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hyunjin bajó las escaleras luciendo más decente. su sorpresa al llegar al comedor y ver sólo a minho le hizo abrir los ojos con extrañeza.

—¿y tus padres? —preguntó tomando asiento justo al frente del mayor. minho apartó la vista de su teléfono y le sonrió suavemente, negando con la cabeza.

—mis papás están en una cita romántica. ¿puedes creerlo? —ambos comenzaron a comer después de que el menor agradeciera por la comida. hyunjin soltó un sonido de sorpresa por la dedicación que el matrimonio lee se tenía—. y minju también dijo que saldría en un rato.

hyunjin vio su huevo en canasta y sonrió con emoción, intrigado por el peculiar platillo. también habían trozos de frutas en un cuenco, junto a una jarra de café, leche y cereales a un lado; todo a su elección. primero dio un mordisco a su pan tostado, maravillado por el sabor y expectante a probar todo lo que el pelinegro sirvió para ellos.

—¿lo hiciste tú? —preguntó, viendo como el mayor se servía una taza de café y asentía—. woah, lo único que haces es sorprenderme.

—lee minho es una caja de sorpresas —bromeó, dando un largo sorbo a la bebida caliente. observó cómo hyunjin comía con entusiasmo y las mejillas un poco rosadas—. tengo que alimentarte bien, por eso hice mi platillo especial para ti.

hyunjin detuvo su comida para mirarlo, con los ojos brillantes del asombro—: ¿en serio? —preguntó con las mejillas llenas. a minho no le podía parecer más adorable.

—lee minho es una caja de sorpresas —repitió con desinterés.

hyunjin observó cómo su novio tomaba un trozo de manzana del cuenco de frutas, sintiéndose aún más cálido que cuando despertó. una sonrisa se instaló en él durante toda la comida, escuchando a minho hablar sobre lo tortolitos que se ponían sus padres en esas épocas del año. el rubio lo escuchó atentamente hasta que toda la comida de la mesa fue ingerida por ambos.

—gracias por la comida, hyung. eres el mejor cocinero del universo —le ayudó a recoger los platos y utensilios para llevarlos al fregadero, sintiéndose satisfecho. minho rodó los ojos, secretamente contento consigo mismo por no quemar el pan tostado.

—es sólo un desayuno, hyunjin.

—es nuestro primer desayuno como pareja, minho hyung —replicó el rubio con serenidad. minho sintió sus mejillas ruborizarse una vez más, cayendo en cuenta de que no era el único que había pensado en ello.

se estaban convirtiendo en un par de tortolitos.

con calma, ambos se encargaron de lavar y secar los platos y las sartenes. minho lavaba mientras hyunjin secaba, hablando sobre la lluvia de estrellas que no habían terminado de ver por su inevitable confesión de amor.

—¿quieres salir? —preguntó minho, nervioso por quedarse a solas con él en su casa. las palabras de minju seguían avergonzándolo, a pesar de que habían pasado más de cuarenta minutos desde la última vez que la vió.

hyunjin lo miró desde el sofá pequeño. ambos habían terminado echándose en la sala de estar, para "recuperar energías", como había dicho minho.

—¿a dónde vamos?

el pelinegro pensó por un momento, alzando los hombros sin una idea segura—: podemos ir a visitar a los gatitos del café. o podemos ir a un parque. ¿o qué tal si sólo vamos a pasear por un centro comercial y vemos las tiendas? —indagó.

hyunjin meditó por un momento antes de sonreír, haciendo que sus ojos se convirtieran en un par de líneas tiernas—: hagamos todo.

ABRE LA VENTANA, LEE。 hyunho ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora