jeongin observó a hyunjin con las mejillas llenas. el rubio se encontraba observando su colección de esmaltes para uñas mientras él comía una barra de proteínas.
—¿me prestas una?
—no —contestó sin titubear. hyunjin volteó a verlo con una sonrisa inversa enseguida—. lo siento. yuna me tiene unas cuantas secuestradas y no puedo prestar más hasta que me las devuelva.
—entiendo —hyunjin caminó hacia él y se tumbó a su lado, rebotando levemente sobre la suave cama—. ¿de qué querías hablar?
jeongin dejó el envoltorio en la papelera de su escritorio y devolvió su atención a su mejor amigo, quien seguía esperando su respuesta.
—¿ahora puedo saber qué te ha pasado últimamente? —preguntó. había estado queriendo hacerle esa misma pregunta antes de que pasara tanto tiempo, pero el mayor siempre se negaba a hablarlo. hasta que ese día, finalmente, hyunjin le pidió reunirse en la casa del menor.
—ví a minju con yuri —confesó—. en el gimnasio, cuando fue mi turno de limpiar. ellas están...
—lo sé.
—¿lo sabes? —hyunjin se sorprendió ante aquella interrupción. jeongin lo miró a los ojos por unos segundos antes de explicar.
—cometí un error. involucré a felix con yuri en un plan que no resultó —suspiró, repitiéndose lo tonto que había actuado aquella vez—. me enteré por ella misma que está saliendo con minju —volvió a mirar a hyunjin—. no te lo dije antes porque no lo creía correcto.
hyunjin asintió, comprensivo. sin embargo, bajó la mirada al suelo—: me hubiese gustado enterarme de ello por minju. que fuera sincera conmigo desde el comienzo y no hacerme ver como un tonto.
—debe haber una razón por la que lo hizo, hyung.
—y es lo que me gustaría saber. pero sabes que ella sólo me hizo creer que me había reemplazado con otro —sonrió amargamente—. ahora sé que fue con otra.
jeongin mantuvo el silencio por unos segundos. las luces neón de su cuarto estaban encendidas, por lo que se levantó para apagarlas y abrir la ventana. había olvidado hacerlo en la mañana. hyunjin sólo lo observó.
—¿se lo dirás a minho?
—pensé en hacerlo, pero no sé si esté bien... —murmuró, llevándose las manos al cabello.
—no creo que haya algo de malo en que ellas sean pareja. además, minho es su hermano, no hay razón por la que corran un tipo de peligro. él nunca haría algo perjudicial a su propia hermana.
—¿debería contarle entonces?
—sí.
—y de paso te arreglas con él —volvió a tomar haciendo junto a hyunjin, quitándole el cabello de la frente. después, le dio una palmada de reproche. hyunjin se quejó—. el pobre te ha estado viendo como un cachorro abandonado todo el tiempo.
—¡¿por qué hiciste eso?! —se levantó para mirarse en el espejo del tocador, observando una marca roja en toda su frente—. ¡voy a ver a minho hyung en un rato!
—¡te lo mereces! ¡lo has hecho sufrir! y a mí también —jeongin tomó uno de los almohadones de su colección favorita de line y se lo aventó en la espalda. se cruzó de brazos cuando hyunjin se giró a verlo con una expresión de lamento.
—¡lo siento~! —abrió los brazos, buscando el cuerpo de su mejor amigo—. ¿quieres unos besitos? ven aquí~
hyunjin se subió a la cama y abrazó al menor con los brazos y piernas, guindándose a él como un koala. repartió besos por todo su cabello cariñosamente, como casi siempre hacían, mientras le pedía perdón múltiples veces.
—reserva tus besos para minho, te harán falta —jeongin alzó las cejas un par de veces con sugerencia. hyunjin recordó que había querido que pasara la noche en la casa de su hyung, y sus mejillas se encendieron suavemente, imaginándose una escena—. ¡oh dios mío! —el menor empezó a reír escandalosamente al verlo—. ¡te has puesto rojo!
hyunjin, en venganza, lo llevó hasta la orilla del colchón y lo empujó mientras éste seguía retorciéndose de la risa—: no más besitos para ti.
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ABRE LA VENTANA, LEE。 hyunho ✔️
Romance⠀ ⠀ minho es obsesivo con sus estudios y hyunjin sólo quiere respuestas de su ex novia. "está bien, ¡me voy! pero, ¿podrías decirle al menos que me conteste los mensajes? -no hubo respuesta, y en su lugar, el azabache apretó los dientes con rabia...