ABRE LA VENTANA, LEE｡ hyunho ✔️

49

tocó el timbre de la casa de felix. con su mochila al hombro y jisung atrás de él, escuchó una pequeña voz gritar un resonante "voy" justo antes de que la puerta se abriera de par en par. la niña de inmediato se asombró al verlos.

—hola —saludó minho, usando una voz dulce—. ¿te acuerdas de mí?

la chiquilla, de unos siete años de edad, lo miró por unos segundos más antes de reconocerlo y sonreír en grande, lanzándose a sus brazos—: ¡oppa!

minho rió y le devolvió el abrazo, revolviéndole el cabello. a pesar de que algunos niños no le caían bien, esa niña le había agradado cada vez más durante sus visitas a felix. chaewon era una pequeña alegre, algo tímida, tranquila y además talentosa. ella misma le había hecho un llavero de perritos meses atrás como un regalo, el cual conservaba con cariño.

—¿viniste a ver a felix oppa? —sus lindos ojos se iluminaron. las pequeñas manos dieron numerosas palmadas de emoción en el aire cuando minho asintió—: ¡¿ahora sí son novios?!

el pelinegro enmudeció. volteó a ver a jisung mientras éste hacía una pequeña mueca y se alejaba lentamente de allí.

—hija, ¿con quién hablas? —una señora apareció detrás de la pequeña, viendo a minho al instante —. oh, minho, hacía tiempo que no venías a visitarnos. ¿vienes a ver a felix?

minho hizo una pequeña reverencia a la señora y asintió—: es que no ha ido a clase y quería ver cómo está.

—vaya. ese chico no ha querido hacer nada en estos días —se quejó, acercándose a él e invitándolo a pasar. para ese momento, minho supuso que jisung ya se había ido de allí—. puedes subir, está en su habitación.

minho agradeció una vez más y chaewon quiso seguirlo, pero su madre le pidió que le ayudara a bañar a cálice: el cachorro que tenían de mascota. el chico, sabiendo dónde estaba ubicada la habitación de felix, simplemente subió y se aproximó a la puerta correspondiente.

cuando tocó la puerta varias veces y lo llamó para que supiera de su presencia, la puerta no tardó mucho en abrirse. felix tenía un aspecto desaliñado, con ropas de andar por casa, el pelo desordenado y unas ojeras terribles.

minho tragó saliva, sintiéndose un poco más culpable. "¿quizás no había dormido lo suficiente y yo tengo algo que ver?"

—hyung, ¿qué haces aquí? —su voz era gruesa y casi dormilona, parecía que había estado excesivas horas tumbado en su cama.

—vine a saber cómo estabas y... —movió su pie con nerviosismo—, a hablar contigo sobre algo importante —frunció los labios, sintiendo la mirada del más alto clavada en su rostro—. ¿puedo pasar?

felix asintió en silencio y se alejó de la puerta.

apenas entró, notó un montón de piezas de origami esparcidas por el suelo. las figuras estaban hechas de papel de colores, y apenas pudo distinguir unos cuantos animales cuando el castaño las recogió con brusquedad.

felix se disculpó por el desorden—: estaba haciendo manualidades con chaewon, a ella le encanta hacer esas cosas, ya sabes...

—sí, lo sé. aún recuerdo cuando la ayudamos a hacer sus piezas de masa flexible —habló con cariño, tomando asiento sobre el colchón de la cama individual, justo donde felix le había indicado. minho seguía un poco tenso, pero se encargó de no demostrarlo demasiado para no incomodar a felix.

—sí, ha pasado un tiempo...

conservaron el silencio por unos segundos hasta que minho comenzó a hablar de nuevo—: ¿por qué no has ido a clases?

—tenía unos problemas.

—eso mismo le dijiste a jisung y tampoco fuiste hoy —contraatacó. felix hizo contacto visual con él. los ojos del chico estaban opacos y tristes, casi irritados y cansados.

—no he estado bien emocionalmente.

minho se silenció por un momento, pensando que felix estaba evitándolo. la única manera de poder hablar claramente era ir al grano—: ¿es por lo de mi acercamiento con hyunjin?

felix no respondió. minho se sintió ansioso, porque ya ni siquiera se movía o lo veía, simplemente se quedó quieto mirando al frente; mirando a la pared.

—felix, lo siento por haberte hecho esperar por tanto tiempo por una respuesta, pero realmente no puedo salir contigo románticamente. sólo puedo verte como un amigo. en serio estoy muy arrepentido por ilusionarte, eres un chico maravilloso y... —suspiró. felix ni siquiera se inmutaba por sus palabras.

—lo sé —respondió sorpresivamente para el mayor, quien frunció las cejas en confusión—. lo sé, hyung, lo sé desde antes de que hyunjin apareciera. sólo... he estado intentando acabar con esto definitivamente.

>> incluso si hubieses llegado a darme una oportunidad, te habría rechazado. le pedí a mi mamá que me transfiera a una escuela de artes en el otro lado de la ciudad, esa es la verdadera razón por la cual he faltado. estoy haciendo los trámites.

minho se quedó helado en su sitio. ¿había oído bien? ¿felix se iría?

—tuve una conversación con mi mamá y hemos concluido en que sería bueno para mí comenzar a estudiar artes escénicas. no me mudaré, pero definitivamente tendré que dedicarle mucho tiempo a mis estudios.

por fin, volteó a ver a minho. el chico tuvo que estar haciendo una expresión graciosa, porque el castaño sonrió por primera vez.

—yo... —minho sonrió, con las mejillas un poco rosadas. repentinamente aliviado por sus palabras y asombrado por la noticia—, estoy muy feliz por ti. en serio —le tocó el brazo, animándolo —espero que puedas conseguir ser un gran profesional.

—mi mamá me mataría si no lo hago, de todas formas —bromeó, volviendo ligero el ambiente entre ambos.

—definitivamente le ayudaría —rió, mirando el suelo de nuevo. allí, amontonadas en un rincón, estaban las figuras de origami. minho apuntó hacia su dirección con su dedo índice—: ¿me regalarías una por si te echo de menos?

—por supuesto que me vas a echar de menos —bromeó, acercándose a ellas y volviendo después de unos segundos con una figura de color blanco—. te daré un gatito.

minho la aceptó gustoso. era la cabeza de un felino blanco, de orejas negras, con los ojos y el hocico pintados adorablemente. tan sólo sonrió, enternecido—: gracias, lixie.