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minho tomó las manos de hyunjin, que se encontraban en los costados de su rostro, y las apartó con delicadeza. el menor estaba confundido. el pelinegro sólo suspiró con la mirada baja.

—hay algo más, pero no te lo diré ahora.

—¿me vas a dejar con la intriga?

—sí.

el mayor simplemente se levantó y se dirigió a la salida, cambiando de tema—: felix ha estado faltando a clases porque está haciendo los trámites. no se mudará, pero ya no estará con nosotros en el instituto...

—oh —hyunjin intentó dejar pasar su curiosidad para no enloquecer allí mismo—. dentro de un rato le escribiré para desearle mucha suerte —agregó, siguiendo al mayor de cerca—. ¿ya te vas, hyung?

—¿quieres que me quede?

—no me quejaría —bromeó el chico, guiñándole un ojo sugerentemente para aligerar el ambiente. minho suspiró, rodando los ojos. siempre hacía ese tipo de bromas.

minho esperó a que hyunjin abriera la puerta y le diera espacio. el rubio parecía un poco confundido y tenía la mirada de un cachorrito, casi podía sentir que le preguntaba sobre ese "algo" con los ojos. pero pretendió no captar aquello.

—nos vemos mañana, hyunjin —se miraron mutuamente por largos segundos hasta que minho se acercó para darle un beso en la mejilla, extrañamente cerca de los labios.

el contacto duró un poco más de lo normalmente necesario, hyunjin estaba preguntándose qué quería transmitirle con ese extraño gesto. luego, cuando estuvo a punto de dar la vuelta y salir, le sonrió.

hyunjin sólo se quedó atónito, viendo su espalda mientras se alejaba. se tomó sus segundos para tomar el control de su cuerpo y cerrar la puerta. luego, simplemente dejó que su frente se apoyara sobre la madera.

una mano viajó hasta su pecho, su corazón estaba latiendo intensamente y lo podía sentir con claridad. ¿qué le iba a decir minho? ¿y por qué sentía que ya lo sabía, muy en el fondo de sí mismo?

minho no estuvo muy distinto. se había ido con una aparente confianza de la casa de hyunjin. pero en la esquina, lejos de la propiedad, se arrodilló en la mitad de la acera y sacudió su cabello con frustración. varias personas lo vieron extraño, pero no le importó ni lo más mínimo.

estuvo a punto de perder el control no una, sino dos veces. y la pregunta de hyunjin le había dejado mucho de qué pensar. parecía que quería hacerle decir algo que quería escuchar, ¿o sólo lo estaba interpretando mal?

sólo supo que al llegar a casa y después de haberse tirado encima de su colchón, realmente tuvo la impresión de que hyunjin sentía lo mismo que él.

por poco casi cae dormido cuando sintió unas cuatro patitas montarse sobre su espalda. de inmediato supo que era veli, porque empezó a mordisquear su cabello y a hacer sonidos de cachorro para que le prestara atención.

minho se dio la vuelta con cuidado y lo sostuvo entre sus brazos. veli comenzó a lamerle el rostro, más específicamente la barbilla.

—¿qué dices, veli? ¿hyunjin siente lo mismo por mí? —le preguntó al animal, mirando el techo como si allí pudiera encontrar una respuesta. el cachorro sólo ladró en respuesta al oír su nombre—. oh, claro, qué vas a saber tú.

miró hacia su costado. allí se encontraba el escritorio, próximo a la ventana, donde reposaba su telescopio. estaba a punto de anochecer también. el aire se hacía más fresco y las luces de las calles eran más visibles.

era hora de comenzar a estudiar. quizás las estrellas podrían darle la respuesta que estaba buscando.

ABRE LA VENTANA, LEE。 hyunho ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora