ABRE LA VENTANA, LEE｡ hyunho ✔️

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minho no quiso dar esa impresión, pero se había esforzado en verse bien ese día.

no quería admitirlo tampoco, pero le importaba que hyunjin lo viera lindo. se sentía nervioso cada vez que arreglaba un mechón fuera de lugar en su sencillo peinado, ponía especial atención en que su atuendo estuviera bien colocado y se había tomado la molestia de usar su perfume dulzón, además de un sutil bálsamo con sabor a fresa en sus delicados labios.

estaba volviéndose un maniático; pero él simplemente quería mostrarle a hyunjin el mejor lado de sí mismo.

se sintió especialmente nervioso cuando lo esperó en la sala y hyunjin llegó a los minutos luciendo guapo, como siempre. no tenía idea de cómo hacía el rubio para hacer que su respiración desapareciera por un instante; pero tenía ligeras sospechas puestas en su cabello desordenado, y distraídamente fijadas en su ropa ajustada y oscura.

lucía como un chico malo.

muy diferente a él, que había elegido un suéter una talla más grande que la suya y colores suaves y cálidos. había optado por una apariencia más abrazable y hyunjin sonrió por eso, ya que no dudó en abrazarlo por lo lindo que se veía. tampoco dudó en hacérselo saber, susurrando un "mi novio es tan lindo"

minho iba a elogiarlo tímidamente, diciéndole que lucía sexy, pero tuvo que tragarse sus palabras cuando sus labios fueron apresados en un beso cariñoso y tranquilo. sólo pudo dejarse llevar hasta que el menor se separó, mostrándole una sonrisa ladina que, para la salud de su corazón, era demasiado sensual.

"¿qué es esto? oh, me tendré que acostumbrar a sentirme así de bien a partir de ahora".

ambos partieron rumbo al centro comercial y caminaron tranquilamente, husmeando en las estanterías de las tiendas cuando algo captaba su atención. su próximo destino fue la cafetería gatuna, donde tomaron un descanso y aprovecharon de llenarse de ronroneos y pelos de gatos.

casi al finalizar la cita, hyunjin los llevó al parque para hablar más tranquilamente. encontraron un sitio calmado donde el regazo de minho sirvió de almohada para la cabeza de hyunjin. entonces, los dedos del mayor se enredaron con calma entre el cabello rubio.

—hyunjinnie, no sabes lo feliz que me siento de estar así contigo —confesó de repente, entre tanto silencio. el menor abrió los ojos, encontrándose con la mirada cálida del mayor—. ¿me querrás aún con todos mis defectos?

—ya lo hago, hyung —sonrió hyunjin. minho lo imitó con cariño, hasta que tomó una de sus manos pequeñas para entrelazar sus dedos. —¿tú me querrás aún cuando conozcas mi peor lado?

minho observó el contraste de su mano con la de hyunjin, sus dedos cruzándose se veían extrañamente bien. conservó el silencio por unos segundos antes de fijarse de nuevo en los orbes de su novio, quien lo miraba expectante.

—no tengo dudas de ello.