quejó reprimiendo unas risas escandalosas. los dedos del menor recorrían su abdomen como pequeños gusanillos y la sensación de desesperación no se hizo esperar. comenzó a patalear sin fuerzas y a removerse, mientras hyunjin se reía con él. —¡detente!

—¡me detendré si mañana me compras el almuerzo! —quiso negociar. por un segundo pudo ver el rostro de minho con el ceño fruncido antes de que volviera a atacarle con cosquillas.

—¡está bien! pero detente ya, ¡nos van a oír!

—oh, hyung —se burló hyunjin después de dejarlo en paz con ello, aún encima de él y viéndolo con una característica expresión pícara—. ¿esa será la icónica frase en tu próxima producción porno?

—¿qué dices, cochino? —minho quiso levantarse y escapar de él, pero le fue simplemente imposible cuando estaba echado sobre su cuerpo. tuvo que bufar para regular los jadeos debido a las carcajadas que había sacado de su interior—. ¡déjame ir, que quiero estudiar!

—¿sí me comprarás el almuerzo? —insistió el menor sin planear moverse ni un milímetro. minho comenzaba a ponerse nervioso debido a la corta distancia; su espacio personal estaba siendo invadido de una manera muy descarada. miró a hwang a los ojos en un intento de intimidarlo, pero era difícil cuando tenía la expresión de un gato acorralado y las mejillas rosadas por el esfuerzo.

—sí, sí, lo que quieras. muévete.

—¿puede ser galbijjim~?

—¿te moverás o debo tirarte de la cama?

ABRE LA VENTANA, LEE。 hyunho ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora